El linarense Curro Díaz torea delante de sus paisanos en una tarde especial. FOTOS: ENRIQUE

Puerta grande para Rafaelillo y Curro Díaz en un día con el corazón para Manolete

Importante tarde de Rafaelillo en su presentación en el coso de Santa Margarita cortando una oreja de cada uno de sus toros

áNGEL a. DEL ARCO

Domingo, 28 de agosto 2022, 23:24

Vaya ambientazo hubo en Linares durante todo el día de ayer. 28 de agosto, festividad de San Agustín, el ferial hasta los topes y los aledaños de la plaza de toros también con mucha gente, algunos de ellos venidos de fuera para comprobar en primera ... en persona lo que significa 'Manolete' para Linares. Y la importancia de Linares para la tauromaquia. Un binomio de gran transcendencia para el toreo.. erda y se le rinde homenaje al mejor de los toreros.

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Cientos de aficionados, muchos de ellos venidos de fuera de nuestro país; franceses y mejicanos se dejaron ver por las calles de Linares durante este fin de semana. También muchos curiosos a los que les atrae la figura de 'Manolete' y esa tarde linarense de 1947. Todo en torno a esa figura mística, con una personalidad arrolladora y marcada por los tiempos en los que le tocó vivir. Y una vida frustrada en las astas de 'Islero', un toro de Miura que le propició entrar en la historia del toreo y convertirse en una leyenda al que idolatramos y admiramos.

Ambiente

El patio de caballos era un hervidero desde primera hora de la mañana. Profesionales y aficionados se mezclaban entre sí. El sorteo de los toros y el posterior enchiqueramiento de los mismos, las taquillas abiertas y llenas de personas buscando una entrada para asistir a una de las corridas más importantes que se se celebran el calendario taurino, amén de la efemérides del 75 aniversario. Y si el ambiente por la mañana fue bueno, qué decir del que se vivió por la tarde. Cartel de altos vuelos para una fecha especial y dedicada siempre al único, irrepetible y el mejor de los toreros, Manuel Rodríguez Sánchez 'Manolete'.

El paseíllo de los toreros con el más veterano del cartel, en este caso, 'Rafaelillo' a la izquierda, 'Morante de la Puebla' a la derecha y Curro Díaz en el centro como el más joven del cartel. Y detrás, las cuadrillas, con sus subalternos y picadores. Se realiza de forma despaciosa dentro de un ambiente cargado de emotividad. Antes de romperse el paseíllo, los toreros se paran a la altura de la primera línea, se desmonteraron, el público en los tendidos se ponen de pie y se vive con la emoción a flor de piel ese minuto de silencio largo, intenso, de admiración y respeto a Manuel Rodríguez Sánchez 'Manolete'. Silencio emocionante roto por esa voz que sale del tendido al grito de «gloria a Manolete» y una atronadora ovación de un público. En el albero, justo en el sitio dónde cayó mortalmente herido el malogrado torero cordobés unos clavales indican el sitio exacto dónde se produjo el fatal percance. Todo igual, años tras año, setenta y cinco años y los que queden.

El primero de los toreros en actuar fue el murciano Rafael Rubio 'Rafaelillo'. El menudo diestro hizo su presentación en el coso taurino de Santa Margarita, dato curioso, después de una trayectoria de más de veinticinco años años de alternativa. Pero es bonito después de tantos años, torear por primera vez en Linares en una corrida tan especial como la que se celebró ayer en Linares.

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El primero de Rafaelillo

En primer lugar salió un toro de Miura alto y suelto de carnes que desde el principio manifestó una alarmante falta de fuerzas. El murciano fue a por todas, recetándole dos largas de rodillas en el tercio y verónicas de buen trazo, aunque con el capote a media altura por la flojedad del cornúpeta de Miura. Tras varias caídas del animal, tomó un puyazo ante las protestas del publico. Algo que fue a más en el tercio de banderillas, pidiendo su devolución. Aguantó el presidente y acertó, pues el toro con las fuerzas justas fue capaz de embestir a la muleta del torero. Previamente el torero se fue al centro del platillo para brindar la faena de su primer toro en el coso de Santa Margarita. La faena de muleta estuvo basada en el temple, las alturas que supo imprimir el torero y las ganas mostradas.

Casi toda ella estuvo basada sobre el lado derecho, sobresaliendo un templado cambio de mano. Al natural sólo una serie, con muletazos de uno en uno y de nuevo toreo a dos manos que gustó mucho al tendido. Labor larga, quizás demasiada, finalizando con molinetes y desplantes, estando a punto de sufrir un revolcón, olvidándose que estaba delante de un toro de Miura. Se fue tras la espada, cobrando una estocada en la suerte contraria que tiró al toro sin puntilla, cortando la primera oreja de la tarde.

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Con el cuarto de la tarde, un toro de Joaquín Núñez que remendaba la corrida, lo toreo 'Rafaelillo' a pies juntos a la verónica, destacando la media verónica de remate en el tercio. Al toro no le sobraba la fuerza aunque fue noble y nunca humilló. Le recetó un buen puyazo el picador Agustín Collado.

