Más de una veintena de chicas conforman dos plantillas diferentes esta temporada. Pepe Marín

La reivindicación del rugby femenino universitario de Granada

El club Universidad de Granada logra constituir dos equipos sénior en la modalidad 'seven' y recupera la sección federada tras dos campañas sin suficientes fichas

Viernes, 18 de octubre 2024, 00:28

La lluvia regó Granada esta semana. Se trata de la primera borrasca que encadena varias jornadas consecutivas de cielos negros desde el verano. Junto al resto de parques y jardines de la capital, la hierba de Fuentenueva agradece el agua tras meses de sequía. Toda ... una bendición para crecer fuerte durante el otoño. Precisamente en mitad del césped, una veintena de chicas se persiguen las unas a las otras en busca de hacerse con el balón. No rehuyen la meteorología adversa. Tampoco su sacrificio personal a la hora de luchar por el colectivo. Toda una lección a tener en cuenta a la sombra de los tres palos del rugby.

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Todas ellas son estudiantes de la Universidad de Granada con una misma intención: practicar deporte durante sus años académicos. Su deseo les ha llevado a formar parte de la sección femenina de rugby del club universitario, un deporte salpicado por los estereotipos que intenta desmentirlos en el campo para sumar adeptos y salir adelante. Por ahora, con buen resultado. Este curso el CD Universidad de Granada cuenta con dos equipos de mujeres de categoría sénior federados en rugby 7, todo un éxito para acabar con el barbecho de las dos últimas campañas.

«Llevábamos dos años sin poder competir en los torneos oficiales. No conseguíamos reunir suficientes licencias, por lo que nos teníamos que limitar a jugar a nivel universitario. Este verano también empezamos con cero licencias, pero por fin hemos podido solucionarlo. Va a ser una temporada increíble», vaticinó Nacho Blázquez, el responsable de la sección, a IDEAL. El Universidad no cuenta con uno, sino con dos equipos de rugby 7 este curso tras el apoyo masivo de las chicas. Veinte estudiantes ya cuentan con ficha de cara a arrancar la temporada, aunque el total de jugadoras aumenta durante los entrenamientos.

Entre las filas del club hay de todo. Tanto jugadoras veteranas que dominan la disciplina tras años de dedicación, como novatas que se acercan al campo de Fuentenueva con ganas de encontrar un nuevo hobby y hacer nuevas amistades. Una de estas últimas es Lucía Romero. Recién llegada desde Málaga para cursar sus estudios de grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, a sus 17 años ha decidido iniciarse en el rugby del Universidad. «Yo practicaba atletismo en mi ciudad, pero estaba buscando un deporte de equipo. Probé el rugby en un torneo de aficionados y me gustó, así que decidí apuntarme en Granada», explicó ella misma.

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Las universitarias del rugby 7, en acción. Pepe Marín

Lucía confirmó su interés por los deportes de contacto, aunque su papel en el equipo pasa por esquivar los placajes para llevar el balón a la portería rival. Así lo demuestra en los ejercicios físicos de velocidad a los que se somete la plantilla en una de las sesiones preparatorias para la Liga, que arranca este fin de semana en Sevilla.

Sin lesiones

Tras finalizar su carrera sobre el verde, Lucía comienza a practicar pases con su compañera Luna Pastor. Una jugadora con más experiencia que conoce bien el corazón del equipo. «El ambiente con las chicas y el cuerpo técnico es de compañerismo total. Vine de Ciudad Real, donde ya había jugado al rugby varios años. No había equipo femenino, así que me tocó practicarlo con hombres más mayores. Solo podía competir en amistosos. En cuanto vi que en Granada sí había un espacio para chicas de mi edad, no lo pensé», relató Luna, que estudia Medicina.

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Además de Lucía y Luna, otras 24 jóvenes acuden a entrenar bajo la lluvia a las instalaciones de la Universidad. Se reparten en distintos grupos que llevan a cabo tareas específicas. Por un lado, trabajan secuencias de ataque y defensa. Por otro, las técnicas de placaje legal. Las delanteras también practican la emblemática melé para que nada quede a la improvisación en el momento de la competición. Todo con una sonrisa de oreja a oreja, pues cada detalle supone un aprendizaje en un entorno divertido y sano. Un engranaje bien engrasado a manos de Carmen Samaniego, la entrenadora que supervisa y dirige la sesión junto a sus ayudantes Ana Fonollá y Laura Priede.

«La Universidad está trabajando apropiadamente con sus distintas secciones deportivas de cara a los Juegos Europeos Universitarios de 2030, que se celebrarán en Granada. Este año por fin contamos con una plantilla amplia. La mayoría de las chicas no han jugado nunca y vienen a probar. La dinámica la cogen enseguida y el ambiente les encanta. El rugby es un deporte lleno de valores y no es tan lesivo como muchos creen. Se controlan mucho los contactos. Animamos a cualquier universitaria a que se pase y entrene con nosotras», argumentó Samaniego antes de pedir el grito de guerra a sus chicas. El de las universitarias de Granada que vuelve a retumbar por los campos de toda España.

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