Edición

Borrar
Miembros de la peña Marea Roja, en el Paseo del Violón. Alfredo Aguilar
Única peña oficial

La Marea Roja de la Selección: «En Granada siempre estamos muy a gusto»

Cerca de cien miembros del colectivo que acompaña al equipo nacional por el mundo desde 2012, incluido Manolo 'el del bombo', acuden al partido en Los Cármenes

Martes, 12 de septiembre 2023, 20:18

Más de medio centenar de aficionados vestidos con el rojo de la Selección Española de fútbol, junto a varios toreros y algún otro vestido de 'caballito', cantan orgullosos que son españoles en el Paseo del Violón de Granada al ritmo que marca un bombo. El mítico de Manolo, sí. Son miembros de la Marea Roja, la primera y por ahora única peña oficial del equipo nacional en el país. Fundada en 2012, y ya cumplidos los once años con 500 integrantes, son hinchas entusiastas tanto del fútbol como de su país que se han recorrido medio mundo para animar a quienes consideran los futbolistas que verdaderamente les representan más allá de los clubes que les paguen. Volvieron a montar su habitual jolgorio antes de acudir a Los Cármenes.

David Cebollada, presidente de Marea Roja, presume de cumplir con el de Chipre en Granada 94 partidos de la Selección en directo. 'Supera' a Jordi Alba, recientemente retirado del combinado nacional. «Les gano a todos los que están ahora», proclama. «Nací con un balón de fútbol al lado y empecé yendo a con mi padre y mi tío (se emociona) a La Romareda, donde en los setenta conocí a Manolo. Me pareció un dios y se convirtió e u referente para mí», comparte. «Empecé a acompañar a la Selección tarde porque no podía viajar tan a menudo por motivos familiares y económicos, pero en 2010 estuve en el Mundial de Sudáfrica y fue lo más. Me fui solo, pero conocí a muchas personas que se convirtieron en amigos; entre ellos, Manolo», resalta.

Un par de años después, y tras darse cuenta en la Eurocopa de Kiev que también ganó a España de que había un grupo de unos sesenta incondicionales de la Selección como él que la acompañaban a donde fuese, movió papeles para crear Marea Roja. «También vamos a la Copa Davis, al baloncesto… e incluso hubo quienes fueron al último Mundial de atletismo», señala David. Tanto desplazamiento, entre países y sobre todo entre semana, implica una serie de sacrificios: «Yo soy funcionario pero tengo tantas vacaciones como el resto de la gente, un mes, lo que pasa es que trato de trabajar en julio y agosto y dedicárselas a la Selección. Es como el dinero; cuando otros se lo gastan en cervecitas en el bar, yo lo voy ahorrando para gastármelo en viajar a los partidos». «Fuera de España se disfruta incluso más porque quienes viajamos al extranjero somos los más forofos», admite.

Alfredo Aguilar

En Granada, eso sí, tanto él como el resto de integrantes de la peña están encantados. «Es una ciudad muy bonita y con mucha afición. Lo tiene todo, con tantos bares… y el calorcito se nota a la hora de que la gente sea más cálida. Estamos muy a gusto. En mi ciudad, por ejemplo, a veces tienes que cortarte con el jolgorio; aquí no», añade David. «En los países a los que solemos viajar, no obstante, suele haber menos seguridad y en ocasiones se agradece», bromea. Ya estuvo hace años en el partido contra la República Checa, en 2011, acompañado incluso por su mujer y sus hijos. «Uno, el pobre, se me quedó dormido en los brazos», cuenta.

Para David, lo de la Selección es otro rollo respecto a los clubes. «Yo soy del Zaragoza y me tira muchísimo, pero el sentimiento que existe en una selección no lo hay en los clubes, donde muchos futbolistas son mercenarios. Para jugar en la Selección hay que querer representar al país y quererlo. Quien no la sienta… no creo que venga», sostiene. «Tenemos una tierra fantástica y hay que quererla. Si fuese de Angola, me sentiría orgulloso de ser angoleño», se encoge. De hecho, reconoce cierta frustración: «Que solo seamos 500 en la peña en un país con 47 millones de habitantes me parece una auténtica vergüenza».

«Este país es del Madrid o del Barça, y habría que cambiar eso; no se puede ser de un club más que de tu Selección. Lo que pasó en la final de la Liga de Naciones, con cuarenta y tantos mil croatas y solo tres mil españoles, no puede ser», denuncia. «No lo entiendo, pero poco a poco vamos sumando y animando a todo el que quiera participar. Tenemos incluso gente de México o Italia que sienten más España que sus propios países», rescata.

La peña Marea Roja, eso sí, «no debe nada a la Federación Española porque no hay ninguna ayuda económica». «Ni a la de fútbol ni a ninguna otra», esgrime David, quien, no obstante, prefiere reservarse su opinión personal sobre el 'caso Rubiales'. «Dentro de la peña hay muchas opiniones, y yo, como presidente, no puedo decantarme porque la represento. Nos sentimos al margen. Si se ha marchado, él sabrá por qué», expone, con respaldo total para Luis de la Fuente. «Nos ha hecho ganar un título once años después y ya tuvo éxitos en las categorías inferiores, independientemente de que aplaudiera o no a Rubiales. Tanto la peña como yo estamos con la Selección, con el seleccionador y con los futbolistas que estén», esgrime.

Alfredo Aguilar

La devoción que David siente por Manolo 'el del bombo' trascendió de la admiración a la familiaridad a partir del Mundial de Sudáfrica. «Desde que nos conocimos me ha tratado como a un sobrino. Me ha invitado a su casa, y yo he dormido en su cama y él, en el sofá», agradece a quien considera «el dios de los aficionados si Maradona es el dios de los futbolistas», y eso que él llamó Diego Armando a su hijo. «Ahora que es más mayor, tratamos de ayudarle en todo lo que podemos. Ha perdido mucho por el fútbol, y se merece el cariño de todos por lo que ha apoyado y sigue apoyando a la Selección. Llevaba un año sin ir a un partido, desde La Romareda, precisamente, y, aunque se sintió muy mal hace unos días, estaba deseando venir», asegura.

Siempre amable, Manolo reconoce sentirse «muy agradecido». «Es muy bonito vivir estos momentos con mis amigos de la peña y con tantas personas que me quieren. Siempre se han portado muy bien conmigo», expresa, orgulloso por sumar «55 años siguiendo fútbol, con diez Mundiales y siete Eurocopas», que enumera. «En Granada siempre nos tratan de maravilla», admite. Y tanto él como David se emplazan a octubre, con los partidos ante Escocia en La Cartuja de Sevilla y sobre todo a Noruega, para jugarse la clasificación para la Eurocopa de Alemania en 2024. «Allí estaremos», confirman. De hecho, es donde David Cebollada cuenta con cumplir sus 100 internacionalidades particulares.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La Marea Roja de la Selección: «En Granada siempre estamos muy a gusto»