![«Aquí da igual que seas alta o baja, fuerte o delgada, todas tienen un puesto»](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202105/03/media/Imagen%20rugby1.jpg)
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¡Un, dos, tres Jaén!» gritan al unísono las 21 voces del equipo del Jaén Rugby Femenino, a la vez que chocan las palmas de sus manos. El grito ensordece el pequeño vestuario del campo de Las Lagunillas. Después, la puerta se abre y ... salen a ganar pero sobre todo a disfrutar del rugby. Es el momento previo al partido que las enfrentaba al equipo Universitario Sevilla CR. El vestuario es un templo preparado para un ritual sagrado. Antes, han formado un círculo, entrelazando sus brazos, en medio está Elena Teruel, la experimentada capitana. Con una expresión seria arenga a las chicas, grita con fervor, las llama a que luchen, a que lo den todo, a que piensen solo en rugby. Todo vale, cualquier palabra, incluso las que para algunos oídos podrían ser mal sonantes, tienen un propósito. Su discurso lo acompaña con toques de su mano en los hombros de las jugadoras, las mira una por una, a los ojos, desafiándolas. A la vez les transmite su fuerza y confianza. A la que suscribe el reportaje, la escena le recuerda a la película 'Invictus' basada en el libro de John Carlin 'El factor humano', un drama deportivo del año 2009, dirigida por Clint Eastwood, sobre los acontecimientos en Sudáfrica antes y durante la Copa Mundial de Rugby de 1995. Las chicas están solas en el vestuario. El entrenador Reche ha salido después de darles las últimas instrucciones que tiene anotadas en una pizarra.
«Hoy más que nunca cabeza y corazón», grita Elena. «¿A qué huele?», pregunta. «A hierba», responden; «¿a qué huele?», insiste, «a rugby», contestan. «¿A qué huele?», repite, «a familia», terminan. «Somos una familia joder; mirad como está la puta grada. Esto no es un sueño». Y recuerda entonces los partidos ganados con anterioridad. «Luchamos ahí fuera, me da igual cómo acabe el partido, pero a luchar ahí fuera». Hay que ser muy insensible, te guste o no el deporte, conozcas o no el rugby, para no emocionarte con este ritual que se repite todos los partidos antes de pisar el césped. Es la llamada que Elena hace a sus compañeras para que lo den todo en el campo. Ese día se jugaban la segunda plaza de la categoría Regional donde compite el equipo, una especie de Tercera División si estuviésemos hablando de fútbol. El resultado no tiene mayor importancia (perdieron por 13 puntos de diferencia); ese día terminó la temporada y, en opinión de todos, la mejor que recuerdan hasta ahora.
Este equipo se sustenta en tres pilares: el entrenador, José Carlos Pérez Reche; la delegada del equipo María Ruiz Castillo, alias 'Mami' y la capitana Elena Teruel. Este ha sido un año de inflexión para la formación, afirma con rotundidad Elena Teruel, 9 años de trayectoria en el equipo. ¿Los motivos?: haber incrementado el número de chicas en el grupo y la suerte de convertirlo en una familia, dentro y fuera del campo.
El colectivo está formado por jugadoras de Jaén, Córdoba y Ciudad Real. Qué magnetismo no debe causar en las chicas el rugby para que tres veces en semana 'Chusa' y 'Osito' (los apodos de María Martínez y Sara Astilleros, respectivamente) hagan 167,4 kilómetros entre Puertollano y Jaén. Una hora y 49 minutos de trayecto. O las que vienen de Córdoba, que hacen 108,2 Kilómetros (1h. y 22') por la A-306.
El equipo puede presumir de haber acunado chicas seleccionadas para la andaluza, como Laura Amate y Elena Teruel, al margen de que tuviesen la oportunidad de jugar o no. Carmen Carmona, con otras dos jugadoras que ahora están en un equipo de Sevilla, por estudiar allí, han jugando a los más altos niveles de la competición. «Es un orgullo estar al lado de ellas en el campo», precisa con satisfacción María Ruiz. Algunas de las jugadores además de trabajar o estudiar también se dedican a entrenar a menores o incluido arbitran partidos.
