David roth
Almería
Domingo, 29 de enero 2023, 21:30
El fútbol regional almeriense ha vuelto ha dejar una imagen más que deseable en cuanto a deportividad se refiere. Corría el minuto 75 de un encuentro disputado en el Antonio Peroles de Roquetas de Mar entre el Roquetas 2018 y el Carboneras, de Primera Andaluza Senior correspondiente a la jornada decimoséptima de competición, cuando el jugador Soufiane Bour Qaiba fue expulsado por doble amonestación, encarándose este a posteriori con John Jairo Carrión Ordóñez, árbitro del partido, propinándole, según reza en el acta del colegiado, «un guantazo en la cara, quitando el pinganillo y haciéndome daño en el lado izquierdo de la cara», lo que motivó la suspensión del encuentro, que curiosamente ganaban los roqueteros.
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El encuentro se habría 'descontrolado' para los locales, que habían perdido a dos jugadores durante el transcurso del mismo antes de que se diera la desagradable situación.
Así, Alejandro Narváez Ferre fue expulsado en el minuto 61, por doble amonestación, motivo por el que Antonio Jesús Gómez Magán abandonó el terreno de juego diez minutos después.
Posteriormente, comenzaron a sucederse los incidentes, con insultos de dos jugadores del Roquetas 2018, en concreto de Abdelfadel El Ayaty, que había sido expulsado con el partido ya suspendido, que se dirigió a Carrión Ordóñez llamándolo «hijo de puta, me cago en tus muertos», además de lanzar un «pelotazo hacia el equipo arbitral, sin llegar a impactar en ninguno», mientras que el que provocó la suspensión, el citado Soufiane Bour Qaiba, tras haberle dicho que se retirara, fue el que golpeó al árbitro.
Este, según indica el acta del partido, «mientras se retiraba del campo se fue gritándole a mi asistente número 1 -Ali Hassan Raouane El Mottaqui-, hijo de puta, te voy a matar, tus muertos, te mato cabrón y que no lo mirase más que lo mataba». También refleja el acta arbitral que Alejandro Narváez Ferre se dirigió al citado asistente número 1 con insultos como «qué me miras hijo de puta, eres un mierdas, todos tus muertos cabrón».
Se da la circunstancias que en el partido que ambos equipos disputaron el pasado 25 de septiembre acabó suspendido por supuestos insultos racistas al jugador del Roquetas 2018 Mussa Cámara. Los hechos, según constó en el acta arbitral, se produjeron en el minuto 71, cuando el Carboneras ganaba por 2 goles a 0 a los roqueteros. Fue el momento en el que se pudieron escuchar de forma «reiterada», según el árbitro, insultos como «eres un negro de mierda», dirigidos contra uno de los visitantes.
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Los momentos de tensión vividos en aquel momento, que llevaron a pedir la presencia de fuerzas del orden y a amenazar con la suspensión del partido, acabaron con la decisión de abandonar el encuentro por parte del equipo roquetero. «Ante la gravedad, la directiva unilateralmente hemos decidido que los jugadores abandonaran el campo, ya que la situación ha sido lamentable y algunos jugadores se encontraban anímicamente destrozados», aseguró el presidente del AD Roquetas 2018, Antonio Torrecillas, en declaraciones a IDEAL.
En un comunicado difundido en redes sociales, el club aseguró que «no podemos tolerar en pleno siglo XXI cualquier tipo de insulto solo por el color de la piel de cualquier persona, es inadmisible», además de mostrar públicamente «nuestro apoyo y mucho ánimo» a sus jugadores.
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El Comité de Competición, casi dos meses después, no pudo demostrar dichas acusaciones, dándose el partido por perdido finalmente al conjunto roquetero por el resultado de 3-0 con sanción económica para el Roquetas 2018 y para el delegado del conjunto roquetero. Además, se le descontaron tres puntos al Roquetas 2018.
Por su parte, el presidente del club de Carboneras, José Antonio Hernández, negó en su momento tajantemente que se produjeran insultos racistas en el encuentro, aunque sí que admitió que hubo momentos de tensión provocados por el jugador roquetero. Según su versión, en el minuto 71 un jugador del Roquetas hizo una falta a uno de sus contrincantes. El jugador que recibió los insultos salió a por el balón e hizo amago de agredir a un niño de corta edad que se encontraba en el lugar, lo que indignó al público. «Le dijeron gilipollas, pero nada racista», aseguró Hernández a IDEAL.
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El público empezó en ese momento a increpar al jugador roquetero, que se enfrentó a una parte de la afición y «ya se lió, porque estaba insultando a la grada, pero en ningún momento ha habido un insulto racista», declaró el presidente del club.
En el acta arbitral el árbitro, Pablo Lorenzo Vicente, afirmó haber presenciado en el minuto 71, que un grupo de aficionados se dirigían hacia el jugador Mussa Cámara con insultos como «eres un negro de mierda», de forma «reiterada». Los autores, aseguró el árbitro, eran aficionados que portaban vestimentas del Carboneras CF, advirtiendo, además, al delegado de campo, Juan Caparrós, de la posible suspensión temporal del partido si no disponían estos aficionados su actitud, a la vez que se desplazaron al campo efectivos de la Guardia Civil.
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Ante los hechos, el delegado del club roquetero, Antonio Aljarilla, indicó al árbitro que los jugadores no se encontraban moralmente dispuestos a continuar el encuentro, por lo que decidieron abandonar el partido.
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