Ángel Rojas saca músculo durante este pasado campeonato de España de kickboxing, que fue inclusivo al albergar también las categorías adaptadas a discapacidad. IDEAL

Deportes

Ángel, un campeón de España que vive el sueño del 'kick boxing' inclusivo

Rompiendo barreras ·

A sus 15 años, el pupilo de Emilio López en el Club Derkesthai, se ha convertido en doble campeón nacional, entrenando al lado de figuras como Andrés Entrena y siendo un ejemplo de que la inclusión en las artes marciales no es imposible

César Guisado

Granada

Miércoles, 26 de julio 2023, 00:01

La inclusión en las artes marciales también es una realidad. De serlo. Porque no hay otra herramienta para la superación individual y colectiva, como el deporte, cuyas enseñanzas son aplicables a casi todas las facetas de nuestra vida. Y esto, que para muchos deportistas es ... mantra, para Ángel lleva siendo una realidad palpable desde hace dos años.

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Porque este chaval de Huétor Tájar de solo quince años ha pasado de buscar un hueco en equipos de fútbol, a ser la referencia en un gimnasio. Su familia, en especial una madre abnegada ante el desaliento que nunca ha desistido frente a la ilusión de su hijo, ha pasado de pedir inclusión a ver a Ángel entrenar al lado de todo un campeón de España como es Andrés Entrena, a quien por cierto admira.

Este chaval de Huétor Tájar que practica cada día en el Club Derkesthai a las órdenes de Emilio López está viviendo un sueño deportivo único. A sus quince años, se ha proclamado por segunda vez consecutiva campeón de España en la modalidad inclusiva del 'kick boxing', cayendo el último oro en el Multiusos de Guadalajara esta temporada. Ángel, deportista con síndrome de Down, recibió la medalla del mismo presidente de la Asociación Mundial de Organizaciones de Kickboxing (WAKO), Roy Baker, quien destacó no solo el trabajo del competidor granadino, sino que también el de federaciones y clubes como el Derkesthai, pioneros en la inclusión de kickboxers a nivel mundial.

Su mentor, Emilio López, explica que para el chico, este éxito ha supuesto «una alegría enorme» puesto que «está realizando un deporte que le gusta y ser el centro de atención de los demás por destacar en su actividad, le está viniendo genial». Este es el segundo año de Rojas en el tatami, y se nota. «Está consiguiendo más reconocimientos, y le llegan desde personas del pueblo, desde compañeros de su instituto… desde personas muy cercanas para él. Y esto hace que se sienta más cómodo no solo en su deporte, sino para emprender en otras facetas de su vida», advierte su entrenador.

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Pero, llegar hasta aquí, habrá sido todo un reto. «Pues si te digo la verdad, no lo ha sido», zanja Emilio. «Todos los deportistas que entran por la puerta del gimnasio vienen a practicar deporte, sea por salud o como una forma de canalizar su energía, si hablamos de los más pequeñitos. Cada uno tenemos nuestras habilidades y Ángel es muy bueno en cuanto a elasticidad. Además, tiene mucha fuerza y la manifiesta en la protección». Aunque, también tiene sus puntos débiles, «como todos. Su rango de visión, por ejemplo. Él tiene muchas dioptrías y además no tiene audición en un oído. Pero como te digo, todos tenemos nuestras cualidades, unas más elevadas que otras», apunta López.

Y en cuanto a que Ángel Rojas se convirtiera en campeón de España de competición, nunca fue un objetivo. «Nunca he planteado el concepto de preparar competidores. Ser competidor es una decisión que le llega al propio deportista. Y él lo decide. Y si elige serlo, yo lo único que hago es exigir ciertas condiciones». Idem con Ángel.

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Pinchar la burbuja

Lo que le exigió su madre fue encontrar una actividad en la que no tuviera que acompañarlo una persona extra. El binomio del deportista y su entrenador, nada de ayudas externas. Y pinchar esa burbuja es la mayoría de las veces la mejor decisión que puede tomar una familia. «Si juegas al fútbol y eres el único chico que tiene una discapacidad, es muy difícil que alcances el nivel del grupo. Y muchas veces necesitas una ayuda extra». En el 'kick boxing' «el equipo te hace avanzar, recibes la ayuda de tus compañeros para mejorar ciertas habilidades» y esto, eleva el valor de las artes marciales en cuanto a la oportunidad de inclusión.

Aunque no es fácil. Las competiciones para deportistas con discapacidad están aún muy verdes. Se busca la máxima segmentación según parámetros de edad o capacidades psicomotrices, cognitivas… y esto hace que no exista la categoría de peso, por ejemplo. Encontrar rival, es casi una odisea. «En el caso de Ángel no hay muchos competidores de su edad, ni tampoco rivales que entren dentro de su categoría por discapacidad». Y si no compites, es más difícil subir puestos en el ranking, lo que te permitiría obtener un mayor número de rivales. La pescadilla que se muerde la cola en este y en otros deportes.

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Mejoría auditiva y visual

Pero, sea como fuere, los objetivos de Emilio y de Ángel son otros. «No tenemos prisas, ni objetivos», confirma el entrenador. «Su desarrollo visual está creciendo, y su audición también. Lo noté en el último campeonato de España en el que como es normal tienes mucho ruido de fondo porque el resto de competiciones se siguen desarrollando mientras que tu alumno está en el tatami». Emilio, vio aquí como Ángel podía escuchar sus órdenes nítidas. «No falló en ninguno de los ejercicios. Ha mejorado su comportamiento visual, su memoria coreográfica, la capacidad de recordar secuencias de diez o doce golpes consecutivos. Además su interpretación visual ha mejorado, al igual que los rangos de sus movimientos, controla mejor la fuerza y esto le ayuda a trabajar con sus compañeros…» ¿Qué mayor objetivo que este?

Pronto vuelve el calendario y Ángel Rojas encarará el Campeonato de Andalucía para tratar de escalar al nacional y posteriores citas mundiales. Siempre aprendiendo y a veces enseñando. Porque Emilio, confiesa que también avanza junto a su pupilo. «Ver cómo una persona con unas capacidades cognitivas diferentes a otros alumnos, es capaz de llegar al mismo punto que el resto de competidores, es asombroso».

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Emilio lo llama promesa de mejora. «Nos prometemos mejorar cada día. Ángel lo hace de una forma diferente y yo aprendo para aplicarlo con el resto de mis deportistas. Nunca he querido integrarlo de alguna forma. Todos los deportistas tienen sus ventajas, y sus puntos débiles. Solo hay que trabajar para sacar nuestro máximo rendimiento», pondera.

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