Un centenar de velocistas en el Trofeo de Otoño del Patinaje La Zubia

Precisión, mucha fuerza en el tren inferior para ganar en el impulso de salida y equilibrio de torso para hacerse con la mejor trazada en cada curva. Pero, sobre todo, mucha concentración. El patinaje de velocidad es un deporte atractivo porque tiene de todo. Para los niños y niñas en edad de crecimiento, ponerse unos patines es una de las mejores herramientas para avanzar en sus capacidades psicomotrices. Además, mejora conceptos como la agilidad y, quizá de lo más importante durante los primeros pasos, aprender a levantarse tras una caída. Esto último vale para todo en la vida.

Durante este fin de semana un centenar de amantes de las cuatro ruedas en línea se dieron cita en el Torneo de Otoño del Club de Patinaje de Velocidad La Zubia, una competición de carácter oficial que cuenta con la aprobación de la Federación Andaluza de Patinaje, atrayendo hasta el recinto ferial de este lado del Área Metropolitana a velocistas que han llegado desde diversos rincones de Andalucía, incluso desde la Comunidad de Madrid, o Toledo.

Los más avezados disfrutaron de entre cuatro y cinco pruebas por categoría y, adicionalmente, se celebró una más entre corredores no federados. El objetivo de este Torneo de Otoño es el de competir a gran nivel antes del inicio de la temporada oficial. Que los más rápidos calibren bien el tono muscular y los que vienen por detrás ganen en experiencia.

Y de esto sabe el Club de La Zubia. Esteban Moya es uno de esos presidentes que predican en el ejemplo. Activo en los entrenamientos de cada tarde, ha conseguido formar en la provincia una escuela de corredores que es única en Andalucía con más de un centenar de patinadores de iniciación y cincuenta más repartidos en las categorías más avanzadas. Este club es además puntero a nivel nacional con patinadores siempre peleando las medallas en el Campeonato de España. Los últimos, Esteban S. Moya e Irene Molero, presentes en la cita que se celebró el pasado mes de mayo en Navarra.

Para probar al lado de algunos de los mejores velocistas de España, hay que calibrar primero el nivel. Las categorías base del Club de Patinaje de Velocidad de La Zubia, niños y niñas de 4 a 13 años, entrenan los martes de cinco a seis y media de la tarde en el Patinódromo El Laurel, en el recinto ferial de este municipio. Los del grupo de velocidad de niveles uno a tres lo hacen cada tarde. Incluso hay sitio para adultos, cada sábado por la mañana. Solo hay que echarse unos patines a la mochila, pasar por sus instalaciones y demostrar de qué eres capaz con cuatro ruedas en cada pie.

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