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«La superación engancha»

Además de Pascual, estudiante de la propia facultad, que contó su experiencia personal hasta asentarse como deportista de élite, Lia Beel explicó que lleva haciendo deporte desde muy pequeña y destacó que forma parte «de mi vida». Recién retirada del atletismo porque entendía que ese no era su camino, deja atrás varios años de competición en los que ha participado en Juegos Olímpicos, mundiales y europeos de su disciplina con varios oro en su cuello. Ahora practica jiu-jitsu, un arte marcial que compatibiliza con su trabajo como profesora de braille y que le permite reivindicar que su día a día «es como el vuestro».

Marta Arce, por su parte, aseguró que la superación «engancha». «Detrás de la superación hay más vida, pero nos gusta estar aquí porque somos deportistas», añadió, con deseo de que las mujeres que tienen alguna discapacidad se planteen la posibilidad de hacer deporte. «Me he adaptado a mis necesidades», apuntó la judoka, que reclamó a los medios de comunicación que sigan a las deportistas «con mucho cariño» y traten de usar con ellas «el lenguaje más preciso posible».

Por último, Sonia Ruiz aseguró que la discapacidad «me dio más de lo que me quitó». «Casi siempre practicaba deporte colectivo y cuando vi el desfile olímpico de Barcelona 1992 decidí que quería estar allí», señaló. «La solución fue olvidarme de que tenía una discapacidad, de que era mujer y de si entrenaba y era mejor acabaría estando en la pista. Y desde que entré a la pista no he salido de ella», concretó.