Dos granadinos con una misión

Cuando hace un año, paralelamente al ascenso del Covirán y el Girona –que implicó el fiasco del Estudiantes–, Morabanc Andorra y San Pablo Burgos perdían la categoría en la Liga Endesa, existió cierto quórum sobre la inusitada dureza que tendría la siguiente edición de la LEB Oro. Una categoría en la que, en este curso que ya casi expira, habría varios proyectos con la 'obligación' de retornar a la élite.

Sin embargo, casi como si de la aldea gala de Astérix y Obélix se tratase, un modesto pero histórico club castellano lleva meses empeñado en oponerse al teórico poder establecido: el Zunder Palencia. Allí, a las órdenes de Pedro Rivero, los granadinos Germán Martínez y Manu Rodríguez forman parte de un irreductible equipo que quiere en alterar los cimientos de la LEB.

Casi desde el inicio del curso, y ante los problemas de 'Estu' y Burgos, los palentinos fueron los únicos capaces de mirar de tú a tú al otro 'coco': un Morabanc Andorra que ha tenido que sudar tinta china para ser primero y ascender directo. Por el camino, los de Rivero, invictos en casa en todo el año, igualaron la mejor primera vuelta de la historia –16 victorias en 17 partidos– y se llevaron la Copa Princesa, pero el esprint final en el Principado fue mejor y ahora hay quien apunta a que, por ello, en Palencia se hará larga la temporada.

Pero ojo. «Algo que hemos hecho muy bien todo el año es saber que hay que ir día a día, no mirar más allá del siguiente partido ni tener objetivos lejanos, y por eso no ha sido un mazazo no subir», avisa Rodríguez desde el Municipal de Palencia en una charla a la que su paisano llega «cansadísimo», tanto que le cuesta «incluso hablar» tras otra intensa sesión de trabajo. «Esta semana tenemos mucha carga, la que viene será más tranquila», vaticina Martínez en la preparación de la 'Final Four' por la segunda plaza de ascenso, que se jugará en Burgos los días 17 y 18.

Rivalidad

Los dos tienen claro que hubieran preferido jugar ya este fin de semana, pero buscan aspectos positivos en la espera. «Da pie a ponerse más fino, aunque ya notes la carga mental», expone Martínez. «Queremos jugar ya y ganar, eso indica que hay ambición, pero también estamos preparando todo mejor», agrega Rodríguez, sincero sobre las trampas defensivas en el vestuario palentino. «Seguro, pero de eso no cuento nada», bromea.

Se da la circunstancia de que los cuatro equipos que se jugarán el ascenso proceden de ciudades muy cercanas –Burgos, Palencia, Valladolid y San Sebastián–, lo que sin duda favorecerá un gran ambiente en las grades del Coliseum burgalés. Germán espera un pabellón «muy bonito» mientras Manu valora la «rivalidad sana y con respeto» entre los tres equipos castellanos, palpada durante la temporada. «Lo disfrutaremos jugadores y aficionados», confía.

Llegados a este punto, muchos sitúan al irregular San Pablo Burgos –con otro granadino, Curro Segura, en el banquillo– como favorito, por jugar en casa y por potencial de plantilla. «Desde la llegada de Curro y con los refuerzos del final son un equipo distinto, pero a un partido se le puede complicar mucho la vida a cualquiera», analiza Martínez, convencido de las posibilidades palentinas. «Por ejemplo, en la NBA son series a siete partidos que, si estás fatigado, se te pueden hacer muy largas, pero aquí es a uno y reúnes toda la motivación que necesitas para jugar», lanza. Mientras, su compañero –ya lo fue antes también en el Covirán– sabe de la tensión que se vivirá. «En estos días que aún quedan debemos preparar cosas pero sin agobiarnos mucho, pues no podemos agarrotarnos», entiende Rodríguez, curtido ya en estas situaciones, tanto en el equipo de su tierra como por ejemplo en su etapa en Castellón. «No soy un novato en esto, no...», desliza.

Primero, Valladolid

El Zunder Palencia abrirá fuego el próximo sábado en duelo de máxima rivalidad ante el Real Valladolid. «Un equipo muy duro, muy físico, que tiene a Melwin Pantzar que es poco menos que el MVP de la liga, o a Romaric Belemene que es capaz de perseguir por todo el campo a los bases rivales... Será muy difícil y hay que jugar con máxima intensidad para igualar su físico, pero creo que, con nuestras cartas, podemos buscarles las cosquillas porque pienso que tenemos algo más de talento», valora Martínez.

Y es que el próximo fin de semana el baloncesto español buscará en Burgos el último militante de la próxima ACB. «Hubiese preferido jugar aquí, porque nos hemos hecho muy fuertes y porque se hubiera atendido a criterios deportivos –Palencia fue segundo en liga; Burgos, séptimo– pero estamos cerca y creo que irá mucha gente», cierra Manu Rodríguez, miembro de una pareja granadina que quiere hacer historia en Palencia. Esta vez sería un hecho, no como en ese 2016 que aún duele por tierras de Castilla.

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