

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Víctor M. Romero
Lunes, 27 de enero 2020, 01:09
La evolución del tenis se ha ajustado a la tecnología pero también a la propia fisonomía del juego producida por sus deportistas. Del tenis técnico, depurado en fundamentos, donde las subidas a la red y las voleas formaban un núcleo decisivo en los puntos, se pasó a la implacable eficacia del servicio. Los sacadores, los enormes jugadores, corpulentos, altos, que destacaban por su físico, los 'bombarderos' se convirtieron en determinantes. Esto agravó la velocidad que ya se había agregado al tenis con la mejoría de las raquetas, con materiales mucho más ligeros y de mayor propulsión de la bola. Los puntos se resolvían de forma demasiado rápida. No era ni bonito ni agradable para el espectador pagar una entrada para ver a un jugador sacar y al otro estirarse sin tocar la pelota o mandarla fuera de la pista. En aquellos momentos se pensó que el circuito WTA resultaba más interesante y divertido que el de la ATP. En los encuentros de categoría femenina elevaban más rato la pelota por encima de la red y los puntos duraban mucho más, con lo que el entretenimiento crecía. Luego, la potencia física también aumentó en las jugadoras, ya no era la única Serena Williams la capaz de golpear con fuerza, el músculo también resumía los juegos con un servicio potente para las chicas.
Cuando la precisión y la técnica dejaron de ser primordiales (ahí está el ejemplo de Nadal, que con un saque solo colocado y de pocos kilómetros/hora y más pelotazos envueltos, liftados, de bote alto y molestos para el rival que 'zambombazos' de tiros profundos y planos), los dirigentes se plantearon reciclar el reglamento y las normas del tenis. Durante un tiempo se estudió de forma seria realizar un único saque, como en el tenis de mesa. Habría más dobles faltas quizás pero esto también obligaría a los jugadores a no arriesgar tanto en el primer servicio y menos aun en el siguiente. Al final esta fórmula no se llevó a cabo y ante la oposición de los propios jugadores no se aprobó.
Las contradicciones existen todavía. Por un lado, prolongar los puntos y que el saque no sea tan determinante, como lo es en especial en superficies de hierba y pista dura. Por otro, que los partidos no resultaran maratonianos y llevaran a los profesionales a los límites del agotamiento. A la larga se impuso la teoría de acortar el tiempo. No ser tan 'pesados'. Esto se acuñó desde el tenis de mesa, donde los partidos eran interminables y se acortaron los sets y enfrentamientos. En la ATP se optó por intentar evitar duelos de cinco horas o más. Recuerden que el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut protagonizaron el partido más largo de la historia, en tres días, del 22 al 24 de junio de 2010, primera ronda de Wimbledon 2010, con un tiempo de 11 horas, 6 minutos y 23 segundos tras 183 juegos. La competición vela por suprimir maratones. En el dobles es donde ya impera aligerar el reloj y no prolongar jornadas a la noche y hasta aplazamientos para el día siguiente. Se creó el súper 'tiebreak', que se disputa al mejor de diez puntos y no siete con dos de diferencia pero suprime el set de desempate. A cinco mangas ya solo se juega en los grand slam.
Y como última novedad, en el Campeonato del Mundo de la ATP, la pareja ganaba el juego con un solo punto y no dos al llegar al 40. Lo vimos en la final perdida por Feliciano López y Pablo Carreño frente a Serbia. Todo en favor del espectáculo. Emocionante y más corto. Claro que en esta renovación de torneos y campeonatos también hay contradicciones, como dos 'mundiales' casi seguidos, la Davis liderada por Piqué que se llevó España en Madrid y, apenas un mes después, la Copa ATP como antesala y preparación del Open de Australia. Nunca llueve a gusto de todos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.