Quejas del Raca sobre la goma del pabellón Paquillo Fernández que «crea lesiones»

El Raca se encuentra sumido en el fondo de la clasificación en la Liga Femenina 2, penúltimo con 1-5, empatado con Maristas Coruña y solo por delante de CB Aridane (0-6). La serie de cinco derrotas consecutivas ha dejado a las colegiales en una situación deportiva delicada.

La formación que dirige Julio Molina ganó el primer partido y desde entonces no ha vuelto a hacerlo. Ha competido bien a veces, en especial en los encuentros disputados en casa, lo hizo en el último frente al Mariscos Antón Corcegada, pero acusó las ausencias. El principal obstáculo del conjunto granadino se centra en las bajas que tiene cada jornada que pasa y que no permite una preparación adecuada.

En la última confrontación, no pudo disponer ni de la base María Sánchez ni de la ala-pívot nigeriana Beni Ummah, por lo que se encontró debilitado tanto en la dirección en pista como en el juego interior.

Así resulta casi imposible competir porque, además, la plantilla es corta. Julio Molina tuvo solo tres jugadoras sentadas en el banquillo para los recambios, con esas rotaciones tan cortas el cansancio acumulado obliga a esfuerzo extra, que pasó factura en el tramo final del choque. Aún así, el Raca se puso a tres puntos. Carmen Villanueva, Maki y Torruella fueron las más destacadas.

Las quejas del Raca se centran en la goma del pabellón Paquillo Fernández, superficie obsoleta en el mundo profesional. De hecho, la Federación Española de Baloncesto (FEB) exige parqué en la LF2. El principal problema, según el club, es la «insuficiente limpieza del suelo, lo que provoca lesiones», como el esguince de tobillo último sufrido por María Sánchez.