Martes, 1 de diciembre 2020, 14:11
En la misma plaza del Carmen, sobre un pequeño pedestal, ha sido presentada la máquina que llevará al granadino Yayo Carbonell a una aventura a través del desierto saudí que, a buen seguro marcará un antes y un después en su vida. Aunque en realidad esta motocicleta vista hoy en la puerta del Ayuntamiento de Granada no será la que dibuje los surcos en la fina arena saudita, sí que sirve para hacernos una idea de la brutalidad que supone que un hombre sólo acompañado por su montura, se enfrente día y noche a la inmensidad de la naturaleza más extrema.
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No pudo resistirse Luis Salvador a la tentación y cabalgó la máquina para que el piloto se la presentara. «Te deseamos toda la suerte, y que vengas pronto a contarnos la experiencia», le ha dicho el alcalde con un gesto amable. El almuñequero será el único andaluz que estrene el 2021 corriendo la prueba más extrema del Dakar, la categoría Original by Motul. Se trata de una modalidad en la que sólo pueden participar treinta pilotos, sin más ayuda que la de su caja de herramientas. «Y si hace falta, sólo podemos recibir ayuda de otro piloto, pero de nuestra misma categoría», ha aseverado Carbonell, desafiando a la suerte.
Debajo de la mascarilla, puede reconocerse a un tipo bien preparado. Triatleta y amante de la bicicleta, además del motor, sabe que su principal baza para alcanzar el objetivo de cruzar la meta, se encuentra dentro de su cabeza. «El factor psicológico será muy importante. Es una prueba de resistencia y tengo experiencia en eso», ha subrayado.
El alcalde, atento al piloto y a su motocicleta, sabe de lo importante que será para la ciudad, tener a un granadino optando a una gesta como esta. «Intentamos no solamente que puedan competir, sino que también tengan esa visibilidad para que sean capaces de tener a esos patrocinadores que les ayuden en su competición. Yayo recoge el testigo de otros deportistas españoles como el también granadino Miguel Puertas, o Carlos Sainz y por supuesto el gran Marc Coma, en una competición mítica, que cumple 43 años y que es única. Tiene todos los ingredientes para generar la atención porque el Dakar en sí mismo es una prueba que hace llamar la atención», ha expresado.
Porque, para Salvador, «el Dakar es mucho más que una carrera de motos y de coches. Es una competición de supervivencia para la que hay que entrenarse muy duro, donde hay que tener una preparación mental muy alta y en la que no sólo hay que saber pilotar sino que también orientarse, tener supervivencia y eludir los riesgos orográficos del trazado, y de las propias características. Y la ciudad de Granada va a estar detrás suya no para meterle presión, sino para mandarle fuerza y apoyarlo durante su aventura. Y a la vuelta lo recibiremos aquí, con los brazos abiertos para que nos cuente todas las experiencias que ha vivido, y para seguir trabajando para la siguiente edición». La suerte ya está echada y el desierto de Jeddah puede depararle a este aventurero un 2021, muy diferente.
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