El nombre llamado a romper el desamor con la grada 'taronja'

En el verano de 2022, un nombre sonó con mucha fuerza para volver al banquillo del Valencia Basket: Pedro Martínez. El posible regreso del técnico catalán, único capaz de ganar la ACB con los 'taronja' –en 2017–, ilusionó sobremanera a una grada usualmente muy exigente con los inquilinos del banquillo de La Fonteta.

Sin embargo, después de que Martínez reconociera públicamente alguna reunión con la entidad levantina –lo que se había negado anteriormente desde el club, para ponerle más pimienta al escenario–, el elegido fue Álex Mumbrú, campeón del mundo con España como jugador en 2006 y que emergía como notable técnico tras rescatar al Bilbao Basket de la LEB Oro y meterlo en la Copa del Rey. Firmó además tres años, algo inhabitual en la ciudad del Turia, donde hasta entonces los inquilinos del banquillo solían firmar por una campaña. Una decisión que, desde el primer momento, decepcionó a una grada valenciana que no ocultó nunca un escaso aprecio por Mumbrú.

La semana pasada, tras temporada y media repleta de tiranteces, la tensión con el catalán acabó por romperse la semana pasada, cuando el Villeurbanne zarandeó a los locales en La Fonteta el día que estos se jugaban el futuro en la Euroliga. Un demoledor parcial de 11-50 tornó el ambiente en irrespirable y la etapa de Mumbrú en Valencia acabó así abruptamente solo 24 horas después.

En la jornada 29 de la Liga Endesa, ante el Covirán, se sentará en el banquillo 'taronja' Xavi Albert, hombre del baloncesto valenciano de toda la vida –además de en la cantera del club, ha entrenado en Godella y en el extinto Ros Casares femenino– y que, con 36 años, ya es ganador de un Eurobasket u16 con España el pasado verano. En su estreno en la Liga Endesa, Albert, no tardó en recibir el cariño de una parroquia que le considera uno de 'los suyos', lo que ciertamente nunca sucedió con Álex Mumbrú, quizá por el pasado madridista de este. Y lo cierto es que el equipo respondió, firmando una gran victoria ante el Baskonia por 111-101 que acerca a los valencianos a asegurar un puesto en las eliminatorias por el título de la competición nacional, un objetivo de mínimos que no está aún mi mucho menos asegurado. De momento, el club levantino ha puesto su confianza en Albert como entrenador hasta el final de la presente campaña, dándole galones y poder ante la plantilla y evitando la sensación habitual de 'interino' que suelen tener en no pocas ocasiones aquellos que llegan desde las categorías inferiores del propio club.

El segundo partido de Albert en el banquillo se saldó con derrota en el cierre de la Euroliga (79-66 en Belgrado ante el Partizan) en un duelo, eso sí, ya intrascendente para un Valencia Basket cuyo foco ya está claramente puesto en las fronteras nacionales y que necesita una victoria en Granada para no sufrir en exceso para repetir presencia en la pelea final por el título.

Ese es el gran reto de Xavi Albert: meterse en el 'playoff' pero, ante todo, recuperar el amor de una grada siempre compleja. Los primeros pasos de este hombre de la casa parecen sólidos, pero cuando La Fonteta aprieta, aprieta de verdad. Y con eso le tocará torear también en Granada.