La granadina Esther capitanea a España a semifinales del Mundial

La delantera tuvo multitud de ocasiones. No se habían cumplido cinco minutos de duelo cuando en una pared con Jenni Hermoso se quedó sola frente a la portera neerlandesa. Indecisa, Esther ni remató a portería ni cedió a Alba, quedando en nada su primer mano a mano. Al poco, con un disparo desde la frontal, sí obligó a la guardameta a usar los guantes, aunque su chut salió muy centrado.

En el minuto 37 pudo entrar en la historia del fútbol español con el gol que desbloqueaba el marcador. Tras una magnífica llegada de Ona, Esther remacho bajo palos un mal remate de Alba. Aunque la granadina lo celebró con normalidad, se quedó mirando a la juez de línea, prueba de que no estaba muy segura de su posición. El VAR, efectivamente, le anuló el tanto un minuto después.

Antes del descanso ya tuvo otra ocasión con un remate muy escorada que sacó la portera. Y a los pocos segundos de volver del vestuario, tuvo otra. Un balón que pilló botando en el balcón del área y que salió rozando el poste. Esther, aunque animada, dejaba mostrar su frustración en cada ocasión marrada. Era el rostro de una España que estaba perdonando demasiado.

Y cuando menos presencia tenía España en el área rival, y por tanto más discreta estaba la de Huéscar, llegó la mejor ocasión del partido. Salma provocó un penalti por mano decretado por el VAR. Aunque capitana y goleadora, Esther no dudó en dejar el lanzamiento a una especialista como Mariona, que no falló. Luego, con impotencia, tuvo que ver como Países Bajos empataba en el descuento.

Estuvo diez minutos sobre el césped en la prórroga, siendo sustituida por la actual Balón de Oro, Alexia, en el minuto 100 de partido. Desde el banquillo vibró con el golazo, ya histórico, de Salma. El 2-1 fue inamovible y la granadina, como el resto, lloró de la presión y la emoción. España está a dos partidos del sueño. La semifinal será ante Japón o Suecia.