José Manuel salva del abismo al Atlético Porcuna en el tiempo añadido

La victoria únicamente dejaba al Atlético Porcuna en la Tercera División un año más. Además, los transistores echaron humo durante los noventa minutos, pues el objetivo también dependía de lo que aconteciera en otros campos de la categoría. El tropiezo de la semana pasada dejó una situación terrorífica en la que fue la se presuponía ser la última bala de uno de los conjuntos más humildes de la categoría. Sin embargo, José Manuel regaló el mejor de los desenlaces a la afición del San Benito en Melilla.

Echó a rodar el balón, y en los primeros compases ya se pudo atisbar todo lo que estaba en juego sobre el verde artificial del feudo melillense. En términos generales, fue un duelo de más intensidad que calidad, donde los 22 protagonistas iniciaron la batalla con el nerviosismo como protagonista. Ello propició que los dos equipos tomaran decisiones a la desesperada, y que no favorecieron a la continuidad en el juego. Esos primeros minutos de la última jornada contaron también con infinidad de balones que llegaron al área sin demasiado peligro, después de envíos lejanos en busca de un mínimo síntoma de calidad de los arietes.

Al sobrepasar la barrera de los cinco minutos, el Porcuna levantó la mano para reclamar protagonismo en su partido. Los visitantes, con mayor serenidad que el Melilla CD, pudieron controlar el duelo y las tímidas llegadas sobre la meta contraria durante el primer cuarto de hora. El equipo de Valenciano apenas pudo contabilizar un par de grandes oportunidades de gol en los mejores minutos de su plantel, salvo un chut desde el costado izquierdo que desbarató bien el portero del Melilla.

Tras cumplirse el minuto 15, el guion del encuentro dio un giro de 360 grados. Fue ahora el cuadro local el que tomó la batuta del juego y los acercamientos sobre la portería de un Molero que apenas intervino con paradas en el primer acto. El dominio del Melilla CD se confirmó con el tanto en el minuto 24. Máxima pegada de una escuadra que encontró oro en su primera gran incursión sobre la parcela jienense. Fue Braim el que centró desde la izquierda, y ningún jugador fue capaz de tocar la pelota que acabó por colarse en la jaula ante la endeblez de la zaga forastera.

El gol del Melilla dejó en la lona a los de Valenciano. Sus jugadores entraron en pánico, pues este resultado puso la salvación mucho más lejos de lo previsto. Además, el Melilla CD gozó en este momento de sus mejores minutos en el primer tiempo, con un dominio total del juego. El Porcuna apenas pudo rechazar las constantes llegadas de su adversario. Las ocasiones llegaron principalmente en los últimos instantes del primer asalto. Braim tuvo la más clara en el último minuto del primer tiempo, pero Molero estuvo esta vez atento para evitar un gol que ya se cantó en la grada de La Espiguera.

A la vuelta de vestuarios, el Porcuna pareció haber arrancado con mayor iniciativa y con la intención de equilibrar la balanza lo antes posible. Gonzalo, en repetidas ocasiones, tuvo que intervenir en la que fue la primera oleada del asedio visitante en tierras melillenses.

Los ataques a la desesperada del Atlético Porcuna dieron paso a un encuentro emocionante en sus últimos treinta minutos. Ambos equipos se repartieron los golpes y llegadas durante buena parte del segundo periodo.

El cronómetro corría en contra del Porcuna a pasos agigantados, y por ello los de Valenciano no dejaron de intentarlo, mientras que el Melilla solo podía achicar agua de una embarcación al borde de la deriva.

El partido entró en el tiempo de añadido, y el Atlético Porcuna seguía por detrás en el marcador, y con el descenso de categoría como el más amargo punto y final. Sin embargo, el fútbol volvió a disfrazarse de fútbol, de ese deporte caprichoso que pocos son capaces de entender. En el minuto 91, José Manuel pescó un balón, que no fue despejado, para colocar las tablas en el luminoso. Este resultado no era premio suficiente para el Porcuna, pues sacaba a los jienenses de la Tercera División, al igual que al Melilla CD, que ya se veía con la permanencia en su mano.

Este partido tendría todavía mucha historia, pues el Porcuna encontró el milagro en el último suspiro de este agónico final. Un minuto después del empate, José Manuel remató un envío desde la esquina que se coló en la jaula local. Celebración de contrastes en La Espiguera, lágrimas de euforia en el banquillo visitante, y lágrimas de tristeza en la afición y plantilla melillense.

Épico final y épica salvación, con dos tantos de José Manuel en apenas un minuto. Los jienenses jugarán el próximo año en la Tercera RFEF.