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Ignacio Fontes se acostó a las cuatro y media de la madrugada del sábado asumiendo su cuarto puesto en la final de 1.500 metros del Campeonato de Europa de Torun (Polonia), pero no porque nada le quitase el sueño. El granadino no estaba ... particularmente preocupado por la descalificación recurrida y corregida del noruego Jakob Ingebrigtsen. El campeón lo fue con una marca irrebatible de 3:37.56 y él quedó a un segundo de las medallas, con 3:39.66, por el 3:38.47 de su compañero de habitación Jesús Gómez. Junto a él y otros le dieron las tantas entre la cena y unas cervezas posteriores, de charla entre amigos. No le habría sabido bien ganar su primera medalla internacional absoluta en los despachos tras una carrera que no le dejó del todo satisfecho. Por esa razón ya solo piensa en seguir superándose a sí mismo al aire libre, dentro de unos meses, con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina.
-¿Cómo se encuentra?
-Estoy bien, ya por fin sé lo que soy, cuarto, que hasta este sábado por la mañana no lo sabía por la reclamación de los polacos. Amanecí reventado en la cama por la carrera y me fui a desayunar y de ahí a la cama otra vez, porque me dijeron que pusiera el móvil en sonido por si acaso prosperaba el recurso polaco. Al final la cosa se queda como acabó y es lo más justo.
-¿Qué posición ocupaba cuando se echó a dormir?
-No me acosté hasta las cuatro y pico y ya sabía que Jakob se quedaba con su medalla. A pesar de estar contento con el cuarto puesto, no fue mi mejor carrera a nivel táctico ni de sensaciones. Al final me encontré mejor, pero lo cierto es que los medallistas me sacaron un segundo. No me habría sabido igual que me hubiesen dado el bronce así, aunque lo habría cogido con mucho gusto porque tenía que estar ahí y ser cuarto.
-¿Qué le ocurrió en carrera cuando se escaparon Ingebrigtsen, Lewandowski y Jesús Gómez?
-Les vi irse y no sé qué me pasó. Tuve un momento de desconexión y quizás me conformé con que se fuesen, me faltó la sangre fría de irme con ellos. A mitad de carrera lo intenté pero ya no tenía las mismas piernas que en la semifinal, cuando sí me respondieron como quise y me pude poner primero. Quizás me pesaron algo más y eso me hizo no atreverme. La mentalidad no fue la mejor, tenía que haber arriesgado un poco más y haber aprovechado la oportunidad porque la última vuelta la hice muy bien y acabé con bastante fuerza. Llegaba en muy buen estado de forma, y de haber estado con ellos en los últimos 200 metros podría haber peleado las medallas. Para la próxima tengo la lección aprendida.
-¿Le dio miedo quedarse sin fuerzas?
-Sí, quizás. Analizándolo en frío, tuve un momento de flaqueza, de debilidad mental. Les vi irse y me conformé, lo vi lo normal. Podía haberme ido con ellos porque tenía piernas y había entrenado lo suficiente. Esas dudas, en un campeonato así, se pagan quedándote fuera de las medallas. Es muy difícil remontar a atletas de tanto nivel.
-¿Le preguntó Jesús Gómez por qué no se fue con él?
-Sí, me dijo que tenía que haberme ido con él, pero dudé. Luego a él le pasó igual; los nombres de Ingebrigtsen y Lewandowski le achicaron un poquito. Pudo pasarles pero no lo hizo. Al final, son decisiones que se toman en segundos de carrera y si no lo haces pierdes la oportunidad. Pero me alegro mucho por Jesús. Ha sido muy bonito compartir este campeonato con él.
-¿Cuándo pudo hablar con su entrenador, Jesús Montiel?
-Le llamé cuando parecía que tenía la medalla y me dijo que no importaba el resultado, que estaba muy orgulloso y que el trabajo se había hecho bien, que estuviese satisfecho. Los dos tenemos muchas ganas de que llegue ya el verano para correr rápido. El invierno fue muy bueno y se plantea un aire libre ilusionante.
-¿Quién le advirtió de la descalificación inicial de Ingebrigtsen?
