Carlos Garach se despidió entre lágrimas de los Juegos de París, los primeros en su prometedora carrera a sus 20 años recién cumplidos, al abandonar en las aguas abiertas del Sena. El nadador de Churriana de la Vega no pudo más cuando acababan de cumplirse ... setenta minutos de la prueba de 10 kilómetros -aún en la tercera vuelta y a cinco ya de la cabeza- y decidió parar, exhausto en una carrera de pura supervivencia que le superó al no haberla preparado tampoco específicamente sino como una más de las cuatro en las que participó en total en París tras las tres de piscina.
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Garach, que esta misma temporada había sido décimo en la Copa del Mundo de Egipto en esta misma prueba, saltó de la plataforma dispuesta en el Puente de Alejandro III, en pleno corazón de París, para darle seis vueltas a un circuito con otros 28 competidores a su lado finalmente al renunciar tanto el sueco Victor Johansson como el tunecino Ahmed Jaouadi. El granadino quiso tomárselo con calma, ubicado en un grupo intermedio para protegerse y tratando de no descolgarse del fuerte ritmo que impusieron el alemán Florian Wellbrock, el húngaro Kristof Rasovszky y los italianos Gregorio Paltrinieri y Domenico Acerenza, pero poco a poco fue quedándose en los últimos puestos, pasándolo francamente mal, hasta el abandono.
Rasovszky, que se había reservado evitando la piscina, se llevó la medalla de oro con una marca de 1:50:52.7 seguido del alemán Oliver Klemet con 1:50:54.8 y su compatriota húngaro David Betlehem con 1:51:09.0. Además del de Garach, hubo otras tres renuncias más.
Carlos Garach concluyó así una participación de más a menos en los Juegos de París. Aunque no pudo pasar a la final de ninguna de las tres pruebas anteriores que compitió, el granadino sí protagonizó una gran carrera en las series de los 800 metros libres con mejor marca personal y a un segundo del récord de España. No le fue tan bien días después ni en el relevo 4x200 ni en 1.500.
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«Se le hizo larga la temporada. Lo peor es que acabar así te deja con muy mal sabor de boca y mucho que pensar sobre qué pudo salir mal», reflexionó con IDEAL su antiguo entrenador en Churriana, y coordinador del club local, Alejandro Mateos. «Aun así, debe estar muy contento porque sigue mejorando cada año y dando pasitos. ¡Son unos Juegos Olímpicos, nada se regala!», objetó.
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