Riccardo Visconti: fama de buen tirador

El transalpino llega procedente de la Virtus de Bolonia, uno de los grandes del baloncesto europeo, pero donde apenas ha tenido oportunidad esta temporada, ni con Luca Banchi como entrenador ni tampoco en la etapa de Dusko Ivanovic al frente de la 'Vu Nere' (uve negra). A sus 26 años, y con 197 centímetros de talla, puede desenvolverse como escolta o alero. El turinés llega al Covirán en un momento delicadísimo para su enfermería, especialmente en el juego exterior, donde actualmente se encuentran de baja hasta cuatro jugadores: Gian Clavell (cirugía abdominal), Agustín Ubal (rodilla), Scott Bamforth (gemelo) y Pere Tomàs (pie)

Internacional con la 'azzurra' en todas las categorías inferiores desde la u16, Visconti cuenta también con dos participaciones con el combinado nacional en categoría sénior, ambas durante la fase de clasificación para la Copa del Mundo de 2023. Se trata de un jugador zurdo que siempre ha estado precedido por su buena fama como tirador de larga distancia, la que es sin duda su gran virtud. Quizá por ello, las expectativas en torno a su figura han sido durante algún tiempo más altas de lo que luego ha conseguido demostrar en la cancha, donde es un jugador que ha sido señalado durante toda su carrera por tener algunos problemas en la faceta defensiva.

Ligado desde muy pronto a la pelota naranja, Visconti no tardó en destacar en su Turín natal como joven talento, lo que le hizo pasar por varios clubes italianos ya durante su etapa formativa. Posteriormente, sería con la Reyer de Venezia con el club con el que firmaría su debut en la máxima categoría del baloncesto transalpino con apenas 16 años. Tras ello, fue cedido a varios equipos de la Lega Due, segunda división italiana, y, tras cerrar su periplo veneciano en 2022, pasó por tres equipos más, todos ya en la Lega Uno: Brindisi, Pésaro y, finalmente, la Virtus de Bolonia, con la que firmó el pasado verano en el que se presuponía como el gran salto de su carrera, alcanzando el nivel Euroliga.

Sin embargo, el nuevo alero rojinegro no ha gozado de apenas tiempo de juego en su etapa boloñesa. En la Euroliga apenas ha jugado en dos partidos, ante Baskonia y Fenerbahce, sumando un total de dos minutos entre ambos en los que al menos sí le doy tiempo a lucir muñeca y anotar un triple contra los otomanos. Mientras, en la liga italiana tampoco ha sido una pieza importante: ha disputado cinco partidos, con promedios de poco más de tres minutos en la cancha y 1'5 puntos con, eso sí, un 40% de efectividad en el lanzamiento de tres puntos.

Con su llegada a Granada, ambas partes buscan una relación satisfactoria en un momento de máxima necesidad. El Covirán refuerza su juego perimetral de cara a los diez últimos partidos de la temporada, con un jugador que no deja de ser una apuesta pero del que se espera que demuestre que en Bolonia se equivocaron con él. Mientras, Visconti sale por primera vez de su país, con el anhelo de, fuera de su supuesta zona de confort, enseñar que es el jugador que un día apuntó ser pero que le ha costado demostrar como profesional.