La sonrisa que dibuja la nieve
Ultra Sierra Nevada ·
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Cristian Manole y Azara García vencieron en la distancia más larga de la prueba granadina, que celebró su edición más esperadaChema Ruiz España
GRANADA
Domingo, 11 de abril 2021, 01:00
Aunque Ionel Cristian Manole no manifestó una alegría desmedida al cruzar la línea de meta, no pudo contener una tímida sonrisa de medio lado, casi pícara, que dejó entrever la dureza del reto. El atleta rumano, afincado en Madrid, fue el primero en recorrer los 97,5 kilómetros que componen la distancia más larga de la Ultra Sierra Nevada. Vencedor absoluto, asomó por la línea de meta pasadas las nueve y veinte de la mañana de este sábado, tras correr durante 11 horas, 19 minutos y 40 segundos. Hizo una pausa para tomar aire y se aferró a la cinta, ante la mirada de curiosos y algunos esquiadores que descendían a su espalda. La reacción de Azara García fue la misma, pero ella no reprimió el gesto de satisfacción. La campeona del mundo cumplió los pronósticos y dominó la categoría femenina en 12 horas, 54 minutos y un segundo. Fue la nieve quien les esculpió la mueca en el rostro.
Tras un suspiro, ya con la medalla al cuello, lo explicó Manole. «Había corrido antes por la nieve, pero no por una pista», puntualizó antes de repetir el cohibido ademán. «Se me ha hecho eterna la subida esta. Resbala mucho y las piernas ya llevaban muchos kilómetros», abundó, acerca de un intervalo que catalogó de «infernal». «Este último tramo de nieve me ha costado un montón. He echado en falta unos bastones y he perdido ahí un montón de tiempo», coincidió la campeona cántabra, que mantendrá en su memoria la experiencia. «Nunca había corrido con crampones; es la primera vez que hago esto y creo que no lo voy a olvidar», afirmó.
El escenario nevado fue una de las principales novedades de la séptima edición de la Ultra, la más esperada tras su cancelación el año pasado, que, por primera vez, no se celebró en pleno verano. Su regreso despertó ilusión, palpable desde el inicio, en la noche del viernes. Había ganas entre los atletas, y es normal: un año sin competir, como sucedía en varios casos, puede ser demasiado tiempo para quien está acostumbrado a cortar el viento con su paso. El céntrico Paseo del Salón se llenó de sonrisas entusiasmadas, únicamente perceptibles en la mirada. Allí, a las 22.00 horas, comenzó la prueba, que atrajo a los transeúntes de la zona, que ya no acostumbran a que estos eventos irrumpan en la rutina. Los 'runners' no ocultaban su alegría. «A ver si acabamos igual», deseaba un grupo que posó con la bandera de España. En la primera fila de la salida, una última videollamada amenizó la espera.
Los 450 participantes del reto mayor de la competición comenzaron el trote, por tandas y sin despegarse de la mascarilla hasta bien superada la salida, dispuestos a coronar Sierra Nevada con la luz del alba. Encontraron niebla durante la madrugada y bien entrada la mañana, pero nubes grises al amanecer. La luz del sol resquebrajó la capota cuando los primeros corredores alcanzaban el 'check point' de Pradollano, un espejismo de meta a 14 kilómetros de la llegada, pero no se instaló hasta bien entrado el mediodía. En este tramo final, en el que los guantes comenzaron a ser necesarios, se cruzaron con los esquiadores, dispuestos a aprovechar la nieve que coloreó el escenario.
«¿Diez horas llevan ya?», se preguntaban algunos curiosos junto a la meta, al comprobar la marca que reflejaba el cronómetro instalado. «¡Y aún tienen que volver!», exclamaban sorprendidos quienes les habían visto ascender. «Venga, señores, que ya está aquí el primero», avanzó un miembro de la organización, que reclamaba más velocidad en el montaje de la entrada ante la precocidad de Cristian Manole.