José Carlos Pérez, 'Reche', como así llaman todas las jugadores al entrenador, tomó las riendas del equipo en primera persona esta temporada. «Mi objetivo era que cuando llegase el final de la campaña tuviésemos mucha gente entrenando para aspirar a victorias; para ascender necesitas tener un grupo grande. A partir del año que viene, si continúan asistiendo al entrenamiento todas ellas, podríamos pensar en algo más. Yo me voy feliz». A principios de año eran muy poquitas, meses después la familia ha crecido. «En la segunda vuelta he tenido que dejar a niñas fuera y eso es porque estamos haciendo algo bueno en los entrenamientos que atrae a la gente», precisa.
Coincide con la capitana y con 'Mami' en que este ha sido un año especial. «Este es un juego colectivo por excelencia. No hay otro en el que se puedan unir el sacrificio por el compañero, el apoyo, la diversión y el compromiso como lo hace este juego. Hemos conseguido que las jugadoras que llevan más tiempo y las que han llegado ahora comulguen con los mismos valores, que son universales, no estamos inventando la pólvora». Y esos valores son los que Reche les transmite en los entrenamientos. «No hay ganadores ni vencidos. Si no te rindes no te vencen, luego el marcador arrojará unos dígitos u otros, pero si hay compañerismo y sacrificio las chicas se van felices».
Después de presenciar el último partido del campeonato, el ambiente es más bueno cuando el partido es más peleado y trabajado, cuando les ha costado más y a las otras les ha supuesto más esfuerzo ganar. «Yo he entrenado a hombres y mujeres y una ventaja es que si las jugadores se comprometen lo hacen al 120%». ¿Tiene algún valor añadido entrenar a mujeres?: «Pues pasa como en la vida en general, que la mujer se compromete más, están muy identificadas con esto», sentencia el técnico.
¿Pero qué estereotipos habría que desmontar del rugby femenino? «Este deporte no es darse golpes como algunos piensan. Este deporte es a ver quién me quita el balón. Y para que no te lo quiten utilizas la fuerza», explica 'Mami'. «Para nada es un deportes de hombres. No necesitas la fuerza bruta. Si te das cuenta tenemos mujeres que son muy fuertes y otras que son muy delgaditas. Las fuertes están en el centro, donde se presiona, se empuja. Aquí da igual que seas, alta o baja, todas tienen un puesto, porque cada sitio necesita una determinada fisionomía». Las delanteras necesitan ser grandes y fuertes, las alas precisan que sean delgadas y rápidas. Las del centro tienen la mezcla, de fuerza y agilidad. Da igual como seas físicamente, en el rugby tienes cabida. «En otros deportes no es así, si no eres ágil no, si no coges el balón no vales. Aquí cualquiera puede jugar», subraya María Ruiz, para quien el rugby no es elitista.
«El estereotipo de que como soy femenina no puedo jugar, nada de nada. Mis niñas están jugando aquí con los chicos y después salen juntos, se arreglan, se moldean, se maquillan, se ponen pendientes. Dicen que todas las que juegan al rugby son marimachos, no perdona, eso no es así». En este sentido Reche refuerza el planteamiento de 'Mami': «Lo que necesitas para jugar al rugby es corazón y corazón tenemos todos, al margen de su orientación sexual, que a mí me importa poquísimo».
La delegada del equipo anima a aquellas chicas que quieran hacer deporte. Y se pone como ejemplo ella misma que empezó a jugar al rugby con 47 años y tras llevar a sus dos hijos al entreno durante largas temporadas. «Que bajen solo un día y que prueben. Nosotros le enseñamos la dinámica. Cuando bajan a entrenar se les pone una chica al lado que le va a decir cómo coger el balón, el resto viene solo».