Momento emotivo el que se vivió cuando 'Rafaelillo' se fue directo a la altura del tendido uno en busca del maestro José Fuentes para brindarle la faena de muleta. El público ovacionó con fuerza al ocho veces ganador del trofeo 'Manolete' puesto en pie. El veterano torero tuvo que saludar una ovación ensordecedora.

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Se sintió a gusto el torero en Linares y el público se lo recompensó con fuertes ovaciones durante toda la tarde. Llegó a torear al natural con la derecha en la parte final del trasteo con el toro ya más parado, pero el arrimón y ese toreo a dos manos levantó al público de sus asientos. Una pena los dos pinchazos previos a una gran estocada. Cortó una oreja que la abría la Puerta Grande en el día de su presentación en Linares.

Segunda comparecencia

José Antonio 'Morante de la Puebla' hizo su segundo paseíllo en la feria de San Agustín de este año. Tras su primera actuación, sustituyendo al convaleciente Andrés Roca Rey, cortando una oreja de poco peso a los flojos toros de Joaquín Núñez, se enfrentó en el día de ayer a los toros de Miura, ganadería con la que se ha anunciado en tan sólo una ocasión en toda su carrera.

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En su primer turno, segundo de la tarde, salió un toro de Miura de escasa presencia, ni siquiera parecía un toro criado en la finca Zahariche. Protestas del público, porque además manifestaba una evidente flojera. Se puso 'Morante de la Puebla' con el capote, con poca convicción a decir a verdad, no sacando nada lucido. El animal tomó una vara sin emplearse y perdiendo las manos. El público cada vez más cabreado, siguiendo a continuación un tercio de banderillas en las que el toro se acordó de su condición de Miura complicando la labor de los subalternos.

La faena de 'Morante de la Puebla' se resume en cuatro intentos de muletazos, dos por cada pitón y cuadrarse en la suerte natural para dar un mitín con los aceros. Varios pinchazos, estocada corta y varios descabellos ante la bronca de un respetable que ovacionó al toro para molestar al torero. Fue fuertemente pitado.

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Con el quinto, que lució el hierro de la mítica divisa de Miura tampoco sirvió para el lucimiento del torero. 'Morante de la Puebla' no encontró nunca las maneras ni la forma para encontrar algún atisbo de lucimiento.

La faena de muleta sólo duró una serie ante el enfado del respetable que lo pitó con fuerza después de finiquitar su labor de estocada trasera.

Grande Curro Díaz en su tierra

Uno de los grandes alicientes de la tarde era ver en el coso de Santa Margarita al diestro linarense Curro Díaz. Después de la ausencia del año pasado volvía de nuevo a la plaza que lo ha visto triunfar en numerosas ocasiones, consiguiendo tener en sus vitrinas hasta cuatro trofeos 'Manolete'.

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Curro Díaz está realizando una temporada similar a otros años. Ausente de algunas ferias importantes dónde debería de estar anunciado, está toreando bastante, con una regularidad en los triunfos cómo el conseguido un día antes de su actuación en Linares, en la localidad onubense de Olvera, dónde se llevó los máximos trofeos en los dos toros de su lote.

Con el tercero de la tarde, primero de su lote, un toro precioso, sardo de capa, le enjaretó Curro Díaz un racimo de verónicas realmente extraordinarias, llevando muy toreado al Miura, rematando la serie de media verónica muy torera. Tomó el Miura una vara en la que empujó con ganas, siendo complicado en el tercio de banderillas, dónde apretó mucho a los subalternos.

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Curro Díaz se fue rápidamente al centro del platillo para brindar la faena de muleta. En un primer momento se pensó que el toro tendría quince o veinte muletazos buenos, pero la realidad fue muy distinta. Se puso violento desde el primer muletazo, quedándose en la mitad de la suerte y buscando la taleguilla del torero. No se arrugó el diestro linarense que estuvo entregado en todo momento, quizás demasiado, estando algo precipitado por las ansias de triunfo.

La labor, casi toda por el lado derecho, por el pitón izquierdo no tenía ni uno. Algunos de los derechazos tuvieron la importancia por los mucho que expuso, estando siempre presente una posible voltereta. Bien de verdad Curro Díaz ante un Miura nada fácil. La estocada en la suerte contraria fue realmente extraordinaria, tirando al Miura sin puntilla. La oreja cortada fue de las que pesan por lo mucho jugado.

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Nada hubo que destacar en los primeros tercios en la lidia del último de la tarde y de la feria. Un Miura alto y soso que despertó en banderillas, moviéndose mucho, aunque no bien.

Todo cambió en la muleta, dónde el linarense aprovechó la embestidas nada humilladas para cuajarle una faena breve pero intensa. Basada en la mano derecha destacó en el toreo a dos manos, con un cambio de manos que puso la plaza en pie. Se tiró a la hora de la suerte suprema, cobrando una estocada casi entera, tardando el toro en caer, con el torero sentado en el estribo.

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