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Los aficionados pudieron fotografiar a sus ídolos a su llegada al Federico García Lorca. J. F. BARRERA
Fútbol

Pasión por la 'Roja' con distancia de seguridad

La Selección llega a Granada ante el calor de varias decenas de aficionados que hoy no podrán estar en Los Cármenes al jugar a puerta cerrada

Rafael Lamelas

Granada

Miércoles, 24 de marzo 2021, 23:37

Pablo Fernández, de 9 años, llegó con tiempo al aeropuerto junto a su padre, pero la larga espera le mereció la pena. Este joven futbolista es un apasionado de Sergio Ramos, el capitán de la selección española, pero quien se acercó a firmar su camiseta de la 'Roja' fue el propio seleccionador nacional, Luis Enrique Martínez. El gijonés fue el único que se saltó un poco el protocolo anticovid y se acercó a saludar y firmar autógrafos a algunos de los aficionados que se acercaron al aeródromo Federico García Lorca para saludar a los componentes de la 'Roja', que hoy jugarán en Los Cármenes ante Grecia. Ha habido otras visitas para competir en el césped granadino, pero esta será la primera en tiempos de pandemia y, con ello, finalmente sin público en las gradas.

Pablo García se llevó la rúbrica del seleccionador. R. L. P.

La expedición tomó tierra en la instalación situada en Chauchina unos minutos antes de las 21 horas. Hasta allí se habían acercado varios hinchas, la mayoría jóvenes. Padres y madres tuvieron la precaución de ir con tiempo hasta la zona, que se encontraron vallada. Varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Nacional velaban porque la llegada se encauzara por los márgenes de seguridad, con la distancia social con respecto a los protagonistas. Los chavales corearon los nombres de los ídolos. «¡Thiago!, ¡Busquets,! ¡Jordi! (Alba)», gritaron mientras iba saliendo la comitiva, con el capitán Sergio Ramos liderando el primer grupo de futbolistas, que también tenía al público rendido. Todos, bien enmascarados, devolvieron el saludo y se marcharon hacia los dos buses que les desplazaron hasta el hotel Abades, muy cerca del estadio Nuevo Los Cármenes.

Dani Camarero, entrenador del Gabia, equipo de Primera Andaluza que lucha por subir a División de Honor, se llevó a varios chavales a ver a las figuras nacionales. «Este quiere ver a Canales, que es muy de Betis», comentó, aunque también los había del Madrid o el Barça, el equipo por el que se decanta Luis Enrique, a pesar de que vistió ambas camisetas.

Galería. Luis Enrique firma una camiseta del FC Barcelona.

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Galería. Luis Enrique firma una camiseta del FC Barcelona. RAMÓN L. PÉREZ

En ningún momento se congregó la muchedumbre de otras veces, pues la mayoría es prudente ante la situación sanitaria. Los que estuvieron fueron cautelosos y respetaron las medidas. Gonzalo García, hijo de Antonio, que es segundo entrenador en uno de los cadetes del Granada, se quedó sin la firma de Ramos. «Nos hemos puesto al principio, cerca de la puerta, y no hemos visto mucho porque teníamos delante a la guardia civil», se resignó el padre, aunque al menos su pequeño parecía satisfecho de haber estado tan cerca de aquellos cracks.

Sergio Ramos, con varios compañeros del Atlético de Madrid. R. L. P.

En otras visitas, el campo se habría abierto para un entrenamiento previo en Granada, pero esta vez no fue así y la Selección se ejercitó en la Ciudad Deportiva de las Rozas antes de emprender vuelo hasta la ciudad de la Alhambra. Hoy se quedarán concentrados hasta las horas previas del encuentro, que arranca a las 20.45 horas. La 'Roja' está en la capital, pero es como si anduviera de paso, con esa separación tan frecuente con el fútbol en tiempos del coronavirus. A los aficionados solo les resta acudir, con cuidado, a las inmediaciones del estadio para mandarles su ánimo en la carrera hacia Catar 2022.

Algunos privilegiados, que fueron pacientes, sí tuvieron un premio por ir al primer recibimiento. Pese a las mascarillas, seguro que para la muchachada es un recuerdo que quedará grabado a fuego.

Seguidores del Real Madrid y del Betis esperan a la selección. A. S.

Un Real Madrid - Betis a las puertas del hotel de concentración

A. SÁNCHEZ

El hotel Abades del Zaidín respiraba ambiente de fútbol en la noche de ayer. Un centenar de personas aguardaban al autobús de la selección española con la esperanza de que alguno de los jugadores se bajara del bus y saludara antes de encerrarse en la concentración. No hubo suerte, pero sí buen ambiente. Los futbolistas de la 'Roja' bajaron rápido, saludaron desde lejos y la emoción se quedó a las puertas del lugar de descanso escogido por Luis Enrique. «Yo soy español, español, español» se coreó a voz en grito mientras los integrantes de la expedición daban sus últimos pasos hasta la recepción del Abades, parapetado para acoger a los jugadores más deseados de Granada en el día de ayer.

Afuera, mientras tanto, los aficionados montaron su partido particular. Hay quien quería ver a Sergio Ramos, que a pesar de que sigue cumpliendo años continúa levantando pasiones con la misma intensidad. Los seguidores del Real Madrid le recordaban a los del Betis su pasado sevillista y pedían a gritos la renovación para el central de Camas. «Levanta el pulgar si te vas a quedar», gritó un aficionado desde la verja que ya había separado a los ídolos de los aficionados y le pedía la renovación a Florentino Pérez con el Real Madrid. Ramos, evidentemente, ni levantó ni dejó de levantar, pero sí saludó ejerciendo de capitán. A escasos metros estaba la hinchada bética, que ponía sus ojos en Canales y reclamaba la convocatoria de Borja Iglesias y Joaquín. Sabían que era más una utopía que una petición real para Luis Enrique, pero llevaron el 'manquepierda' hasta el final.

Cada uno de ellos barría para casa. No les bastaba con que cualquiera se bajara del autobús y firmara su camiseta. Querían a su ídolo, ese que ven por televisión, rara vez en un campo de fútbol y mucho menos a escasos metros de distancia. Por eso las camisetas de la 'Roja' se quedaron guardadas en el cajón y sin quererlo el grupo de amigos celebró un Real Madrid - Betis improvisado a las puertas del Abades. Fueron las aficiones más numerosas para esperar a los futbolistas que esta noche están llamados a ganar a Grecia y ganaron los seguidores blancos.

También hubo hueco para lucir casacas de otros equipos. Los atléticos ponían sus ojos en Koke y los azulgranas esperaban que Pedri se acercara por ser la primera vez que se va a vestir de corto con la selección española. La ausencia de jugadores del Granada en el combinado nacional provocó que no se viera ninguna camiseta rojiblanca al vuelo. Para eso se habrían ido por la mañana a la Ciudad Deportiva y seguro que habrían tenido algo más de suerte. Al menos, los valientes que desafiaron a la lógica de un equipo en 'burbuja' no pasaron frío. Ayer, se animó desde lejos. Hoy, desde las casas. No se sentirá el aliento de una afición, la de Granada, que siempre se entrega a España.

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