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Para hablar del Futsalhendín hay que remontarse a la temporada 2011/12. Fue el curso de su nacimiento, auspiciado por un grupo de padres que buscaba dar a este municipio una alternativa al fútbol acercando valores de respeto e igualdad a la pista cubierta de una de las mejores ciudades deportivas de toda la provincia.
Pero si cuajó aquel proyecto, atípico porque no venía de la mano de empresarios ni de entrenadores de ida y vuelta, sino que emergía del ideario de papás y mamás, fue porque precisamente estos últimos nunca se desviaron del ideario inicial. Se trataba de sostener una estructura liderada por técnicos y entrenadores titulados, sí. Pero la última palabra no la da una marca patrocinadora, ni un foráneo con promesas sostenidas en caso de buenos resultados. Viene de quienes ven a sus hijos esforzarse en la cancha, se gane o se pierda. Y una década después, sigue funcionando.
El CD Futsalhendín es una auténtica cuna de talento. Y las tres últimas joyas en salir de aquí son una auténtica revolución. Porque de Ana, Carmen y María ya se lleva años hablando por toda Andalucía. Pero es que ahora, las dos hermanas más pequeñas viven el sueño de jugar en la selección española a sus quince años.
Este fin de semana, las mellizas han estado en Braganza para disputar un doble amistoso frente a Portugal. Es la primera convocatoria de un combinado nacional sub-15 femenina de fútbol sala y tanto Carmen como María, que juegan en la Primera Andaluza infantil masculina, han derribado la puerta del vestuario de la selección española para hacer historia.
Pero es que lo suyo viene de siempre. Cuando este club daba sus primeros pasos, también lo hacían estos tres pequeños talentos. Ana tenía cuatro añitos y sus hermanas mellizas, Carmen y María, tenían tres. No tardaron en ingresar en el equipo. Cuenta su entrenador de entonces, Antonio García, cómo las vio llegar en la categoría bebé, con solo cuatro añitos. Y no tardaron en destacar. «Con siete años, ya eran campeonas de Andalucía», dice.
A día de hoy, Antonio sigue siendo entrenador. Una década cultivando el talento de ellas tres y de todo un grupo de chavales a los que también apunta como la clave del éxito. «Ellas son especiales, pero no me puedo olvidar de un equipo que es maravilloso al completo», pondera.
A Carmen y María Maldonado las llamaron hace una semana de Las Rozas, donde habían estado previamente con una convocatoria de preselección junto a otras veintidós jugadoras. Y hace una semana, volvían a descolgar el teléfono para recibir la confirmación de que habían sido inscritas en la lista definitiva. Pero apenas le dieron importancia. «Nos cogió inmersos en la preparación del campeonato de España de clubes, y decidieron posponer la alegría para el lunes. Son así», confirma su entrenador.
Pero ahora sí. Están en Portugal jugando dos partidos con la selección española siendo infantiles de segundo año lo que les permitirá, si todo va bien, poder repetir con esta sub-15 una temporada más. Con el Futsalhendín, han sido campeonas de Andalucía esta temporada. También fueron campeonas de Liga y este pasado fin de semana disputaron el mencionado Campeonato de España ante los representantes de Ceuta, Melilla y Canarias.
Las niñas son campeonas de España con la selección andaluza; lo consiguieron el pasado mes de abril, en Murcia, siendo las capitanas de dicha selección. Y en enero fueron subcampeonas de España con la selección sub-16.
«He tenido y tengo la suerte de disfrutarlas cada día», afirma García. «Son disciplina, ganas de aprender y aportan seriedad y madurez al grupo, desde siempre, aunque fueran tan pequeñitas», añade. María llegó a presentarse un día a un partido con 39 de fiebre porque no podían perder, era muy importante estar con el grupo. «Si se han encontrado mal un día, han llegado a venir al entrenamiento vestidas de calle, solo por no perderse la sesión», remarca el entrenador.
Aunque no sólo son compromiso. «A nivel de juego, son muy rigurosas, inteligentes… María tiene una imaginación tremenda con el balón. Es pura creatividad. Carmen es la inteligencia, es como tener otro entrenador dentro del equipo porque ayuda mucho a sus compañeros. Es la jugadora que vigila que todo salga bien y eso hace que todos brillen un poco más», destaca.
Ana, por su parte, «es una jugadora muy intensa, de las que siempre está apretando y corriendo. Defensivamente es buenísima, es muy fuerte». Son además, tres jugadoras ambidiestras porque desde pequeñas han trabajado la psicomotricidad en este sentido.
A la pregunta de dónde viene tanto talento, Antonio García vacila un segundo. «Es que no te lo sabría decir porque seguro que una parte es innata… Pero el trabajo y la constancia lo han sido casi todo para ellas tres. Te diría sobre todo el rigor. Siempre quieren superarse, este valor ha sido básico desde una edad temprana», advierte.
Y otra clave es la competición mixta. Que las niñas jueguen con niños en edades tempranas es vital para elevar el nivel de aprendizaje de forma exponencial. «Hay muchas niñas jugando al fútbol sala y ojalá existieran categorías femeninas suficientes para que la competición fuera máxima», esgrime. «Pero si no 'obligamos' a esto, conseguimos que las chicas expriman mucho más su potencial en cuanto a fuerza física, por ejemplo. Hasta los dieciséis años, las capacidades entre niños y niñas están muy equilibradas y tanto unos como otros agudizan cualidades propias para ponerlas en práctica en una competición que exige mucho. Y esto hace mejorar a todos, aquí está la prueba», sostiene el entrenador.
Carmen, Ana y María son la punta del iceberg. La cara más visible del rédito que otorga el trabajo constante. No quiere decir que el esfuerzo siempre tenga premio, eso es mentira. Pero ellas, lo están alcanzando a base de toneladas de afán y de un grupo que las hace ser mejores. El compañero que menos tiempo lleva en este equipo llegó hace cinco años. Eso te da un plus en la competición. Pablo ha sido el portero de la selección andaluza y Víctor el capitán. Antonio quedó a las puertas y estos tres junto con Enrique fueron parte de la selección granadina. «Quizá pueda parecer raro que un grupo tan bueno lo lideren tres niñas. Pero aquí no lo es», abrocha.
El Futsalhendín comenzó su andadura en el 2011 con solo tres equipos. Hoy es un club que forma a niños y niñas en competición desde los cuatro años, teniendo un equipo juvenil en la División de Honor, un Tercera división y estando bien representado con jugadores de la cantera en el Sima Granada de Segunda B. El ADN es de club de formación. Aquí este mantra es religión. Saben en el Futsalhendín que convertirse en un club de alto rendimiento supondría una quiebra competitiva de momento.
Aquí se forman doscientos jugadores de forma integral. Este año han incorporado una psicóloga que hace un trabajo emocional con niños de entre siete y doce años con sesiones mensuales. La educación en valores va por delante de la charla táctica. Se orientan al rendimiento y a la competición, sí, pero sin dejar la formación y la educación atrás.
Este año sin ir más lejos, el Futsalhendín ha tenido varios equipos infantiles. Uno juega la Liga Autonómica y otro ha disputado la Segunda Andaluza. Cada equipo ha tenido objetivos distintos. Todos compiten para ganar, pero dentro de unos cauces, marcadas por las capacidades de cada grupo. Y otro dato, los dieciséis jugadores del Futsalhendín Autonómico son de Alhendín. Sin fichajes, sin reestructuraciones de verano. Sin romper otros grupos. Trabajando desde la base y con las ideas claras, se puede.
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