Amenaza para el Covirán

El asombroso caso del 'Benjamin Button ACB'

Y al frente de las operaciones, uno de los casos más impactantes de longevidad en el baloncesto moderno. Nacido en 1983 en Sao Paulo, Marcelinho Huertas puede pasar, sin ambages, por uno de los mejores momentos de su carrera, a apenas un mes de cumplir, el próximo 25 de mayo, 40 primaveras.

No es ni mucho menos el del brasileño el único caso que ha llegado a la cuarentena como profesional en la elite española. Recientemente, el base Albert Oliver o el Pau Gasol crepuscular del Barça hicieron lo propio. Antes, son recordados otros dos ex culés: Darryl Middleton, y especialmente 'Chichi' Creus, capaz este de liderar a los 41 al TDKManresa hasta quizá el título más icónico en la historia de la ACBallá por 1998. En Granada, el estadounidense Mike Higgins tuvo una segunda etapa a esa edad, pero ya apenas como temporero –luego pasó un curso más en el Obradoiro–. Pero es el de Creus el único caso comparable al de Huertas, por alcanzar el cuarto escalón vital aún con un rendimiento altísimo.

'Marce' Huertas, capitán general del Lenovo Tenerife en su cuarta temporada en la isla, no deja de sorprender por su nivel en la cancha. En la última Copa del Rey –21 puntos y 10 asistencia firmó en la final–, en la que los insulares rozaron el título pero murieron en la orilla ante Unicaja, habría sido MVPunánime en caso de triunfo aurinegro. Huertas no está en la nómina lagunera por reconocimiento a su leyenda. El paulista se hace merecedor cada día de una renovación que se da por segura para, como mínimo, un año más, en el que superará a Pablo Laso como máximo asistente histórico de la ACB. En su caso, no hay motivo alguno para hablar de retirada. De hecho, le molesta que le pregunten por ello, simplemente por el DNI. No es ningún disparate decir que su nivel actual –mano derecha del Vidorreta en la cancha, alma y cerebro del equipo– es muy superior al de, por ejemplo, hace cinco temporadas, cuando su segunda etapa en Baskonia, a la vuelta de la NBA, dejó dudas sobre si su nivel podría ser algún día de nuevo el de otrora.

Cuidados

Paralelamente a su vuelta de la NBA, donde vivió en unos turbulentos Los Angeles Lakers la última temporada de Kobe Bryant, Huertas comenzó, superada la treintena, a extremar el cuidado de su cuerpo. Se hizo vegano, huyendo de alimentos inflamatorios, comenzó a practicar técnicas de meditación, yoga y a usar cámaras hiperbáricas amén, claro, de pasar multitud de horas con el fisioterapeuta. Lo cierto es que los resultados saltan a la vista, en uno de los mejores ejemplos de esa nueva longevidad en el deporte de elite en la que Tom Brady o LeBron James son paradigmas indiscutibles. Las lesiones le han respetado a lo largo de su carrera y eso también pesa, pero ver a Marcelinho Huertas jugar a los 39, que pronto serán 40, es un auténtico clínic para los amantes del baloncesto.

Hoy, el Covirán tiene una ardua tarea. Quizá la mejor cabeza del baloncesto español amenaza seriamente la permanencia en la elite. Palabras mayores, superar a todo un 'Benjamin Button'. Cada año mejor. Canela en rama.