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Carolina y José Luis posan junto a sus hijos Samuel y Marco con sus maillots solidarios. Ramón L. Pérez
Solidaridad sobre ruedas y en familia desde Granada
Ciclismo en Granada

Solidaridad sobre ruedas y en familia desde Granada

El proyecto 'Pedaleando por ti' es la causa benéfica de los Alfaro Velasco, un matrimonio con mellizos y pasión por el ciclismo

Ángel Mengíbar

Domingo, 24 de noviembre 2024, 00:26

Una causa común para unir a un colectivo. Concretamente, a la familia granadina Alfaro Velasco. El ciclismo de montaña supone la gran pasión de Carolina y José Luis, un matrimonio que surgió sobre ruedas y que no entiende la vida sin un casco y una bicicleta. Sus hijos Samuel y Marco siguen su mismo camino tras criarse entre rutas y cicloturismo. Una vida destinada a pedalear, pero nunca en balde.

Carolina fundó hace una década 'Pedaleando por ti'. Este proyecto ciclista estaba destinado a promover el deporte femenino, aunque pronto se vinculó a una noble y loable misión: ayudar a personas con autismo. La iniciativa empezó a colaborar con distintas organizaciones para sacar adelante eventos y carreras solidarias. Una acción completamente altruista que siguen realizando en la actualidad. «Llevamos a cabo muchas iniciativas para recaudar fondos y destinarlos a las terapias y a la investigación. Tanto en Granada, como en otras provincias», explica Carolina Velasco a IDEAL junto a una zona de rampas en La Zubia.

Maestra de niños con trastornos del espectro autista (TEA), la ciclista aprovecha cualquier momento libre para entrenar. Bien sola, bien acompañada. Su marido, José Luis Alfaro, también se sube a la bicicleta con todo el equipo. Casco, gafas de sol deportivas, maillot... y el ciclo, por supuesto. Una afición que compaginan desde hace dos lustros. «Nos conocimos precisamente en una carrera. Yo empecé a correr tarde, ya con más de 30 años. Sufrí un desengaño amoroso y me dio por probar el ciclismo. Quería superar metas y crecer personalmente. Un poco más tarde di con mi marido, fíjate», rememora entre risas. La relación se formalizó en torno al deporte y unos años más tarde la saga prosiguió. Samuel y Marco nacieron en 2020. Unos mellizos con amplia experiencia en carretera pese a su corta edad.

«Desde bebés los hemos habituado a la bicicleta, pero también a la razón de 'Pedaleando por ti'. Saben muy bien lo que es el autismo. Por supuesto, vienen con nosotros de ruta y es una pasada. La gente alucina cuando los ve tan pequeños manejándose ellos solos», detalla la madre. Su visión no difiere en absoluto de lo que se aprecia en la vida real. Apenas levantan un metro del suelo, pero los dos chiquillos no temen ni a la velocidad ni a las caídas. Se deslizan por las pendientes del Parque de las Canteras zubiense como si no hubiese un mañana. Muestran una facilidad para controlar el ciclo que asombra. Y con solo cuatro años de edad. Una destreza que demuestran por toda Europa.

Los pequeños suben las cuestas de La Zubia con el apoyo de sus padres. Ramón L. Pérez

«El ciclismo de montaña se ha convertido en nuestra principal vía de ocio. Los chicos nos acompañan en nuestros viajes, donde no falta la bicicleta. Hemos estado pedaleando por Italia, Suiza... ¡Hasta en etapas del Tour de Francia!», señala al recordar su subida al mítico Galibier. «No coronamos, pero sí que nos enfrentamos a la escalada con los 'peques'. Por supuesto que los ayudamos, puesto que son recorridos duros de muchísimos kilómetros, pero ellos no faltan a la aventura».

La última experiencia de la familia fue completar el Camino de Santiago. El matrimonio y sus hijos partieron hacia la capital gallega en bicicleta mediante una expedición basada en cinco etapas de unos 12 kilómetros cada una. Un viaje en mitad de la naturaleza que arrancó en el pueblo de Sarria. «Es un reto que nos propusimos este verano. Teníamos que desplazarnos los cuatro con todo el material hasta Lugo, realizar las rutas con lluvia, descansar para las jornadas siguientes... Todo con Samuel y Marco, que cumplieron con creces aunque con algún chantaje por nuestra parte», bromea Carolina acerca de las golosinas que les repartían a modo de gasolina.

Tras un sinfín de altos en el camino y baños en las pozas del entorno, los hermanos recalaron en la Plaza del Obradoiro atronando con sus timbres. «Los peregrinos los miraban pasmados. Son muy pequeños, pero lo lograron. Llegaron con su maillot de ayuda al autismo. Un gran desafío con el fin de visibilizar este transtorno y la situación a la que se enfrentan tantas familias. Inculcarles los valores del ciclismo, amor por el deporte y el medio ambiente, ayudar a los que lo necesitan, merece la pena. Son unos campeones», se enorgullece.

Difusión

Entre tanta etapa ciclista Carolina no olvida su labor docente. La maestra imparte clase en el CEIP Sierra Nevada del barrio del Zaidín, donde se encarga de su aula TEA. El día a día con niños dentro de este espectro la acabó concienciando de cara a difundir las necesidades de estas personas, así como de las familias con las que conviven. Decidió abrir una cuenta en Instagram en la que revelar los ejercicios y métodos que ayudan a su desarrollo cognitivo y social.

Más de 15.000 usuarios siguen el perfil de @viajetea_con_carolina, el canal de la maestra para fomentar sus actuaciones por el autismo. Ya sea en el entorno académico, doméstico o en la naturaleza con la ayuda de una bicicleta. Un propósito por asistir a los demás que consigue transmitir a las generaciones futuras. Marco y Samuel ya tienen un motivo para correr y creer.

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