El críquet se juega en Granada y suma adeptos. Cada vez son menos deportes de los que solo suena el nombre en España y esta disciplina, una práctica con una marcada influencia británica que apenas tiene implantación en la Península Ibérica, ya no es desconocido ... en la provincia, en donde un grupo de amigos ha desarrollado un proyecto para dar forma a un campo y comenzar a competir en las competiciones nacionales que se vayan creando.
El Granada Club Cricket solo tiene tres años de vida, pero han sido muy bien aprovechados. Andy Applin y Richard Abbott, naturales de Reino Unido y Nueva Zelanda, respectivamente, se encontraban en Granada en 2020 y ambos son unos apasionados del deporte del bate y la pelota. Comenzaron a mover la posibilidad de montar un conjunto granadino y en solo unos meses consiguieron tener una docena de hombres para competir. A partir de ahí, buscaron un lugar en el que establecer su sede y, si era posible, conseguir un campo en el que entrenar y poder jugar. De esta forma, transformaron una escombrera que había en Vegas del Genil, justo al lado del Club de Campo, y la transformaron en un terreno de juego. Con una cuerda marcaron todo el óvalo que marca el terreno donde se disputa un partido de críquet y ahora ya cuenta con medios para poder recibir a otros equipos en Granada y disputar partidos como local.
Andrés (Andy) Torres es uno de los impulsores de este proyecto. Nació en Inglaterra, pero a los cinco años regresó a España. Toda su familia es española pero siempre sintió cierta inquietud y afición por un deporte que cada vez tiene más adeptos latinos. «Después de cincuenta años, me he encontrado con que se puede jugar al críquet aquí en Granada y desde entonces estoy ayudando y colaborando para formar un equipo y un campo», cuenta. Ese campo todavía tiene margen de crecimiento, a pesar de que se encuentra ubicado en una parcela rústica. Los integrantes del Granada Club Cricket comparten allí con sus familiares los partidos, que habitualmente son de varias horas. Uno de los que han disputado recientemente ante el Costa del Sol Cricket Club duró unas siete horas.
Entender el críquet es tan sencillo como practicarlo. En este deporte hay dos equipos, que juegan de manera continua para puntuar. Primero hay un equipo que hace todos los lanzamientos que pueda para anotar y más tarde se intercambian las posiciones con el rival. El equipo que está atacando e intentando sumar coloca a dos jugadores, uno frente al otro. A uno de ellos el lanzador del equipo rival le tirará una pelota, con el objetivo de derribar dos travesaños pequeños que sujetan tres palos detrás de él. Si lo consigue ese jugador quedará eliminado, pero si logra golpear la pelota se activarán las opciones de que el equipo de atacantes pueda puntuar con una o varias carreras. Lo hará de tres formas posibles. Si el golpeo va fuera de los límites del campo y no toca tierra antes de hacerlo sumará seis puntos (carreras). Si lo hace igualmente, pero tras botar antes dentro del terreno de juego solo se acumularán cuatro anotaciones. Y si ninguno de estos supuestos se cumplen, el jugador que ha golpeado deberá decidir si cuenta con tiempo suficiente para echar a correr e intercambiar su posición con el compañero con el que estaba frente a frente. Si lo logra, sumará una carrera y este proceso se podrá volver a repetir para puntuar una segunda o tercera carrera.
Mientras tanto, los defensores tratarán de eliminar a los atacantes que golpean. La forma más básica de hacerlo es derribando los citados travesaños o tocando alguno de los palos que los sostienen mientras que se está produciendo un intercambio de los golpeadores. Si alguno de ellos queda fuera, comenzarán a entrar jugadores que esperaban en el banquillo hasta que al menos once hayan pisado la zona de golpeo. En ese momento, cuando el jugador número diez es eliminado, el equipo que golpea deja de atacar y se intercambian los equipos para que el conjunto que defendía intente sumar puntos ahora.
Adaptaciones
Esta mecánica, que a un buen nivel puede alargarse en el tiempo sin que los jugadores sean eliminados, ha sido muy trabajada por los organismos que gestionan el deporte para que los duelos no se hagan eternos. El que se disputó entre el Granada Cricket Club y el Costa del Sol Cricket Club era un choque de tiro limitado, en el que cada escuadra disponía de 210 lanzamientos –salvo que perdiera a todos sus jugadores antes– para hacer el mayor número de carreras, pero hay encuentros con un número menor de lanzamientos y también otros enfrentamientos que se juegan a más tiros, provocando así que el choque sea más largo o más corto.
En Granada, el Ayuntamiento de Vegas del Genil está apoyando al Granada Cricket Club con el objetivo de que el deporte se consolide en la localidad metropolitana. Actualmente, el equipo de la provincia cuenta con treinta jugadores. «Cada semana se van sumando más personas que nos van conociendo. Queremos darlo a conocer, porque es un juego que engancha y ahora mismo en Andalucía no es fácil jugarlo», explica Torres, que celebra que el conjunto nacional de críquet se haya clasificado para jugar la fase final del campeonato de Europa por selecciones. En paralelo, está en marcha un proyecto que se desarrollará a lo largo de esta temporada, para que los niños de entre ocho y 16 años empiecen a jugar al críquet y así se garantice el futuro de este deporte, que volverá a ser olímpico en 2028, en Granada. Es críquet, es uno de los deportes más seguidos del mundo, es sencillo y cada día se juega más.
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