La Navidad es amarilla

Los amarillos arrancaron con ganas. Concentrados, mordiendo y asfixiando a su rival. Carlos Sanz fue el primero en mostrar sus credenciales ofensivas. Respondió Fits con un disparo que repelió la madera de la portería local.

En el minuto cinco, tras el saque de una falta con la firma de Antoniazzi, los colegiados señalaron una pena máxima por mano de Martel que Chino aprovechó para abrir el marcador.

El Jaén Paraíso Interior FS había conseguido su objetivo:hacerse con esa llave que abre una puerta colosal en el inicio del choque. Los pupilos dirigidos por Tino Pérez empezaron a pisar campo rival de forma más asidua. Pero los lagartos estaban mostrando una enorme concentración defensiva.

Dani Zurdo se marchó de otro jienense, Antonio, pero su disparo lo salvó Dídac con el brazo. El encuentro superó el ecuador del primer round con los blaugranas con cuatro faltas en su marcador por solo una los de Dani Rodríguez. La circulación del esférico era mucho más fluida y precisa en los amarillos. Y Tino Pérez apostó por un tiempo muerto para oxigenar las ideas de los suyos.

Un robo de Renato acabó en un disparo que desvió con el pie Dídac. Un rígido corsé táctico se había adueñado de un duelo con escasas ocasiones claras de gol. Espíndola salvó una de los pocos intentos visitantes.

Fue el Jaén FS el que volvió a encontrar el gol. A falta de algo menos de siete minutos para el descanso. Transición eléctrica liderada por Cristian Rubio que culminó Renato con algo de fortuna. A renglón seguido, Espíndola puso su muro ante Erick.

«¡Vamos Jaén Paraíso Interior, lo, lo, lo, lo...!». La afición estaba disfrutando en la grada.

El Barça FS recuperó su identidad en la recta final de la primera mitad. Erick, con un disparo cruzado, estuvo muy cerca de recortar distancias. Dani Rodríguez llamó a los suyos a capítulo cuando quedaban poco más de dos minutos para enfilar el túnel de vestuarios.

Tras un saque de esquina, Antonio enganchó el esférico superando a Espíndola. Una acción en la que se lesionó Míchel.

El encuentro se reanudó preso de la esquizofrenia. Con gol de Fits, nada más empezar; respuesta amarilla y otro tanto blaugrana. Todo en menos de cuatro minutos. El primer tanto fue producto de una acción individual de Pito para dejar libre de marca al pívot visitante. Muy fácil para un depredador del área. El gol amarillo, producto de la sociedad entre Renato, presión eficaz, y la calidad que destila por sus botas el argentino, Mati Rosa. En la siguiente jugada, Adolfo marcó de cabeza en el segundo palo, completamente solo. La afición reclamó que se había desplazado la portería. Choque igualado (3-3).

En la grada se barruntaba una nueva pájara amarilla. Pero lo que vino fue un torrente de fútbol sala, un deporte que cuando se desarrolla con este guión es especial.

Pudo recuperar el mando el Jaén Paraíso Interior en una contra en la que Dani Zurdo pecó de individualismo, era un dos para uno muy claro, salvó Dídac.

Lo desniveló Alan Brandi. Destilando magia por sus botas, como suele ser habitual. Espíndola cortó un ataque rival y el balón acabó en la posición del argentino. De espaldas, media vuelta, y precisión quirúrgica para alojar el esférico en la jaula con el Olivo Arena rendido a sus pies. Espíndola voló para atajar el intento de recuperar la igualdad de Adolfo.

Y con el quinto el Olivo Arena casi se cae. Chino y Mati Rosa pusieron a prueba la garantía de coliseo jienense con una jugada que solo los genios atisban a vislumbrar. Conexión al primer toque, sutil y preciso taconazo del argentino para, mansamente, firmar el cinco a tres en el minuto 30. Una de esas jugadas por las que vale la pena pagar una entrada.

El Jaén Paraíso Interior FS estaba produciendo los mejores minutos de fútbol sala del curso. Dídac salvó el sexto.

Dani Zurdo hizo el sexto a falta de 7.41 y Tino Pérez pidió un tiempo muerto. El partido se le estaba escapando al Barça FS, superado por un Jaén Paraíso Interior FS excelso. El Barça, de cinco.

Pero lo que llegó fue el séptimo tanto local. Y no fruto del riesgo rival. En una acción de estrategia, saque de banda con el pie, Renato puso el balón con mucha potencia y Mati Rosa la acomodó con el pecho al fondo de la red, su tercer tanto de la tarde.

El espíritu combativo de este Jaén FS quedó patente en una acción en la que todo el equipo fue a taponar a Pito, que acabó tocado, para evitar el tanto rival. Los visitantes siguieron insistiendo con el portero jugador.

La grada se divertía haciendo la ola. Quedaban todavía casi cuatro minutos de partido. Y después, cantando villancicos.

El Jaén Paraíso Interior FS quería más. Y no podía faltar el habitual gol de Carlos Espíndola desde su área. 8-3, el Barça seguía de cinco y Catela hizo el cuarto de los blaugranas.

Chino, desde su casa y en el último minuto, cerró una jornada loca con el noveno de un partido que pasará a la historia de la entidad amarilla.