Manuel Caparrós, un banquillero precoz que con solo 15 años ya sueña con llegar a Primera División

Manuel Caparrós Domínguez (Linares, 2009) es ayudante técnico del Club de Fútbol Ciudad de Linares, donde maestros de la talla de David Rus y Javi Quesada le están enseñando lo que ellos han aprendido de su paso por clubes de todas las categorías. Está en periodo de formación, a la espera de cumplir los 16 años, que es la edad mínima a la que la Federación permite presentarse al primer examen de entrenador.

«Todo empezó cuando hice la comunión y mi tío me regaló ir al campus de fútbol, conocí el club y al año siguiente empecé en la escuela de fútbol. El año pasado se apuntó mi hermano y me pidió Javi que le ayudase en un entrenamiento. Le gustó como lo hice y al día siguiente fue David el que me pidió que fuese monitor con él. Ahí empecé a colaborar como monitor», recuerda el joven.

A su edad, otros niños quieren ser Cristiano o Messi, pero este linarense está cortado con otra tijera. Ahora se está sacando el carnet de monitor y el año que viene buscará el de entrenador. Tiene las ideas más que claras, cristalinas.

«Todavía estoy entrenando y hago de monitor con los que son más pequeños, pero el año que viene acabaré la etapa de la escuela y lo que quiero es formarme en los banquillos. Me gustaría empezar en alguna cantera, un filial que haya descendido y ascenderlo, que se fijen en mí otras canteras de clubes grandes e ir teniendo oportunidades hasta llegar un día a Primera División», expresa.

Manuel se ha hecho famoso estos días porque las cámaras de 'El Día Después', programa clásico de los futboleros desde hace décadas, le cazó en la concentración que el Ciudad de Linares hizo en Getafe, donde los equipos mineros se enfrentaron a la cantera de la localidad madrileña. Allí se sorprendieron de verle, no jugando, dirigiendo desde el banquillo a sus compañeros de club y dando la mano al entrenador rival, que bien podría ser su padre.

Precisamente su progenitor, Alfonso, no puede estar más orgulloso de su peque: «Se nota que vale para esto, cuando otro niño de su edad sería todavía tímido o le faltaría confianza para un rol así, Manuel tiene desparpajo y le sale natural. El otro día estuvo en el partido del Betis contra el Barcelona y se le acercó Fermín a saludarle, le preguntó qué hacía por allí. Estaría la gente alucinando de que Fermín López se acercase a hablar un rato con un niño de 15 años».

Ahora vive con los pies en el suelo, como un niño de su edad. Por las mañanas al colegio, por la tarde clase de inglés porque Carmen, su madre, le recuerda que «lo primero al llegar a casa son los deberes. Quiero sacarme el carnet de entrenador y después estudiar magisterio, por si el fútbol no sale bien, me gusta la idea de ser profesor de Primera. En cierto modo, es lo mismo que entrenar, se trata de formar a niños de 6 o 7 años y ayudarles a llegar a lo más alto».

Como entrenador Hansi Flick es su favorito «porque le da oportunidades a muchos chicos jóvenes del FC Barcelona», pero no tiene que irse tan lejos para ver un ejemplo de un entrenador que ha cumplido hace poco su sueño de llegar a LFP con 44 años. «Alberto González estuvo en canteras, el Linares le dio la oportunidad de hacer unos años muy buenos, lo fichó el Betis para el filial y ahora está en Segunda con el Albacete», está al día Manuel de la actualidad deportiva.

Con ese desparpajo, toda una vida por delante y las ganas de aprender para compartir lo aprendido, el espíritu de docente de Manuel se va forjando como futuro profesor en las aulas y los vestuarios. Quién sabe si más pronto que tarde acaba sentado en el banquillo de Linarejos, o en el otro club que confía en el talento de este precoz entrenador linarense.