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Marta Ríos e Irene Molero preparan sus patines en línea para la cita de este domingo en el velódromo de la Ciudad Deportiva de Armilla.
La vida a 50 kilómetros por hora
Patinaje

La vida a 50 kilómetros por hora

El club de La Zubia organiza este fin de semana el Campeonato de Andalucía de patinaje de velocidad. Dos de sus corredoras, Marta Ríos e Irene Molero, cuentan cómo es la vida a ocho ruedas: «Mis padres me dicen que tenga cuidado, que gane y que si me caigo, que me levante»

César Guisado

Granada

Lunes, 20 de marzo 2023, 00:00

El velódromo de la Ciudad Deportiva de Armilla volverá a cobrar vida este fin de semana con una competición autonómica después de haber sido debidamente remozado. Y lo hará con patinaje de velocidad, un deporte muy desconocido en Andalucía pero que cuenta con legiones de seguidores en la capital y en el norte de España, con parques públicos dedicados a las cuatro ruedas en línea.

Para quien quiera verlo con sus propios ojos e incluso plantearse meterse de lleno en este deporte, los velocistas de toda la región estarán calentando sus patines desde las nueve de la mañana este domingo. A las 9.30h comenzarán las finales de contrarreloj y una hora después será el turno de la modalidad de sprint. Para el mediodía se medirán los corredores de la categoría de línea y el broche lo pondrán los de la larga distancia, con una prueba absoluta de resistencia que llega a los 8 kilómetros.

Lo más llamativo de este deporte, además del pulcro material que utilizan los patinadores, es la velocidad que se puede alcanzar. En una prueba al sprint, sin más protección que un casco y unas coderas, se pueden alcanzar los 50 kilómetros por hora; pero si nos referimos a un maratón, los corredores pueden superar los 60 kilómetros hora en una bajada pronunciada.

Ponerse unas botas y patinar es fácil con un poco de destreza; pero hacer patinaje de velocidad, no tanto. Se necesita una pista ovalada de 200 metros de cuerda con peralte en dos curvas. Y esto ya no es tan fácil; el velódromo de Armilla es hoy por hoy la única instalación en condiciones de toda la provincia. Marta Ríos e Irene Molero son dos de las granadinas que representan al Patinaje La Zubia, un equipo que, no con poco esfuerzo, lleva siendo la referencia de este deporte en la provincia desde hace más de una década. Compiten en las dos modalidades, las cortas del sprint y contrarreloj y la larga, pero si les preguntan, se decantan por el fondo.

«Somos una familia»

Irene es la más veterana. Descubrió este deporte hace trece años y lo hizo por casualidad. «Mi hermano era el que patinaba y a mí me gustaba más el atletismo», explica. Pasó que, al terminar su entrenamiento, iba a recoger a su hermano y ya que estaba… «Me ponía unos patines», admite. «Me empezó a gustar más y me apunté al equipo», sigue. Hasta que le comenzaron a coincidir las competiciones de atletismo y patinaje. «Me decanté por el patinaje, porque aquí somos como una familia. Pasamos muchas horas entrenando y no sólo eso; los viajes, las competiciones... todo esto nos une», reconoce.

Para Marta es un idilio de tres años. «Lo descubrí en el colegio, como una actividad extraescolar, y la verdad es que me gustó mucho», dice. Un día, se decidió a probarlo de una forma más seria. «Fui al Patinaje La Zubia, y hasta hoy. Lo mejor son las amistades. Somos un grupo muy grande de amigos y amigas que nos juntamos gracias al deporte», apunta.

Los más pequeños tampoco pierden el ritmo. Alfredo Aguilar

Un grupo en el que no hay edad. Desde la categoría mini, con niños desde los cinco o seis años, hasta la máster en la que se reúnen los veteranos. «Empezar es fácil», apunta Ríos. «Si quieres venir y probar te enseñamos mediante juegos y poco a poco, cuando ya vas cogiendo el ritmo, te especializas en velocidad o fondo». «A nosotras, a Irene y a mí, lo que nos gusta es el fondo», abunda. La favorita de Marta son los 500 metros, la que se conoce como una distancia corta de fondo. Eso sí, también es la más popular, en la que más caras están las medallas. Lo de Irene, en cambio, son las largas distancias, las pruebas de eliminación, aunque reconoce que sus mejores resultados están en las cortas.

Pero, ¿es peligroso este deporte? «La máxima velocidad que hemos cogido en un velódromo han sido picos de 50 kilómetros por hora… pero en alguna maratón, cuesta abajo, puedes coger incluso más velocidad…», dice Marta. «A mí mis padres me dicen que tenga cuidado, que gane y que si me caigo, que me levante», resuelve Irene bromeando. «La velocidad se disfruta. Da miedo al principio, pero tu primera caída no va a ser a esa velocidad, y de todo aprendes», apostilla ella.

Metales en Armilla

Todo preparado para que den la salida. Hora de templar nervios. «Yo lo que hago es decirme a mí misma que me relaje, que no van a poner conmigo, y la verdad es que en los dos últimos años he tenido un gran avance en este sentido», asevera Molero. Marta, que es más veterana, sigue sin calibrar tanto sus emociones: «Yo me sigo poniendo muy nerviosa, pero sé que tengo que pensar en hacerlo lo mejor que pueda, y ya está». Pues todo preparado para que estas dos patinadoras, y el resto de 'compis' en el Patinaje La Zubia, hagan llover metal sobre Armilla, y sobre Granada.

Esteban Moya tira del grupo con mayor velocidad en su bicicleta. Alfredo Aguilar
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