Chendo:«Tenemos que jugar como si fuese un play off para estar en un mes donde queremos»

Cuatro partidos quedan, sólo cuatro jornadas para que el Linares acabe la primera fase del campeonato liguero y cumpla el primero de sus objetivos. Primer desembarco este domingo en Córdoba, después habrá una semana de descanso coincidiendo con el puente del Día de Andalucía. Se retoma la competición el 7 de marzo en Linarejos contra El Ejido, la semana siguiente viaje a Sevilla para medirse al Real Betis Deportivo y final contra el Lorca en casa el 21 de marzo.

El Linares Deportivo quiere irse a la cama ese día como líder de grupo, habiendo mantenido la posición que ya defenderá por cuarta semana consecutiva en El Arcángel, despertándose el 22 de marzo para saber contra qué tres rivales deben jugar la segunda fase, los tres primeros clasificadosdel Grupo IV-A. En este momento son Algeciras, Tamaraceite y San Fernando.

Si la primera fase finalizase ahora mismo, el Linares Deportivo con 27 puntos sería también líder de la fusión de estos dos subgrupos, pues los puntos de la primera fase se arrastran a la segunda. Por eso es tan importante seguir en la brecha, no aflojar, porque cuando el 21 de marzo haya acabado esta fase, el día 22 empieza otra y es importante seguir en la estela.

Ya no sólo por la plaza en Primera RFEF, está en juego el pasaporte a la Segunda División, el regreso a la categoría donde los mineros pasearon en nombre de la ciudad en los dorados años 80. Pero primero los pies en la tierra, cuatro partidos para acabar este tramo, luego habrá seis más para el segundo.

Para este tramo tan importante de la competición, los azulillos recuperan a todos los efectivos que estaban en la enfermería. Tras Hugo Díaz, que volvió a la titularidad la semana pasada y lo hizo por la puerta grande ante el Real Murcia, esta semana le toca a Chendo Alarcón.

El tigre ha estado un mes en el dique seco por una fisura en un dedo del pie. Ya entrena por normalidad y recordó que «fue en el partido contra el Yeclano, a los cinco minutos de la segunda parte me pisó el defensa y sentí un crujido. Sabía que algo no iba a bien, pero en caliente jugué con el dedo roto y al día siguiente no podía andar, el dodo estaba morado y en la radiografía salió la fractura del dedo meñique».

Una semana sin jugar, pero no sin trabajar «porque el dedo no se había desplazado, así que pude hacer algunos trabajo con el preparador físico y el físio, que han estado conmigo estas semanas y han sido mi mano derecha. Hoy puedo decir que las sensaciones son buenas, hay molestias, pero lo normal, a un futbolista no hay día que no le duela algo. Lo que me queda es ir poniéndome a todo y a la altura de mis compañeros en el plano físico, que están a un nivel muy alto».

Sólo queda con molestias en la plantilla minera Dani Perejón, que se retiró con el tobillo tocado en el partido de la semana pasada. Es duda para el domingo.

«Lo importante es que todos estemos bien para ayudar al equipo en este momento de la temporada y que no haya más lesiones en el tramo final. Es un espectáculo vernos entrenar, cómo vamos todos a una y con qué armonía se vive cada día en el vestuario», apuntó el delantero.

Chendo vive como un linarense más la ilusión de ver al equipo haciendo una temporada histórica, se lo han ganado con trabajo y todavía queda la parte más bonita.

«Matemáticamente no está nada dicho, tenemos que jugar cada partido como si fuese un play off para estar dentro de un mes donde queremos. Hasta que las cuentas no salgan, no podemos celebrar nada. Hay que tener los pies en la tierra y seguir esta línea de trabajo», señaló.

En Córdoba estará en el banquillo, tendrá algunos minutos si el partido es propicio, para dar descanso en la segunda parte a Marc Mas o Hugo Díaz.