Uno de los principios del rugby es el respeto. Al árbitro se le habla de señor/a. Solo el capitán es la persona autorizada a hablar con el árbitro y este aquí es como si fuese Dios, no se le protesta. La humildad y el equipo, serían los otros. «La humildad porque no he ensayado yo. Aquí no verás a un Messi o un Ronaldo, aquí por encima está el nombre del equipo. Aquí verás que una chica lleva el balón y hay otra compañera que le dice estoy, estoy derecha. No me dejan sola y si me plagan ella me va a proteger».
Este equipo, igual que el resto de categorías necesita que le arreglen las instalaciones, sobre todo un cambio de césped, ya que está provocando demasiadas lesiones. El compromiso municipal está sobre la mesa. En septiembre se estrenarán los cambios.
Inmaculada García Sola, Misi la ibera Aporta peso a la delantera. Trabajadora y constante. Todo lo que tiene de grande lo tiene de buenaza. Procede de Linares.
Celia Ruiz García: Primera línea y muy hábil en el talonaje, a pesar de hacerlo con el pie contrario. Genio y figura. Muy buena en limpieza de rucks.
Sara Astilleros, Osito: Delantera de primera línea de melé. Entrenadora, delegada y árbitro. Conoce bien el reglamento, aportando mucha cabeza al juego
Carolina Sánchez Marquina, Pupi :La delantera perfecta. Es dinámica y fuerte. Ágil en carrera. Su pequeña estatura le dota de una gran capacidad para agacharse,
Manuela Pérez Rodríguez: Valiosa en la primera línea de la delantera, cargada de motivación y mucho arrojo. Dará mucho que hablar según siga avanzando.
Rocío Nieto Jiménez: Miembro muy versátil. Aporta velocidad a la 3/4, agilidad y presteza a la delantera. Es una de las revelaciones de la temporada.
Ana Daza González: Una delantera decidida, rápida y feroz. Su experiencia y conocimiento del juego la hace muy valiosa.
Carmen Bascón César, Carmensita: Posee fortaleza física y cabeza. Le aporta carácter al equipo, una gran segunda línea y levantadora; por cierto, ¡hace 'pole dance'!
Aurora Ruiz García Flanker rápida y agresiva, una vez que fija su objetivo no lo deja escapar y es una de las saltadoras en la touch.
Marina Molina Berlanga, Pero: Es la pizca de locura del equipo, placadora insaciable. Capaz de encontrar su punto de cordura en los momentos más complicados.
Irene Honrubia, Torete: Aporta chispa y un punto de locura necesario para activar al equipo. Es delantera veloz, buena en placaje. No deja a nadie indiferente.
Ángela Lara Hernández, Tigre: La nutricionista del grupo. Destreza física y mental. Comodín. Lo mismo te salta una touch, te la levanta, que te empuja una melé.
Patri Cuenca Rodríguez: Ha decidido dejar sus veletas de Granada por el verde jienense. Dotada de resistencia, agilidad e inteligencia. Puesto medio melé.
Julia Muñoz Sánchez: Pequeña pero valiente. Está creciendo mucho desde que dio sus primeros pasos con el equipo.
Carmen Carmona Flores: Nació y creció en Jaén Rugby, maduró en El Salvador. Juego al pie muy efectivo, gran visión de juego. Garantía de calidad.
Elena Teruel Ingelmo: Alguna compañera la llama Wonder Woman. Capitana con liderazgo, respeto y pasión. Velocidad, explosividad y decisión en el juego
Laura Amate: Una
María Villena Sánchez: Ha
María Eugenia López Valcárcel: Jugadora nóvel que debuta tanto en la temporada como en el rugby en sí. Un ala ágil y veloz.
María Martínez Carretero, Chusa: Veloz y con agilidad en el cambio de pie, puede jugar de ala o de zaguera. Muy peligrosa cuando entra en velocidad.
Nicole Francesca Cerulli: De Boston, zaguera que supone un candado para el equipo; buena en recepción de patada. Veloz, persistente y con portento físico.
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