La tenista granadina Ariana Geerlings se proclama campeona de Europa júnior

El título lo alcanzó tras superar a la primera favorita del cuadro, la eslovaca Nina Vargova, por 6-1 6-2 en la final disputada en la localidad suiza de Klosters. Se convierte así en la cuarta tenista española que alza el título continental juvenil después de Conchita Martínez (1988), Carla Suárez (2006) y Sara Sorribes (2014), esta última tras vencer en la final a Paula Badosa.

Su triunfo ante Vargova tiene mucho mérito, ya que su rival es la mejor jugadora europea de esta categoría. Eso no le impresionó y con una gran ambición fue a por el título desde el principio, sin que le temblara el pulso. Se colgó la medalla de oro y mostró todo el tenis que lleva dentro. Ha disputado algunos Futures y lo mejor está por venir.

Contó con licencia del Campus Tenis Club, aunque sus entrenamientos los desarrolló siempre en el Club de Campo. Hace unos años se trasladó a Murcia, al ser destinado allí por cuestiones laborales su padre, de origen holandés y jugador profesional de tenis en su día. Su hermano Sergio también destacó en sus inicios.

En edad benjamín, Ariana Geerlings ya lideraba el ránking nacional de esta categoría. «Le puse la raqueta en las manos cuando era pequeña. Desde el primer día ya vi que podía llegar lejos. Fue su padre el que la trajo y ya le dije que era una niña entre diez millones por sus condiciones portentosas», resalta Carlos Calado, su primer entrenador en el Club de Campo.

Estuvo hasta los 11 años en Granada. Su padre era hasta ese momento director de Puleva. Se trasladó a Murcia por asuntos laborales con toda la familia, si bien tanto ella como su hermano se sienten granadinos y mantienen contacto de forma habitual con la ciudad. «Hablo con ella todas las semanas. Tuvo una grave lesión de rodilla hace casi dos años y llegó a temer por su carrera. Soy muy amigo de su padre y estoy al tanto de todo lo que le ocurre», señala Calado.

Está convencido de que va a llegar lejos y que ya debería estar en el circuito WTA. Es la lesión la que ha frenado su evolución. Con 15 años ya ganó su primer punto WTA, pero después le vino ese percance en la rodilla que interrumpió todos sus planes. Eso cortó su prometedora trayectoria.

La Academia de Rafa Nadal contribuyó para que su rehabilitación fuera por buen camino. Superada del todo esa lesión, se encuentra ahora en un gran momento y sueña con grandes logros en estos próximos años. Lo que le ocurrió ha supuesto un claro ejemplo de superación. Vivió una dura experiencia que le hizo temer por su carrera tenística. No sabía en ese momento cómo le podía afectar. Contó con la ayuda de su familia para superar esos duros momentos. Tuvo que aplicar mucha paciencia y se hizo más fuerte a nivel mental.

«Uno de sus puntos fuertes es su cabeza. Cuando organizaba las clases en el Club de Campo me di cuenta lo inteligente que era. Los mayores no eran capaces de hacer la parte práctica y ella sí la desarrollaba con facilidad. Defender cruzado o levantar la bola para colocarse, o bien atacar en paralelo, que parece fácil, pero hay que saber hacerlo en un partido. Ella ya era la número 1 de España con siete años» recuerda con satisfacción Carlos Calado.

Ahora se encuentra en el puesto 956 en el ránking WTA. Con 17 años tiene mucho tenis por delante y aspira a estar muy pronto en los torneos del circuito profesional. Es una tenista completa y confía en que las lesiones no le impidan llegar muy lejos.