El Huétor Vega cae en casa tras un segundo tiempo para el olvido

El partido comenzó muy parejo, como se mantendría prácticamente todo el primer tiempo. El Huétor Vega, que tuvo un arreón importante sin traducirlo en ocasiones en los primeros cinco minutos, buscaba en largo a Serigne. La falta de juego por abajo, conectando a los tres mediocentros locales, sería una constante, echando en falta al faro de este equipo, David Hurtado -no podía jugar por sanción-. Todo lo contrario en la propuesta atractiva del Torremolinos. Los jugadores del centro nunca estaban quietos, no eran indiferentes a la jugada por más que estuviesen lejos del foco de la acción. La permuta y movilidad era rutina entre los Garrit, Caturla y Amaya, jugadores de buen pie.

No hubo mucho que contar de la primera media hora. El Huétor Vega tuvo una triple ocasión en un córner, pero la defensa taponó hasta tres veces los remates. Sabaca, en un contragolpe mal ejecutado, decidió lanzar desde fuera del área con mal resultado. Respondía Oñate de volea tímida que atrapó Sergio. El trío arbitral pudo estar más acertado. Puede que hubiese cambiado la dinámica si se hubiese concedido un gol legal al Huétor Vega en el minuto 38. Juancar arrasó por izquierda, emuló a Jordi Alba buscando a un socio en el punto de penalti. Allí estaba Rubén, que disparó esquinado para toparse con el guante blando de César. Sabaca empujaría el rechace a gol en una posición que parecía totalmente legal. El asistente, no obstante, señaló fuera de juego y evitó el 1-0.

Habría cambiado el partido, pero eso ya forma parte del fútbol-ficción. De hecho, en la segunda parte se cometería otro error grosero que perjudicó a los que antes había beneficiado. Sea como fuere, el segundo tiempo fue muy distinto. Tras un primer acto parejo, un error en una jugada de estrategia puso por delante a los malagueños y el Huétor Vega se cayó de espaldas para no levantarse.

Sergio ya salvó un par de incursiones de Aguilar, seguro el meta local en el primer palo para evitar el gol. Javi López, del Torremolinos, también pudo abrir el marcador con un remate de cabeza en el segundo palo que se le marchó alto. Se mascaba la tragedia y llegó en una jugada evitable. Los visitantes tocaron en corto una falta lateral. Debía ir a presionar Carli, que decidió contemporizar y dejó demasiado tiempo a Gerrit. Puso un centro maravilloso ante la pasividad defensiva y Lasly apareció solo en el área pequeña para superar a Sergio.

Dio un paso adelante el Huétor Vega, con Joseba Aguado dando entrada a Salvatierra, sorprendente suplente en este encuentro. En el minuto 71 llegaría la otra gran polémica con un penalti muy claro de Carli. Se desentendió del balón el atacante local para desequilibrar a Ballesteros y evitar su centro. El árbitro se lavó las manos.

No lo lamentó demasiado el Torremolinos, que a los cinco minutos hizo el 0-2 en un contragolpe de libro. Motassim, que hizo un partidazo como lateral derecho, avanzó y superó con pasmosa velocidad a Juancar para ponerla rasa al segundo palo. Era medio gol, pero se entretuvo Aguilar que no remató de primeras ante el intento desesperado de los defensas y el portero locales. Con mucha vista deshizo el entuerto poniendo de nuevo el balón al otro palo, donde Pedro Mérida empujó el cuero a gol.

Salió el orgullo de los hueteños, que lo intentaron con pasión pero totalmente desdibujados, sin plan, con Sabaca y Juanan imprecisos y Carli muy vigilado por la defensa malagueña. Estuvo muy bien Salvatierra en los minutos que jugó, pero no habría tiempo para forzar la machada y sí para, a tumba abierta, recibir el tercero. Ballesteros recogió el balón en la frontal, dejó con el molde a Capilla con un buen recorte y la puso de violento golpeo en el poste más alejado de Sergio. Tres goles en un solo tiempo y no se puede decir que sea excesivo. Al meta César no se le vio en todo el partido, más allá del gol en fuera de juego que pudo cambiar el guión. Eso ya entra en lo meramente fantasioso. Por lo visto en el césped, no se puede considerar injusta esta derrota en Las Viñas.