![Eurocopa 2020/2021: Inglaterra-Alemania: Del gol fantasma a las lágrimas de Gascoigne](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202106/26/media/cortadas/gascoigne-k7pF-U140838697426AlG-624x385@RC.jpg)
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iñigo gurruchaga
Londres
Sábado, 26 de junio 2021, 00:48
El ánimo de los aficionados ingleses en la noche del miércoles, esperando el desenlace en el grupo de la muerte, recordaba a la sintonía de una vieja serie de TVE, 'Tres eran tres'. «Tres eran tres y ninguna era buena», cantaban Vainica Doble. O Alemania, o Francia, o Portugal. El gol in extremis de Goretzka en Múnich borró el sueño de enfrentarse en octavos a Hungría. «Es de nuevo Alemania en Wembley», dijo con una voz sin alegría el comentarista de la BBC.
Jürgen Klinsman, que fue estrella del Tottenham Hostpur, desplegaba su diplomacia jovial en otro canal. La calidad de los jugadores alemanes e ingleses es muy similar, decía. Ambas selecciones no han desplegado sus mejores virtudes en la fase de grupo. En el choque del martes hay un 50-50 de posibilidades de victoria y podría resolverse... «¡Con penaltis!», exclamaron horrorizados sus contertulios ingleses.
1990. Estadio Olímpico de Roma. Alemania e Inglaterra disputan la semifinal de la Copa del Mundo. Las escuadras de Franz Beckenbauer y Bobby Robson empatan 1-1 en un duelo emocionante. Paul Gascoigne, genio inglés, llora como un niño cuando el árbitro le enseña la amarilla que le impediría jugar la final. Llega la tanda de penaltis.
Stuart Pearce, 'Psycho', defensa zurdo conocido por su fiereza en el 'tackle' y su lealtad a club y patria, lanza el cuarto penalti con fuerza, raso y al centro de la portería. El balón rebota en los pies del largo Bodo Illgner, estirado a su derecha. El héroe inglés que nunca sonríe y adora la música 'punk' ha temblado. Nadie recordará que Chris Waddle, con peinado de pop 'nuevo romántico' , tiró a las nubes el quinto.
1996. Wembley. La Inglaterra de Terry Venables ha eliminado en cuartos a la España de Javier Clemente con ayuda del árbitro y en los penaltis. Pearce lanza el suyo fuerte, a la izquierda de Zubizarreta. Da puñetazos al aire y grita a la grada su redención. Les espera en semifinales del Euro96 la Alemania de Bertie Vogts. La última victoria inglesa en torneos internacionales fue en este estadio, contra el mismo rival, hacía treinta años.
Si aquella victoria en la Copa del Mundo de 1966 será siempre recordada por el gol fantasma que un linier ruso dio a los ingleses en la prórroga, esta semifinal es el anticipo de gloria en una competición que tiene un himno con estribillo alegre y pegadizo: «El fútbol regresa a su casa». De nuevo 1-1, prórroga, penaltis. Esta vez, 5-5. Pearce marca el suyo y esta vez sobriamente levanta el pulgar hacia la grada.
El primer inglés en la lista de los que no son especialistas es un joven defensa del Aston Villa que despliega su inteligencia en el campo de juego y en sus entrevistas. Gareth Southgate lanza un penalti blando, raso, a la derecha. Andreas Kopke lo adivina y lo rechaza. El capitán alemán, Andreas Moller, bate a David Seaman con un chut fuerte y alto.
El balance es que, en los dos partidos en los que Inglaterra estuvo cerca de llevarse un gran trofeo a la casa del fútbol desde 1966, los alemanes marcaron todos sus penaltis. Desde entonces, ingleses y alemanes han jugado 24 partidos. Inglaterra ha ganado cuatro. Perdió contra Alemania en el partido de despedida del viejo Wembley y en el nuevo ha cosechado dos derrotas y un empate.
Solo una selección nacional, la de Brasil, ha ganado a Inglaterra más partidos oficiales que los que ha perdido, pero el palmarés de partidos oficiales y amistosos entre alemanes e ingleses es aplastante en favor de los germanos desde hace 55 años. Pero los registros históricos no predicen nada en los juegos y la cita del martes entre la Inglaterra de Southgate y la Alemania de Joachim Löw es una página en blanco.
En los primeros renglones del prólogo se anotará que el seleccionador inglés era cauto y el alemán, atacante. Inglaterra ha sido parsimoniosa con dos medios defensivos. No ha encajado ningún gol y ha marcado dos. Los números de Alemania en esa cuenta son 5 y 6. Southgate tiene quizás más dudas sobre su alineación y dibujo que las que puede tener Löw, impertérrito en su 3-4-3.
Al palmarés y a esa eficacia alemana en los penaltis, se ha añadido otro factor para el temor. Frank Lampard, ídolo del fútbol inglés, fue despedido en enero como entrenador del Chelsea. Más de 200 millones de euros en compra de jugadores, el club era noveno en la Premier y se quejaba de su plantilla. Le relevó el alemán Thomas Tuchel y ganó la Liga de Campeones. Jürgen Klopp ya había asombrado también por su maestría táctica y su gestión del vestuario.
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