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David Serrano, en su despacho de la Federación Española de Bádminton. D. S.
«Participar en Barcelona 92 fue la culminación a mi carrera»
Granadinos en los JJOO

«Participar en Barcelona 92 fue la culminación a mi carrera»

David Serrano estima que en los Juegos se sintió «pleno como deportista» y que el bádminton español creció a partir de la cita olímpica

Miércoles, 24 de julio 2024, 23:47

Seguro que David Serrano Vílchez, nacido en Granada el 11/10/1968, nunca pensó que un deporte tan desconocido como el bádminton le reportaría tantas satisfacciones. Y muchos triunfos hasta convertirse en el rey nacional de la competición española de los noventa. Llegó a ser olímpico en Barcelona'92 y los progresos que experimentaba el bádminton en nuestro país, entonces, se vieron acompañados por el atractivo horizonte que a nivel personal también se le presentaba al granadino. Las puertas quedaron abiertas de par en par al incorporarse a los principales estamentos del bádminton nacional. Primero al Centro de Alto Rendimiento de Madrid como entrenador (ciclo de 2000 a 2004) y, a continuación y tras clasificar a dos jugadores para los Juegos de Atenas, en el staff técnico de la Federación Española de Bádminton como director técnico.

Los ochenta y noventa fueron el arranque del deporte de Serrano, aunque no tienen nada que ver con el 'boom' que se produjo a partir de la organización en Madrid del Campeonato del Mundo de 2006. Ahí se pusieron en marcha muchos proyectos como 'Vuela con el bádminton' y 'Se busca campeón', la campaña estrella. Existió una gran estructura de centros de tecnificación, con un CAR que es la envidia de muchos países de Europa, fábrica de talentos y en cuya cima se refleja la onubense Carolina Marín.

Tales avances no los disfrutó en su época de deportista David Serrano, pero sí fue partícipe del proyecto deportivo que ahora es modelo de éxito, todo ello a partir de que la Federación Española de Bádminton lo contratara en 1999, como director técnico, momento en el que inició una formación específica para ello y realizó tres masters. David Serrano es máster en alto rendimiento deportivo por el COE, en gestión deportiva por el Instituto Olímpico de Ciencias del Deporte, y en 'coaching' deportivo por la Escuela de Inteligencia y la Universidad Camilo José Cela. Durante el tiempo de deportista también sacó horas para estudiar diversas titulaciones, como diplomado en Educación Física y licenciado en Psicopedagogía por la UGR.

La recompensa

Su presencia en los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona fueron la mayor recompensa que pudo tener como jugador. «Para mí significó llegar a la cúspide y también para el bádminton español. Era la culminación a mi carrera y el punto de inflexión para mi deporte. Luego intenté clasificarme para Atlanta y me resultó imposible. Solo me duele eso, el haberme retirado quizás algo pronto, con 27 años», puntualizó en una entrevista con este medio del autor sobre 'leyendas del deporte granadino'. Y abundó en que «yo disputaba solo seis campeonatos al año mientras que Carolina Marín juega actualmente de 16 a 18, es muy distinta la competición en eso».

En Seúl el bádminton ingresó como exhibición y resultó un logro para el granadino el poder estar presente en Barcelona'92 junto a Esther Sanz. «Perder en el primer partido contra un japonés ahora queda como anécdota. Yo estaba allí», aclaró, que era lo importante.

David Serrano no cree que la etapa de técnico sea menos dura que la de jugador, aunque ahora no viaja tanto y reside en Madrid. «Para mí es una satisfacción ver el proceso que ha experimentado el bádminton y poder dedicarme a él profesionalmente».

Nombró a José Miguel García de la Torre, David Cabello, Fernando Rivas, Alberto Carazo, Salvador Franco, Francisco Molina, Raquel García... como valedores locales y que, en muchos casos, estuvieron «en el éxodo de Granada a Madrid».

Aunque sabe que en su tierra queda Salvador Franco con «una excelente hornada... entre los que destacan sus dos hijos, Candela Arco y otros jóvenes que ya han alcanzado grandes cotas a escala nacional».

En cuanto a la culminación de su carrera como deportista, nunca olvidará su participación en Barcelona 92. «De los Juegos Olímpicos tengo, sobre todo, el recuerdo de haber tenido la sensación de ser un deportista de alto nivel. Me sentí pleno como deportista en ese momento, porque la cuestión era que formé parte de la élite mundial. Había sido campeón de España, pero allí estaba con los mejores de mi deporte y de todos los deportes, codeándome con ellos», apunta David Serrano, satisfecho y orgulloso de haber vivido tan emocionante e histórico momento del deporte español.

En la competición olímpica. R. I.

Forjado en el Escolapios y el Universidad, donde obtuvo «los medios para llegar al máximo nivel»

David Serrano se inició en el bádminton tarde, con 15 años en el Instituto Mariana Pineda de Granada. Gregoria Bazuelo, profesora de Educación Física del centro, se lo propuso «y a partir de ese momento me enganchó profundamente». Como tenía facilidad, le entregó las llaves del pequeño gimnasio para practicar todas las tardes. Desde los 10 años había practicado múltiples deportes de raqueta como tenis, tenis de mesa, frontón y squash que le aportaron destreza. Ganó el torneo interno del instituto y luego el Campeonato Provincial de Granada. Nunca olvidará, afirmó, «mi primera derrota, la paliza que Francisco Alberca me endosó en el Campeonato de Andalucía, el 15-0 del segundo set me dejó perplejo». A partir de ahí nació el reto personal por convertirse en el mejor jugador de España. Y hubo un cúmulo de victorias consecutivas a nivel nacional. Arrancó en el Club Bádminton Escolapios con Luis Terón y, posteriormente, en el Club Bádminton Universidad de Granada con David Cabello como entrenador, y junto a Salvador Franco, Francisco Molina, Alberto Carazo, Esther Sanz, Fernando Rivas... «Ellos hicieron que en los momentos claves de mi carrera tuviera los medios necesarios para llegar al máximo nivel nacional, y a poder representar a mi país en los Juegos». El 92 «fue el año más especial sin ninguna duda. No obstante guardo grandes recuerdos de las temporadas anteriores, de los múltiples viajes por España y el extranjero, y de la gran cantidad de amigos que he conseguido dentro del bádminton nacional e internacional», sentenció.

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