El Raca busca la reacción en la pista del Mataró sin demora

Ante el Joventut voló la ventaja del tercer cuarto cuando parecía que el encuentro estaba roto a favor de las colegiales. En casa, de nuevo, se pagó la falta de intensidad defensiva, especialmente en la pintura. Y eso que el Raca pudo disponer ya de su estadounidense Shannon Coffee, aunque todavía está muy falta de forma física debido a los entrenamientos que se perdió por la lesión de cervicales.

Frente al Celta, además, los árbitros perjudicaron a las granadinas, muy rigurosos con ellas, les señalaron faltas antideportivas y llevaron a las celestes una y otra vez a los tiros libres, mientras que las chicas de Piñar apenas dispusieron de ese tipo de opciones anotadoras. Es más, hasta sancionaron a la alero belga Heleen Nauwelaers por simular una falta en ataque de las viguesas, el clásico 'flopping' que rara vez suelen pitar.

Lo peor de todo fue la lesión de la base Andrea Alcántara. La cordobesa afincada en Granada fue retirada del parqué en camilla y se teme que la lesión sea grave, por los gritos que dio y al tratarse de rodilla. No obstante, habrá que esperar al diagnóstico definitivo y las pruebas médicas, todavía pendientes de confirmar el alcance del percance. Andrea, pese a ser ayudada por Marta Morales e irse del pabellón con una evidente cojera, se mostró optimista y con ánimo.

No todo es negativo. La pívot Rebeca Rodríguez (Ortiz en la camiseta) jugó muy bien contra el Celta y acumula los 101 partidos que lleva el Raca en ligas FEB. También pudo estrenarse la escolta local Judith Martín y la también granadina Marina Gea rayó a gran altura y respondió de forma excepcional a los muchos minutos que le concedió Piñar. «Creo que hemos cambiado totalmente el chip. Hemos vuelto a tener los entrenamientos que teníamos en pretemporada, de mucha intensidad y ritmo», puntualizó Judith.

En el caso de Rebeca, el hecho de no haberse perdido ni un solo encuentro del Raca es una marca histórica. La capitana considera «que he crecido de la mano, tanto personal como profesionalmente, como jugadora, del club. Empecé mi camino en el pabellón del colegio Ramón y Cajal y, poco a poco, un proyecto muy humilde con pretensiones de mantenerse en la categoría y disfrutar, creció hasta llegar a tener las expectativas y objetivos actuales, como son poder jugar en el Palacio y militar en la LF Challenge».

A su parecer, la clave para superar los cien encuentros como jugadora fue «cuidarme mucho, y con la ayuda de Julio (Molina) como preparador físico y el cuerpo técnico, hacerlo a nivel físico, el descanso, la alimentación... y saber que, para ser jugadora, no solo hay que serlo en la pista, sino también fuera de ella».

La inspirada Marina Gea comentó antes de salir de viaje que «durante esta semana hemos estado trabajando para corregir los errores que hemos tenido en los partidos anteriores, hay que evitar los despistes en ataque y defensa. Ya que en esta liga en cuanto lo haces se te castiga. Estamos esforzándonos para no cometer los mismos fallos y con ganas de ganar este partido y volver rápido a la senda de la victoria».