David Valero junto a su mujer, Sandra Pando, y su hijo Marco, de tres años. IDEAL
Ciclismo
La familia de David Valero: «Ha demostrado lo grande que es»
MEDALLISTA OLÍMPICO ·
El ciclista bastetano se saca en Tokio la espina clavada de sus primeros Juegos Olímpicos, los de Río de Janeiro, cuando quedó a un puesto del diploma: «Es tan humilde que nunca habló de medallas, pero iba a por todas»
A los familiares de David Valero aún les tiembla la voz horas después de verle subirse al podio de los Juegos Olímpicos de Tokio con una medalla de bronce al cuello. «Estamos en una nube, no dejamos de recibir llamadas de toda España. Se lo merece por sacrificio, esfuerzo y constancia. Ha demostrado lo grande que es», se puede sintetizar de las palabras de Sandra, su mujer; Paco y Mari Carmen, sus padres; o Vanesa, su hermana, ante las llamadas de IDEAL. Baza vive una fiesta y sus vecinos, como sus familiares, no pueden esperar más para tener al ídolo entre ellos.
Nadie se perdió la histórica remontada de David Valero hasta el podio olímpico. «A todos nos dio rabia el enganchón que tuvo al principio, pero conforme siguió la carrera y le vimos remontar sentimos mucha emoción. Sabía que tendría fuerzas hasta el final», asegura Sandar Pando, su mujer. Solo tiene tres añitos pero Marco, el hijo de David y Sandra, no paró de dar botes en el sillón. «Llevaba desde las siete levantado, nunca le había visto tan nervioso. Hasta se comía las uñas. Me preguntaba si era 'papi' alguno de los que se cayeron. Todavía no entiende mucho porque es pequeño, pero iba dándose cuenta de la remontada y se lo íbamos explicando. Se puso loco de contento viendo a su padre», comparte Sandra.
Ni siquiera con su mujer compartió David Valero la aspiración de colgarse una medalla en Tokio. «Se encontraba muy bien físicamente, pero es tan humilde que en ningún momento habló de medallas, solo que iba a pelear por todo», reconoce Sandra. «Le ha puesto tanto trabajo, esfuerzo y sacrificio que todo tiene su recompensa; lo merecía. Nunca imaginé que pudiese llegar a un podio olímpico, pero le he visto luchar tanto que sabía que era posible», expresa. «Desde que le vi octavo en la remontada supe que podía llegar. Y ahí está, lo ha conseguido», celebra Sandra.
Los padres de David, Paco y Mari Carmen, vieron la carrera proyectada en el Cine Ideal de Baza junto a sus vecinos. «Todavía estoy nervioso, pero sí, ya me creo lo que ha conseguido. Estoy muy contento y emocionado, aunque durante la prueba pasé un mal rato como padre. La alegría de ahora hace que merezca la pena. Es muy complicado llegar hasta ahí», remarca Paco, que al salir del cine se fundió en un abrazo con la mujer y los suegros de su hijo. «Una medalla olímpica se ve siempre como algo muy lejano, pero conociéndole como le conozco sabía que podía conseguirlo. Aunque tuvo que remontar, siempre que le toca hacerlo le suele salir bien porque acaba con mucha fuerza y recupera posiciones. Ha conseguido sacarse la espinita clavada de sus primeros Juegos en Río de Janeiro, cuando se quedó a un puesto del diploma. Aquella experiencia le enseñó y le dio un grado, y aquí están los frutos», le aplaude su padre.
También Mari Carmen seguía presa de los nervios, «pero de alegría». «No me lo esperaba con la salida tan mala que tuvo, pero es tan valiente... siempre da guerra hasta el último momento. El cine se caía abajo con su remontada; yo solo pensaba en que no se cayese», cuenta su madre. «David es una persona muy buena y muy humilde, ni él mismo se cree el mérito que tiene. No le da importancia. Esta es la recompensa a todos los días que pasa cada año fuera de casa», expresa Mari Carmen, que desea abrazar y besar a su hijo «sin mascarilla ni nada» una vez le ha visto cumplir su gran sueño tras muchos meses de prevención ante el contagio de la covid-19.
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«Estaba segura de que iba a sacar las fuerzas de donde fuese», subraya Vanesa, la hermana de David Valero. «Fue muy emocionante. Gestionó muy bien un circuito que era muy técnico, muy complicado. Es el premio a la constancia de toda una carrera. Nunca se achanta ante los tropiezos, al contrario; él siempre se viene arriba y se motiva aún más para remontar. Como ha hecho en Tokio», comenta Vanesa, orgullosa. El bastetano David Valero ya es historia del deporte granadino.
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