Carlos Rodríguez, frente a los mejores en el Dauphiné

El corredor granadino Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers) realizará durante los ocho próximos días su último test de cara al Tour de Francia, probará su estado de forma en el Criterium del Dauphiné, un clásico en el que saldrá este domingo con galones y como jefe de filas de la escuadra británica a la que representa y, además, tendrá la oportunidad de medirse a los mejores ciclistas del mundo, grandes adversarios como son Primoz Roglic y Remco Evenepoel, que regresan a la competición tras las heridas que sufrieron en sus caídas en la pasada Vuelta al País Vasco.

También estará el alicantino de formación ciclista Juan Ayuso, la otra gran baza española, con el que se verá las caras en ese reinado nacional entre el sexitano y el levantino.

Los españoles tienen mucho que decir. Ayuso ganó la Itzulia (Vuelta al País Vasco), con quinto lugar para el corredor del UAE en el Tour de Romandía, que precisamente se anotó Carlos Rodríguez.

Quien no estará es Vingegaard, que ha preferido concentrarse en Tignes, en los Alpes franceses, no se siente todavía preparado y busca ritmo. El título de la edición de 2023 que lograra, por tanto, quedará en otras manos y piernas.

La grave caída en la Itzulia pasó factura. Fracturas y heridas diversas obligaron a Roglic, Evenepoel y Vingegaard a modificar buena parte de los planes. Ahora se cumplen dos meses del accidente y los tres no habían vuelto a competir.

Saldrán desde Saint-Pourçain-sur-Sioule tanto Roglic, el menos dañado por la curva de Krutzeta, como Evenepoel, curado de la fractura de clavícula y del susto de pasar a pocos centímetros de un árbol de enormes dimensiones. Es la primera vez que el belga acude a la prueba francesa, considerada un test ideal para el Tour. Hasta este año, con retos distintos por delante, había optado por la Vuelta a Suiza.

El terreno del Dauphiné, exigente con subidas importantes en el corazón de los Alpes, servirá para evaluar desde dónde inician ambos la aproximación al principal objetivo del año.

Evenepoel ha apuntado que es todavía pronto para él. Le acompaña Mikel Landa, que también se reincorpora a la competición tras fracturarse la clavícula un día después que su compañero del Soudal.

Durante los ocho próximos días encontrarán montaña para dar y regalar, si bien antes, el miércoles, afrontarán una contrarreloj individual de 34 kilómetros. La máxima dureza se concentrará en las últimas tres jornadas. Un reto interesante previo al Tour.

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