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Milagro. «Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino», recoge el diccionario de la Real Academia Española. En el apartado de acepciones bien podría ilustrarse dicha definición con el escudo del Sima Granada, un necesitado más de los poderes sin causa para salvar su situación de aquí al mes de mayo.
El reloj corre en contra del conjunto rojiblanco, que roza con la yema de los dedos la Tercera división del fútbol sala nacional tras cuajar una pobre temporada. Relegado a lo hondo de la clasificación del grupo 5 de la categoría de bronce, Sima apura sus últimos partidos antes de consumar su caída de manera definitiva. Después de disputar 25 jornadas, el equipo marcha décimo cuarto –tercero por la cola – con 19 puntos. A falta de cinco encuentros para la conclusión, la plegaria se antoja inútil, aunque los miembros de la entidad no pierden la esperanza.
«Está muy difícil. Somos conscientes de que el descenso está cerca, pero no vamos a dejar de luchar hasta el final», comentan prácticamente al unísono Emilio Aranda y Kiko Lara ante IDEAL. Ambos son futbolistas de la plantilla desde hace varias campañas, justo cuando Sima peleaba por meterse en las promociones de ascenso a Segunda, un sueño que se ha tornado en pesadilla varios años más tarde.
«Sabíamos que iba a ser un año difícil, aunque no me esperaba lo que ha ocurrido. Estos años teníamos un 'plantillón', pero en pretemporada se marcharon jugadores importantes», adelanta el segundo. «El club apostó por gente de la casa, jugadores jóvenes con potencial, pero faltos de experiencia. Arrancamos mal la liga y fuimos mejorando, aunque al final dejamos escapar muchos partidos en casa. Tenemos lo que nos merecemos», afirma con contundente el primero.
El cuadro que dirige Rafa Romero sufrió cuatro derrotas consecutivas tras el pistoletazo de salida de la competición, con varias goleadas encajadas. Dos triunfos cortaron la mala racha en octubre, un mes antes de volver a entrar en barrena para diluir cualquier mínimo intento de reacción. «La culpa es nuestra. Dependimos de nosotros mismos durante gran parte de la liga y no lo supimos aprovechar. Los últimos tropiezos frente a clubes de abajo como Melilla, Bujalance o Malacitano nos hundieron. Eran partidos que deberíamos haber ganado», reflexionan los futbolistas.
El lamento es el sentir general de la plantilla, que por otro lado descarta la idea de abandonar. Un caso claro de ello es el de Emilio, cierre y ala del equipo. Sumido en la veintena, cursa los estudios del grado de Estadística en la Universidad de Granada. Un plan de futuro que le permite pensar en clave 'Sima' para las próximas temporadas.
«Me llaman mucho la atención los temas de 'big data' relacionados con el deporte. Me gustaría quedarme en Granada a trabajar de ello y mi idea es compaginarlo con el fútbol sala. Si la mayoría de compañeros nos quedamos, podremos competir muy bien el año que viene», expone. El núcleo principal de jugadores se halla en la misma situación: estudiantes jóvenes que no viven del deporte y que encuentran en el club granadino una forma de sacarse unos ahorros durante el curso.
La autocrítica va acompañada de un ápice de resignación, necesaria para tratar de gestionar lo que queda y achicar agua para evitar el hundimiento. Rafa Romero, entrenador de Sima los tres últimos cursos, señala los porqués del descalabro. «Recurrimos al Juvenil para completar fichas, una sección que estaba haciéndolo genial en División de Honor. Son niños con mucha calidad todavía por desarrollar. Al final la ansiedad y la presión por ganar partidos y remontar nos pasaron factura», detalla.
El cuerpo técnico esperaba un año de transición en Segunda B. Una permanencia relativamente tranquila y culminar la eclosión de los jóvenes hasta alcanzar un nivel digno de la categoría para la siguiente campaña. Una previsión que terminó saliendo rana. «El fútbol sala son ciclos. Por desgracia nos quedamos con poquitas opciones de salvarnos. Bajar supondría un fracaso, pero no es el fin del mundo. Con la calidad y la base que hay podremos construir un equipo de garantías en Tercera para subir», aclara el técnico.
A pesar de todo, aún no está escrita la última palabra. El Sima se dispone a quemar las naves hasta agotar cualquier mínima opción de salvación. Por delante le queda recibir a Cádiz –salvado–, Villarobledo –rival directo– y Atlético Mengíbar –aspirante al 'play off' de ascenso–, además de visitar a ElPozo Murcia y Córdoba –también candidatos a la promoción–. Deberá esperar también pinchazos de los de arriba para que su último esfuerzo no resulte en vano. «Van a pinchar seguro. Tenemos que confiar y necesitamos todo el apoyo posible de la ciudad en el Núñez Blanca. Daremos un extra por nuestra gente», prometen.
El Sima Granada FS se la juega ante el Cádiz Virgili en el pabellón Núñez Blanca. El equipo rojiblanco tiene que ganar para seguir enganchado a la pelea por la permanencia en Segunda división B (domingo, 13.00 horas). Un encuentro clave para los granadinos en su intento de mantener la categoría. Ante un Cádiz ya salvado matemáticamente y sin opciones de jugar 'playoff', el cuadro de Rafa Romero se jugará la vida ante su afición en el primero de los últimos cinco partidos de la liga. El cuadro de Rafa Romero cayó en su visita al Malacitano Futsal la semana pasada, en un encuentro que valió para que los 'boquerones' certificaran su salvación en Segunda B. Los rojiblancos ganaron en el Núñez Blanca a Deporte y Ocio en su última contienda como locales y buscarán repetir la empresa en una buena oportunidad de dejar el corte de la permanencia a seis o cuatro puntos con doce por jugar, en un fin de semana difícil para Bujalance o Alcalá. El Cádiz Virgili acumula cuatro derrotas consecutivas.
El GmasB se encuentra en una situación delicada, antepenúltimo, a dos victorias del Basket Almeda. El conjunto que dirige Enrique Gutiérrez recibe este domingo, a partir de las 12.15 horas, en el pabellón de Fuentenueva, al Viladecans, uno de los adversarios asequibles, en el tramo final de la competición. Las púrpuras no pueden permitirse más fallos si quieren mantenerse en la categoría.
El Mlg Ciudad de Granada tiene una nueva ocasión de alejarse del peligro en la Primera Nacional masculñina, grupo F, con una salida este domingo a la cancha del pabellón madrileño Féliz Rubio, donde se medirá a partir de las 13.30 horas al Madrid Base Villaverde. Los granadinos perdieron por un gol con Pinto y les meten presionen por detrás Mijas y Monger, con 17 y 16 puntos, por los 18 del conjunto afincado en La Chana.
El Covirán CDU Atarfe recibe este sábado, desde las 18 horas, al AVG 2008 con el propósito de salir de los dos puestos de descenso en la Superliga 2 femenina. Las granadinas son penúltimas y se trata de una final contra el noveno de la clasificación. En masculino, el Universidad está aún peor, es el colista y se medirá este domingo (12.30 horas) al CV Suac Canarias en la cancha isleña. Sacará orgullo en un descenso cantado.
El granadino Mike Yanguas, en compañía de Nieto, se plantó en las semifinales del torneo de Miami del Premier Padel, tras superar en los cuartos, por 6-4 y 7-6 (2), a la pareja formada por Leal y el argentino Cristian Gutiérrez. En la anterior ronda, la de octavos, el jugador motrileño y Jon Nieto salvaron el obstáculo del binomio argentino formado por Libaak y Tello, con mucho sufrimiento y apretado 7-6 (1), 6-7 (5) y 6-4.
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