Frenético inicio de 2025 de Nuria Párrizas

Muy intenso el inicio de año para la granadina Nuria Párrizas, que sigue subiendo peldaños en el circuito WTA y ya está la 91. El pundonor de la jugadora nazarí, su sacrificio y entrega, le han llevado a entrar de nuevo entre las cien mejores del mundo.

Acaba de dar una muestra más de su implicación y mérito, al ganar el primer choque de la clasificatoria en el torneo 250 WTA de Hobart.

Todo ello solo un día después de alcanzar las semifinales de Canberra, Challenger en el que defendió el trono conquistado en 2024 y que no pudo revalidar, pero donde rindió a gran altura.

En 24 horas se desplazó desde Canberra a Hobart y, conociendo las distancias que existen en Australia, tuvo que recorrer casi mil quinientos kilómetros, un largo desplazamiento, para competir en la 'qualy'.

La granadina se repuso rápidamente de la decepción que significó caer en semifinales por un doble 6-2, también fruto del agotamiento, aunque vive una segunda juventud a sus 33 años, ante la japonesa Aoi Ito.

En esta ocasión se estrenó frente a la británica Emily Appleton, más joven pero con peor ránking internacional, la 415 por la 91 y 25 años.

Párrizas tuvo que emplearse a fondo. De hecho cedió el primer ser por apretado 4-6.

El encuentro estuvo muy reñido y la nazarí se impuso en las dos siguientes mangas por el mismo marcador de 6-4, en una gran remontada.

A la granadina le tocará medirse en la segunda ronda de la clasificatoria (aparece como la número 7 de la previa), en la madrugada de este domingo vísperas de Reyes, a la neerlandesa Arantxa Rus, ya con un sitio en el cuadro final de Hobart para la vencedora del choque.

Se trata de otra competición, como la de Canberra, de preparación en pista dura para el primer grand slam de la temporada, el Abierto de Australia.