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Las gradas de Los Cármenes se llenaron de aficionados con banderas de España entregadas en la entrada.

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Las gradas de Los Cármenes se llenaron de aficionados con banderas de España entregadas en la entrada. Pepe Marín
Ambiente por la Roja en Los Cármenes

Las visitas de la Selección son un eterno placer

Los granadinos se divierten con el fútbol y los goles del combinado nacional, con el estadio lleno

Miércoles, 13 de septiembre 2023, 00:03

Cada visita de la Selección Española a Granada es una fiesta; al menos, siempre que puede haber aficionados en sus partidos. Ya son nueve con hasta ocho victorias. Y es que, parafraseando el lema del inquilino habitual en Los Cármenes, los partidos de 'la Roja' en Los Cármenes son un 'eterno placer' al seguir esta invicta en la ciudad, con la única concesión del empate con Grecia en plena pandemia. Ante Chipre, sin embargo, las gradas volvieron a lucir repletas de incondicionales ataviados hasta con banderas, con otro buen montón de camisetas rojiblancas horizontales.

No solo los niños, también sus padres, se emocionaron al corear los nombres de cada uno de los futbolistas del equipo nacional como si aquello fuese la final de la Champions. Luego, durante el himno, algunos seguían tan exaltados que incluso se precipitaron con el tono del 'lololó'. Encima, hasta les brindaron el trofeo por la Liga de Naciones.

Toda la expectativa mereció la pena a poco que Lamine Yamal y Nico Williams se pusieron a encarar a sus laterales, con cariño para el del Athletic cuando se lesionó. Apenas habían pasado diez minutos cuando Manolo 'el del bombo' se llevó su ovación. Por momentos, en las gradas se le prestó más atención a él y a su 'show' que al encuentro, y es que el fútbol también es eso. Como que se cantase el 'hola, don Pepito…' entre otras canciones populares como el 'Paquito el Chocolatero', que no salió bien, sugeridas por un trompetista. A la media hora, Mikel Merino aprovechó la primera ola de Los Cármenes para subirse a una, marcar el segundo gol del duelo y sentenciarlo.

Sin tensión ya, los críos aprovecharon para acercarse a las barandillas para ver mejor y muchas parejas, para inmortalizarse con el partido a la espalda. Todos se divirtieron. También, al menos un rato, el chiquillo con camiseta del Granada que saltó al final en busca del amparo de no se sabe exactamente quién y que regateó encargados de seguridad como Yamal chipriotas hasta que le cogieron con la reprimenda posterior.

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