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Natación ·
El exceso de competición pasó factura al granadino en la prueba de aguas abiertas y su técnico ya observó en los 1.500 libres que «no iba»Carlos Garach sufrió las consecuencias de un exceso de competición en los Juegos Olímpios de París. El granadino acabó agotado en la prueba de diez kilómetros de aguas abiertas, aunque por fortuna, se «encuentra bien de salud».
A pesar de todo, pasó un mal rato ... y se retiró entre lágrimas. Fruto del agotamiento tras participar con anterioridad en los 800, 1.500 y 4x200 libres (relevo). Solo le faltó el 400... Por eso el nadador del CNChurriana fue de menos a más y tuvo un dramático adiós a su debut olímpico que no merecía.
Su entrenador, Alejandro Mateos, apuntó que «ya en los 1.500 se vio que no era el día de Carlos, desde el primer metro se notó que no iba, brazadas muy cortas, mucha frecuencia, no iba alargando ni tuvo longitud de ciclo. La calle cuatro no era mala referencia. No se encontró bien. Cuando pasa esto es mejor hablar de otras cosas, ya habrá tiempo para reflexionar. Ahora toca descansar y 'resetear'. Es cuestión de recuperar las pilas tras las aguas abiertas».
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