Parte del pelotón coge aire antes de iniciar la subida que los llevó hasta el Veleta. . :: IDEAL
RETO SOLIDARIO

Quebrantahuesos en Sierra Nevada por Inés

Una treintena de ciclistas emulan la clásica pirenaica en la montaña granadina como reto para apoyar la investigación de la leucemia infantil

césar guisado

Granada

Lunes, 22 de junio 2020, 00:51

Más de diez mil ciclistas llegados desde alejados puntos del globo tenían que haberse citado este pasado sábado en Sabiñánigo, a los pies del Pirineo Aragonés, para retar a la que dicen que es una de las clásicas más duras del calendario popular, La Quebrantahuesos. ... Nada menos que 200 kilómetros en los que se acumula la subida a varios de los puertos míticos del Tour y La Vuelta: Somport, Marieblanc, Pourtalet y la Hoz de Jaca. Un pelotón de valientes entre los que se iba a distinguir el granadino Miguel Ángel Molina, quien se había puesto en este reto una meta muy emotiva y solidaria;la de recaudar fondos con cada pedalada para que no se deje de investigar la leucemia infantil, la enfermedad por la que falleció hace justamente un año su sobrina.

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Fue desde aquel momento cuando el 'profe' de Educación Física en la comarca de Guadix imaginó una serie de retos deportivos con los que poder involucrar a sus alumnos y así mover cuantos corazones fuera posible para ganar soldados en esta batalla contra el cáncer. El pasado mes de diciembre, más de mil quinientos escolares dieron el pistoletazo de salida con un cross al Reto Inés.

La Covid-19 pausó todo lo que venía después. Primero, el desafío de la Maratón de Sevilla y seguidamente una trilogía de marchas cicloturistas que daban inicio con la Indomable de La Alpujarra, continuaba con la Quebrantahuesos y se cerraba en La Purito andorrana, la marcha más dura de la península con 4.800 metros de desnivel positivo acumulado.

Pues bien, como el 'profe' Miguel Ángel se cansó de esperar y viendo que la vuelta a la normalidad trae consigo el privilegio del deporte al aire libre, decidió que, junto a sus compañeros del León Cycling Team, iba a traerse la Quebrantahuesos a Granada. Y así fue. El sábado, treinta y cinco aguerridos sobre dos ruedas se dieron un baño de sol en Sierra Nevada.

«Nuestro reto consistía en subir 5000 metros de desnivel acumulado en una sola ruta», sabiendo que la marcha más dura, «La Purito, asciende 4800». «Por eso no todos los participantes consiguieron completarla, cada uno lo hizo en función de su condición física», desgrana Miguel Ángel. El perfil de la etapa da vértigo.

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Empezaron desde Monachil subiendo el Alto del Purche llegando al de Hazallanas, con siete kilómetros al 10,6 por ciento de desnivel, con inicio en Güéjar Sierra. De ahí se encaró el Collado del Alguacil, con 17 kilómetros más al 6,6 por ciento de media y una 'pared' de otros 8 kilómetros al 10 por ciento desde Pinos Genil en dirección Güéjar Sierra. Ya con el calor apretando y las piernas pidiendo un reposo que siempre les fue negado, tocó escalar el Alto del Duque hasta el Dornajo. Al fondo, el Collado de Las Sabinas para embocar la carretera que lleva hasta la Hoya de la Mora a 2.500 metros de altitud y coronar el Veleta para abrochar los 5.000 metros de desnivel positivo acumulado.

Todavía exhausto, tomándose una Coca-Cola en Los Kioscos de la Hoya de la Mora, Miguel Ángel Molina todavía hacía recuento de cuantos lo habían acompañado. «No esperábamos tanta gente porque lo hemos montado en una semana. Lo propuse y enseguida uno puso el coche, otro el avituallamiento con fruta, con agua fresca… Al final nos juntamos treinta y cinco y ha sido entrañable, muy emotivo» acertaba a decir, todavía cogiendo el aire a bocanadas.

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Extrema

Una experiencia «muy dura». Porque en España no existe una prueba cicloturista de tanto nivel como el conseguido. «Hemos hecho doscientos metros más de desnivel que de los que tiene La Purito en Andorra, y con mucha diferencia hemos superado a la más famosa, que es la Quebrantahuesos y a la que va gente de todo el mundo. La verdad es que podría hacerse algo así en Granada, porque ha sido un reto único el que hemos vivido», explica el profesor.

Miguel Ángel Molina sigue repasando la carrera con sus colegas de pelotón. Todavía acelerado, y muy emocionado. Esta semana, Inés tenía que haber cumplido nueve años. Por eso todo lo recaudado irá para la unidad de investigación de Terapias Avanzadas del Hospital La Paz, una acción que está promovida por la Asociación Cris Contra el Cáncer. Y vendrán más retos. «Durante el confinamiento, lancé la idea de realizar una actividad solidaria, que fuera deportiva, y por cinco euros la podías hacer con el dorsal solidario del Reto Inés. Pues todo el mundo quiso hacerlo y recaudamos quinientos euros para aportarlos», dice. Y lo próximo, la Indomable, la Guadalxenil y Alpujarra Magna. Será en septiembre. Será solidario.

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