![Daniela posa con su KTM60 cc de dos tiempos, junto a sus padres. Él, Iván, hace las labores del técnico.](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2023/04/03/dxt.jpg)
![Daniela posa con su KTM60 cc de dos tiempos, junto a sus padres. Él, Iván, hace las labores del técnico.](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2023/04/03/dxt.jpg)
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Olor a gasolina de dos tiempos, mucho color y ruido del motor de su KTM de 65 cc. En el mundo del motocross ha nacido una nueva estrella, una piloto con ganas de conquistar redes y circuitos. Porque Daniela, que así es como se llama esta güejareña de nueve años, sueña con, además de convertirse en la reina del circuito, ser un ejemplo para otras niñas a través de las redes sociales. Iván y Jennifer, sus padres, apuestan por el talento y la ilusión de la pequeña, que en breve abrirá su propio canal YouTube.
A Daniela, una niña risueña, feliz y la mayor de cuatro hermanos, el gusto por las ruedas le viene de su padre, aunque muy por su abuela también. Disfrutaba viendo subir a Iván, el papá, en su KTM de 250 cc pero lo que más le gustaba era cuando la montaba con él y ella podía imaginarse siendo una piloto de verdad. Está cerca, se aplica en sus clases de pilotaje bajo la tutela de Jesús Gómez, del equipo Factory, cada fin de semana en Karting Granada y cuando termina, toda la familia se va a Medina Elvira, lo que deja un escenario idóneo para seguir trabajando en la KTM. «Todavía no está preparada para hacer una carrera, pero nuestra intención es que esté pronto compitiendo», dice la mamá.
Jennifer por cierto está encantada con la idea de ver a su hija trazando curvas. «Los sábados por la mañana, su padre se la lleva a las clases y durante todo el fin de semana la familia vamos detrás de ellos, para que Daniela siga entrenando», explica. La estrategia gira en torno también a las redes sociales. Es el deporte del futuro, además de practicarlo tienes que enseñarlo, algo esencial para contagiar esta pasión a más niñas y niños. Y, si hablamos de motor, es un deporte costoso pero viable si te acompañas de los 'sponsors' adecuados.
Daniela ya tiene perfil en Tik Tok y en Instagram. Un perfil que en realidad es de sus padres, como es evidente. Ellos eligen el contenido y cuidan la imagen de su hija para que ella solo se tenga que preocupar de brillar pilotando. Y crea escuela. A su hermano Paco, el tercero de los cuatro, ya le empieza a dar un poco de envidia sana. A sus tres añitos imita a Daniela con su bicicleta sin pedales, y demuestra maneras.
¿Y sus estudios? «Los lleva muy bien, además hace danza en el conservatorio Reina Sofía… es una niña que puede con todo» pondera Jennifer. «Una niña así se ve poco. Que le guste bailar y correr con la moto… Sé que llama la atención y vamos a intentar que la gente la conozca porque me parece que Daniela es un buen ejemplo para otras niñas, que no se sientan inferiores a los niños porque practican un deporte, que siempre ha sido de chicos. Me ilusionaría, la verdad, que Daniela abriese camino en este sentido, demostrar que una chica también puede». Una carrera de fondo, con un premio inmenso.
Por cierto que en el mundo del motor lo habitual es que la familia forme un equipo. Un gran equipo. Daniela piloto, Jennifer psicóloga cuando hay que levantar los ánimos e Iván, el mecánico. «Cada vez que salimos me encargo de limpiar los filtros, de engrasarle la cadena y echarle sus aceites, que todo esté a punto para que ella sólo se preocupe de divertirse», comenta el papá.
«Nuestra única preocupación es que ella sea feliz, que se lo pase bien haciendo deporte. Dentro de unos meses, queremos que empiece en circuitos y con el tiempo inscribirla en categorías mixtas, que viaje por toda Andalucía compitiendo», abunda Iván.
Poco a poco, está empezando. «Muchas veces me pregunta si ella será capaz de dar un gran salto, o de terminar cierta carrera… Y tanto su padre como yo le decimos que llegará hasta donde ella quiera». Porque Daniela ya se ha caído, y ha sabido sacudirse el polvo y levantarse. «A los cinco minutos se le olvida, aunque aprende, y vuelve a subirse en la moto, pero eso sí, siempre con mucho respeto». Y con mucha ambición porque Daniela, está destinada a llegar lejos.
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Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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