-Fue la jefa de comunicación del equipo, pero también me dijo que seguro que habría reclamaciones e iría para largo. Como comenté desde el vestuario, yo ya estaba contento con mi cuarto puesto y si me daban la medalla también iba a estar muy bien, pero Jakob fue el mejor de todos porque hizo lo que quiso una vez se puso delante. La medalla no me habría sabido igual que habiéndomela ganado en los despachos que en la pista. Sí es verdad que con otros atletas no se tiene la misma vara de medir, y es complejo, pero por mí que no descalifiquen nunca por esas cosas porque no sacó ninguna ventaja, al contrario. Pero si las normas son así, es triste pensar que con Jesús o conmigo habría sido distinto. Debe servir de precedente para no descalificar a nadie, se llame como se llame.
-¿Qué le pareció la acción de la polémica, en carrera o repetida?
-Iba justo detrás cuando se produjo. Jakob se intentó meter por donde no podía en la curva, por dentro, y el polaco es muy corpulento y protegió su posición. Creo que lo hizo mal y arriesgó demasiado sabiendo cómo están las normas. Fue un lance de carrera que se pudo haber ahorrado, no tenía necesidad. Si lo hubiese hecho conmigo me podría haber pasado porque tengo dos cuerpos menos que el polaco (risas), pero es que hasta le arrancó el dorsal porque se iba a caer… Al verlo pensé que nos matábamos, y más después de haberme caído ya en el Campeonato de España.
-¿Le dio muchas vueltas por la noche?
-No, cenamos tarde porque hasta las once y pico no llegamos al hotel y luego nos bajamos a tomar unas cervezas. Estuvimos de charla Jesús Gómez, Álvaro de Arriba y Abderrahman El Khayami hasta tarde. Estuvimos arreglando el mundo, pero no hablamos solo de atletismo. Fue una charla entre amigos. Somos una selección con muy buen rollo y hay muy buen ambiente, nos apoyamos muchísimo siempre que a uno no le va bien. Esos ratos son los que recordaremos.
-¿Qué lección se lleva de Torun?
-Creerme que ya estoy, por lo pronto, al nivel tope europeo. Ahora toca entrenar y pelear por hacer lo mismo a nivel mundial, que es el siguiente paso. Tengo 22 años y habrá muchos campeonatos de Europa. Para mí ya es un orgullo poder estar aquí midiéndome con esta gente y ser cuarto entre atletas de tanto nivel. Era donde quería estar. La semifinal fue la más rápida de la historia en un Campeonato de Europa y a la mañana siguiente lo noté, me levanté con dolor, aunque estábamos todos igual. Lo he disfrutado mucho que es lo que importa. El bronce, además, está en buenas manos. El objetivo era estar en el Campeonato de Europa y he estado; la preparación fue buena y, aunque podría haber corrido más, tengo muchos años por delante para hacerlo. No me quita el sueño.
-¿Cree que esto le acerca a los Juegos Olímpicos?
-Objetivamente no, porque no vale para nada ni como puntos ni como marca. Subjetivamente, creo que mucho, a nivel de confianza y de que los rivales me empiecen a conocer y respetar más. Afronto el verano con muchas ganas. Si pudiese hacer una carrera de aquí a una semana, la haría para buscar la mínima olímpica -3:35.00-, pero ahora toca descansar.
-¿Qué planes tiene para las próximas semanas?
-Me concentraré en el CAR de Sierra Nevada todo el mes, del 29 al 25 de abril más o menos. Quizás me vaya a Lisboa otra vez una semana y a finales de mayo empezaré a competir. Todavía no me lo han confirmado, pero seguramente arranque con carreras de Diamond League. El Campeonato de España es a finales de junio y haré otro par de mítines ese mes. Después, ojalá los Juegos Olímpicos. El año pasado ya corrí la mínima en dos ocasiones y en esta cubierta hice 3:36 y 3:37. Creo que estoy como para hacer una nueva mejor marca personal en aire libre. Me veo muy bien, corriendo muy estable, y me da mucha confianza. Creo que podré atacar la mínima si no tengo ningún percance en estos meses de preparación.
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