Sancionan con cuatro partidos al técnico del Inter Granada que denunció una agresión

El club envió un comunicado, aludiendo a «insultos» y «juego sucio» durante el partido, así como que su técnico se enfrascó en defender a uno de sus jugadores «víctima de insultos racistas». «Nos encontramos ante esta resolución», reza la nota sobre la sanción. «¿En serio?», se preguntan desde el propio club.

El Inter Granada envió a la delegación granadina de la Federación Andaluza de Fútbol la denuncia presentada por Fernández contra sus tres supuestos agresores y contra el trío arbitral «por calumnias», confirma el presidente del club, Juan de Valverde. «Los demás iremos como testigos», concreta Valverde. «Estuvimos presentes varias personas cuando se leyó el acta, con árbitros que eran menores de edad, pero con la policía delante. Cuando fuimos a denunciar lo ocurrido, la propia policía se sorprendió por la modificación», asegura. «Pienso que el árbitro no supo gestionar la presión», expone Valverde.

El mandatario traslada una anécdota. «¿Cómo es posible que un jugador del otro equipo que marcó gol y que es uno de los agresores –según el mandatario–, dándole un puñetazo en el pómulo, no aparezca en el acta y se le asigne el gol a otro, sabiendo que hay vídeo del partido?», asegura.

Pese a lo que reclama el Inter, el acta arbitral definitiva relató agresiones del entrenador supuestamente golpeado además de la irrupción de un espectador en la pelea, pero sin alusiones a los presuntos incidentes racistas hasta una rectificación en un anexo posterior. Según representantes del Inter, testigos de los hechos, los insultos racistas que desencadenaron todo el conflicto fueron proferidos por aficionados del equipo rival y fueron dirigidos hacia un jugador estadounidense-keniata de 19 años, estudiante de intercambio. El técnico agredido mostró un labio abierto por un lateral, un arañazo en el cuello y el pómulo inflamado.

Un directivo del Güéjar Sierra contactado por IDEAL en su momento se remitió a «algún encontronazo previo del entrenador en cuestión con jugadores del club en temporadas anteriores, estando en otros equipos». «Fue él quien se encaró tras el partido y ya empezaron a pegarse entre todos», apunta. En cuanto al espectador que saltó al terreno de juego, sí reconoce que se trata de una persona que suele acompañarles en sus partidos, pero que saltó «para separar». «De los insultos racistas no sabemos mucho más allá de que ellos ejercían como locales y tenían un delegado, pero no nos consta que vinieran de aficionados de nuestro club», esgrimieron desde el club de Güéjar Sierra. Advirtieron además que también presentarían informe de lo sucedido bajo su versión.