El griego Fotios Zisimopoulos esprintó de inicio, pero Manole y el campeón de las últimas tres ediciones, Miguel Heras, le alcanzaron. El pulso por la primera plaza quedaba entre el subcampeón de la Spain Ultra Cup 2019 y el bejarano, pero el español tuvo que abandonar la competición en Quéntar. «Al llegar a Pinos Genil, me dijo que tenía problemas en los talones y que estaba pensando en quedarse allí. Esa fue mi oportunidad para apretar un pelín y estar ahí delante», explicó Manole, quien aseveró más tarde que no tenía «expectativas de terminar primero; solamente tenía intención de hacer un buen entreno». Zisimopoulos fue segundo, a doce minutos del campeón, mientras que el cordobés David Calero cerró el podio masculino como campeón andaluz.
Con calma y heridas pisó Pradollano el griego, que acabó desinflándose en el ascenso. Calero, en cambio, celebró con efusividad, alentado por sus familiares. «Es el cumpleaños de mi madre», justificó después, junto al crono, frente a un denso velo de niebla. Una hora más tarde, cruzó la meta Azara García, líder de la clasificación femenina desde el inicio. «Veníamos para probarnos un poquito, ver cómo seguía el estado de forma después de la Transgrancanaria y me he planteado desde el inicio de la carrera ir un poquito por sensaciones, a mi ritmo, de menos a más», explicó. Partía como favorita y apenas presentó oposición. Aventajó en casi dos horas a Silvia Ainhoa Trigueros, que fue segunda con un tiempo de 14:23:11. María Amparo Zapico completó el podio femenino tras cruzar el eje Granada-Sierra Nevada en casi 17 horas.
Mientras los participantes de la Ultra ascendían a lo más alto de la provincia, comenzaron otras dos de las tres pruebas que, junto a la distancia mayor, completan la competición. A las seis de la mañana, aún sin un atisbo del amanecer, arrancó en Beas de Granada el Trail, de 60 kilómetros, en cuyos podios apenas hubo sorpresas. El primero en pisar Pradollano, en torno al mediodía, fue el granadino Mario Olmedo, que necesitó 6 horas, un minuto y 35 segundos para finalizar la prueba. Pugnó durante toda la mañana con Dimitrios Seletis, que terminó segundo a 13 minutos de diferencia. Pablo Baisón completó la terna de cabecera de la disciplina, que, en su categoría femenina, tuvo a Marta Molist como dominadora absoluta. Su marca de 6:43:26 rebajó casi una hora a la obtenida por Aroa Sio, segunda, y 69 minutos a la lograda por Amanda Martín, que fue tercera.
La prueba de Maratón, de 40 kilómetros, partió de Baza a las diez de la mañana. Venció Benedikt Hoffmann, que paró el crono a las 3 horas, 23 minutos y 17 segundos de comenzar a correr. Tras cruzar la meta, esperó y aplaudió tanto a Ricardo Cherta, que fue segundo a solo cuatro minutos, como a Baptiste Chassagne, que entró nueve minutos después del líder. Los dos primeros alternaron en la cabeza durante toda la prueba, mientras que Chassagne siguió la estela de cerca. La manchega Gemma Arenas, favorita en la categoría femenina, hizo honores a dicha etiqueta y venció con un crono de 4:14:41, aunque no pudo relajarse. Mónica Díaz, segunda clasificada, llegó a la meta con apenas cinco minutos de diferencia con la campeona, aunque marcó un trecho de media hora con Beatriz Contreras, tercera.
Uno a uno, exhaustos pero con la misma sonrisa, los demás participantes arribaron a la línea de meta, donde les esperaba un último avituallamiento, pero ahí no acabó la prueba. La edición más esperada de la Ultra Sierra Nevada, incluida este año en el programa 'Andalucía Región Europea del Deporte 2021', bajará el telón este mismo domingo, con la disputa de la Media Maratón, de 25 kilómetros. La carrera partirá de Pinos Genil a las 09.00 horas y llevará a los atletas hasta Pradollano, en busca de más muecas de satisfacción.
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