Los seis gestos de 'fair play' que hacen más grande el fútbol granadino

Pero sí. Por otro lado, también siguen sucediéndose hechos lamentables, golpes a destiempo y con saña, amenazas, insultos… actos degradantes del deporte que son señalados por los árbitros con las herramientas que tienen, tarjetas y bolígrafos. ¿Qué hacemos cuando vemos hechos tan lamentables como el que sucedió este pasado miércoles en Las Viñas? Allí, un jugador del Huétor Vega aprovechó el último minuto de partido para mandar a Montiel, del Real Jaén, al hospital con una costilla rota y el pulmón perforado, un lance que se podría haber evitado. ¿Cómo? Con educación deportiva. Y desde la base.

Por eso los árbitros se han convertido de un tiempo a esta parte en formadores además de jueces. La Real Federación Andaluza de Fútbol les dio otro aparejo: metieron en el bolsillo de los 'trencillas' una tarjeta verde con la que señalar cómo sí se debe hacer deporte.

Si en Huétor Vega se vio recientemente la cruz, en la Tercera división sénior, en Armilla, la moneda arrojó horas antes la cara, curiosamente en la Tercera división alevín. Fue el pasado 21 de febrero. Se disputaba el Arenas-Vegas del Genil en el Municipal de Armilla. A un lado los rojiblancos, sextos en la clasificación, y al otro los azules, quintos, para jugar el partido correspondiente a la sexta jornada. Los armilleros dominaron el choque de principio a fin y para el segundo tiempo los goles de Migue, Sandro, Olmo, Pablo, Aitor y Fermín habían puesto el marcador en 7-1.

A poco de terminar, en el minuto 62, Miguel Ángel y Álvaro luchaban la posesión del balón cerca de la banda siniestra, pero de ahí el 'siete' del Vegas, Álvaro, salió con un golpe en el pie que le impidió seguir atosigando a su rival para que este no se llevara la pelota. Miguel Ángel salió del encontronazo sin darse cuenta de que Álvaro había caído y disparó con fuerza a portería. Su lanzamiento lo rechazó Alejandro, que estuvo muy bien durante todo el partido, pero el esférico le acabó cayendo en las zapatillas a Jaime, que no dudó en transformar la jugada a gol.

Manu Gallardo, que es el entrenador de este equipo, lo había visto todo desde la banda. Es uno de esos entrenadores sosegados que priman la formación en valores a las goleadas. Pidió a sus jugadores calma y les hizo entender que el tanto no había sido del todo justo. Así, cuando el Recreativo Vegas del Genil se disponía a sacar de centro, los del Arenas se sentaron para dejar que estos marcaran un gol y compensar el que ellos habían anotado. El partido terminó 8-2 y antes de marcharse a su vestuario el colegiado Sualis Medina sancionó lo sucedido con una tarjeta verde a Gallardo, extensible a todo su equipo.

Trabajar los valores

«Nos sentimos orgullosos de que nos hayan premiado con esta tarjeta verde, porque es una muestra de que aquí se trabajan los valores», ponía en valor Fermín Criado, que es el presidente del Arenas de Armilla, un club que durante estos días está soplando las velas de su noventa aniversario y lo hace lanzando un mensaje de juego limpio.

«Que eduquemos en valores a nuestros deportistas cuando son niños todavía es muy importante porque veremos el reflejo de este trabajo dentro de unos años en las categorías juveniles y sénior, en las que aún se respira un aire de tensión innecesaria cuando se juegan partidos», explica Criado, pormenorizando sobre la sexta tarjeta verde mostrada por los árbitros granadinos esta temporada.

En un año tan complicado para los equipos, «en los que todos se merecen esta tarjeta solo por el esfuerzo que hacen en seguir compitiendo», como apunta Larsson, el director de la cantera armillera, las verdes llegan con cuentagotas. Pero llegan. Este año en el que la mayoría de las Ligas no han terminado de disputar aún la primera vuelta del calendario, ya se han sacado seis tarjetas. Eso sí, los árbitros deben ponerse las pilas, porque todavía se escapan muchas acciones.

Cinco tarjetas más

Se señaló otra en la Tercera cadete, cuando viendo el entrenador del Atlético Monachil que el Numancia se quedaba con 10 jugadores, decidió sacar a uno de sus futbolistas del campo para seguir disputando el partido en igualdad numérica. Hay que sumar la del Cultural Asako, cuando el equipo benjamín marcó un gol habiéndose quedado un rival en el suelo en esa misma jugada tras un choque. Pasó que, nada más sacar el rival del centro del campo, pudo marcar porque los motrileños se quedaron quietos para compensar que el tanto anterior no fue conseguido en igualdad de condiciones.

Una jornada más tarde, el Cultural Asako de Motril volvió a recibir una tarjeta verde. En esta ocasión fue para el equipo femenino. El colegiado Serrano Pérez indicó en su acta de partido que en los prolegómenos del Cultural Asako-Monachil, el entrenador Salvador Rodríguez advirtió que jugarían con diez debido a que las metropolitanas no tenían más jugadoras para disputar el choque, y así equilibrar la balanza. Sin embargo durante el transcurso del encuentro, el Monachil tuvo que retirar hasta dos jugadoras por lesión, haciendo Rodríguez lo propio hasta jugar con ocho y no hacerlo nunca en ventaja. El gesto fue merecedor de tarjeta verde para el técnico.

Pinos Puente

Recientemente, el equipo alevín del Pinos Puente CF se desplazó al Municipal de Atarfe para disputar un encuentro de Liga. Durante el transcurso del mismo, todavía con empate sin goles en el marcador, uno de los jugadores pineros se adentró en el área y de ahí salió con un golpe en el labio, del que se quejó. El árbitro indicó el punto de penalti, pero tanto el entrenador del Pinos Puente, José Vera, como el director de la cantera, Iván Fernández, advirtieron al delantero que iba a lanzar que enviase fuera el balón debido a que entendieron que el golpe había sido fortuito y que no merecía esa ventaja en el marcador. Lo curioso de este partido es, además, que el Pinos Puente acabó con un jugador menos y terminó perdiendo 5-4 el partido. Una derrota que sin duda significó una gran lección de esfuerzo y de sacrificio para los jugadores que entendieron que podían haber empatado el encuentro sumando un punto más en la clasificación, pero que quizá este no habría sido justo.

Y la más reciente de esta tanda fue la que protagonizaron los equipos benjamines del Estrellas Parque Nueva Granada y el Rayo Eneas, que jugaron en el Albaicín el encuentro que los emparejaba en la Cuarta andaluza. Fue en una jornada con restricción perimetral, pero ambos equipos podían disputar el partido ya que se ubican en la capital. Sin embargo, el equipo del Albaicín solo pudo reunir a seis efectivos para jugar, así que se tuvo que presentar en Aynadamar prácticamente en cuadro.

Los visitantes llegaron con 14 jugadores, pero para equilibrar la balanza, el entrenador Claudio Fernández decidió poner solo a seis sobre el césped. El Estrellas se llevó el partido con resultado de 5-9, pero el gesto no pasó desapercibido para el árbitro Antequera Montes, quien tomó nota en el acta. «Saco tarjeta verde al equipo visitante, Estrellas Parque Nueva Granada, por disputar el encuentro con seis jugadores, equiparándose al equipo local, que solo presenta seis licencias, en un acto de juego limpio», escribió. Gestos ejemplares que deben premiarse.