Una quimera no tan fiera

El Covirán continúa sin levantar cabeza lejos del Palacio. Mientras que ante su hinchada posee un sólido balance de resultados –cinco victorias y dos tropiezos–, conforme se distancia del pabellón del Zaidín su camino se trufa de disgustos. Sólo una victoria ha conseguido en lo que va de temporada el cuadro nazarí (1-6) y desde ese éxito en la pista del Canoe han transcurrido más de dos meses.

El Alicante ha alargado la serie de rivales ante los que los rojinegros han mordido el polvo como foráneos, y añade además dos récords negativos de la entidad granadinista en Oro, como es el peor período de su historia en la categoría (35-16) y la mayor diferencia encajada en un cuarto (-19).

Cuestionado por la mala dinámica a domicilio, Pablo Pin se ha escudado varias veces en el hecho de que esta campaña es más difícil ganar fuera de casa. Un dato técnicamente cierto, aunque la diferencia entre el curso pasado (44% de victorias visitantes) y el actual (41%) es tan escasa que podría hablarse de continuidad en cuanto a la complejidad de sumar en pista ajena, algo que no parece tanta quimera.

Es decir, el Covirán está naufragando en una faceta en la que en el ejercicio anterior sí supo mantenerse a flote con mucha dignidad (8-9). Esa solvencia fue la que les catapultó en la tabla y le permitió disputar los 'play offs', algo que por ahora es terreno prohibido al no lograr encadenar una racha positiva ante la sucesión de reveses lejos de su hogar.

Lo único bueno es que esa pesadilla de visitante azota cada dos semanas y ahora toca jugar en casa. Eso sí, sin mucho alivio real pues llega a Granada el líder.