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La Federación Internacional ya ha confirmado al granadino Miguel Rodríguez su plaza en Tokio 2021. .:: IDEAL
Miguel Rodríguez vive su clasificación para Tokio con «una ilusión tremenda»
TOKIO 2021

Miguel Rodríguez vive su clasificación para Tokio con «una ilusión tremenda»

El granadino ha sido confirmado para sus quintos Juegos, en los que buscará la única medalla que falta por brillar en su vitrina

CÉSAR GUISADO

Granada

Viernes, 12 de junio 2020, 01:49

Después de 25 años representando a la Selección Española por todo el mundo y una reluciente pared donde apenas queda hueco para una medalla más, al granadino Miguel Rodríguez aún le quedan retos por alcanzar. Ambicioso, cabal y constante, estará en Tokio para celebrar sus quintos Juegos Paralímpicos. Se ha reinventado a sí mismo dentro de la clase 3 del tenis de mesa en silla y, viendo afectados los entrenamientos con los que estaba consiguiendo una sobresaliente evolución en su técnica, afronta con buena filosofía lo que viene.

Quiere una medalla en Japón. «Es la única que me falta. Tengo en mundiales y europeos, pero me falta la de unos Juegos. Trabajo, peleo y tengo la misma ilusión que el primer día», dice el palista de La Zubia. A sus 51 años, luce esa perilla que le otorga aires de viejo rockero y una mirada que parece buscar nuevas metas. «Tengo la misma ilusión que con los primeros, que fueron en el año 2000, en Sidney, así que imagínate, 20 años de Juegos Paralímpicos. Aunque mi primer Europeo fue en el '95, así que llevo ya 25 años en la Selección Española, por lo que ir a unos Juegos es una ilusión tremenda. Estoy a tope para ver qué puedo conseguir», pondera.

Después de un sabor agridulce en Río '16, Miguel Rodríguez decidió que su golpeo tenía que evolucionar. Se ha reinventado como deportista, quiso impulsar su técnica desde cero y esto lo convierte en una de las grandes esperanzas de medalla para el equipo español. Sin embargo, toda esta nueva dinámica se vio frenada en seco por la Covid-19. «Esto ha sido una cosa inédita. Uno nunca quiere que pasen este tipo de cosas, y en un año paralímpico ha sido especial, por la incertidumbre que existía en los torneos. Toda la preparación que teníamos hecha para mejorar, pues se fue al traste. Yo iba a ir a China, a Italia y a Jordania. Pero el último torneo que jugué fue el de España, y ahí ya se comentaba que todo se podía suspender», recuerda.

Nuevos aires, nuevas ilusiones. El tenis de mesa es una de las disciplinas que más lauros le trae al equipo español en cada cita olímpica. Rodríguez, quizá el menos mediático por su carácter algo más reservado en público pero abierto en distancias cortas, guarda una muy buena amistad con otros estandartes como Álvaro Valera o José Manuel Ruiz, quien lo acompaña desde sus inicios. «Para nosotros Álvaro es un modelo a seguir, su trayectoria es impresionante, lo ha ganado todo. Con él me une una gran amistad, igual que con José Manuel Ruiz, que en Tokio cumplirá su séptima participación en unos Juegos. Ahí es nada», apunta.

Grandes amistades forjadas durante tantos viajes alrededor del mundo que, si bien no dejan espacio para el turismo, sí que graba vivencias únicas. Timbas de póquer en las que «unas veces se gana y otras se pierde…». «Una vez sí que me enfadé con Alberto Seoane, pero siempre de buen rollo. Eso sí, el que tiene que mejorar porque casi pierde es Jordi Morales», bromea el granadino. Y otras menos agradables: «En una visita que hicimos a Chicago aluciné con el frío que hacía. Eran 25 grados bajo cero. Fue tremendo, se me quedaban las manos pegadas a la silla de ruedas», advierte.

En Tokio será otra cosa. Resta algo más de un año, una cuenta atrás para septiembre del 2021 que ya ha empezado. Miguel Rodríguez tiene su plaza paralímpica en la mano y allí, en el otro lado del mundo intentará conseguir el último reto que le queda, la medalla en unos Juegos.

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