Dos iconos mundiales con los que honrar el deporte desde Granada. Fue el privilegio que vivieron los granadinos al presenciar el coloquio de María Pérez y Edurne Pasaban. La campeona olímpica en París 2024 y la reconocida alpinista repasaron sus logros deportivos, así como los ... momentos que marcaron sus carreras o los retos a los que se enfrentaron.
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La iniciativa tuvo lugar en el Espacio Fundación Unicaja, situado en la explanada del Palacio de Congresos, como parte de las actividades que organiza la entidad por su décimo aniversario. Un espacio en el que poder alumbrar a los más jóvenes sobre el esfuerzo y el sacrificio en el mundo del deporte con dos grandes figuras que lo han conseguido todo en sus disciplinas.
El primer turno de palabra fue para Pasaban, primera mujer en todo el mundo en coronar los 14 ochomiles del planeta. Repasó su momento más desafiante en la montaña. «Hubo muchos. Fueron 10 años jugándome la vida con las expediciones. Te podía pasar cualquier cosa en la subida. Mi mayor dificultad no me pilló en un pico, sino cuando decidí seguir adelante con todo y dedicarme a completar todos los ochomiles del mundo. Puse el foco en eso y creí en mí cuando el alpinismo no estaba tan de moda», confesó la vasca.
Pérez dio la réplica rememorando su oro y su plata en los últimos Juegos Olímpicos. «No las puedo describir con palabras. Cuando participas, obviamente sueñas con ganar. Pero costó muchos años de sacrificio. Me fui de casa a los 15 años para entrenar. Ser uno de los competidores ya es un premio. Siempre me ha parecido más bonito poder transmitir y emocionar a la gente que te ve por la televisión», expresó la marchadora.
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La ponencia de ambas fue virando hacia el papel que juega la maternidad en la vida activa del deportista. «Mi sueño siempre fue el de ser mamá. Me encantan los niños, pero quiero disfrutar de mi hijo sin las obligaciones de la competición. Quiero competir en los Juegos de Los Ángeles 2028. Luego, ya veremos», declaró Pérez, que despertó la aportación de Pasaban. «A mí me pasó algo parecido. Fui madre a los 43 años, una vez que dejé de realizar expediciones. Cuando pienso que podría estar ahora subiendo una gran montaña con los riesgos del mal de altura, de la falta de oxígeno... Me da algo. ¿Cómo voy a arriesgarme a que me pase cualquier problema? Con mi niño ni me lo planteo», aclaró Pasabán. No faltó la ronda de selfis tras las preguntas del público y sus aplausos finales.
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