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Sala de trabajo de un coworking de Granada.
Cinco razones por las que mola trabajar en un coworking

Cinco razones por las que mola trabajar en un coworking

La oficina compartida tiene grandes ventajas; una de ellas es la gran cantidad de contactos que puedes hacer al trabajar con otras personas

Mario Vidal

Lunes, 2 de marzo 2015, 01:49

Un coworking es, básicamente, una oficina compartida. Un lugar abierto donde pequeñas empresas y autónomos se reparten un espacio para reducir gastos. Hay oficinas que se alquilan por meses, días o semanas por si el trabajador freelance se mueve a una ciudad temporalmente para desarrollar un proyecto. Pero también hay quienes han hecho de este alquiler compartido la sede de su negocio. Y es que el coworking puede ser mucho más que un simple espacio físico. Por eso, al menos, hay cinco grandes razones para trabajar en uno de ellos.

El ahorro

Es el principal motivo por el que los autónomos y empresas con pocos trabajadores deciden instalarse en un coworking. Evitan los elevados precios de una oficina, además de sorpresas en facturas de agua o luz que llegan en el peor momento . Y por si fuera poco, todo a está equipado, por lo que el autónomo se olvida de muebles y otros gastos. Solo paga una cuota única que conoce desde el principio.

Mejor en compañía

Una de las pegas de trabajar por tu cuenta es que el quehacer del día a día puede ser excesivamente solitario. Sin embargo, en estos locales la soledad del pequeño empresario se puede aliviar compartiendo los momentos de descanso.

Haces amigos

En un coworking se conoce a gente, a mucha gente. Te encuentras con personas extraordinarias, interesantes, divertidas. La oficina compartida permite relacionarte con otros profesionales o con futuras amistades.

Te relacionas, te conocen y consigues clientes

Contactos y amistades van de la mano para dar a conocer tu trabajo. La red de proveedores y clientes de una pequeña empresa ha de ser muy extensa y mantenerse actualizada. Puede que esos individuos con los que compartes oficina, mesa y cafetera necesiten de tus servicios o tú de los suyos. Probablemente conozcas a los clientes de tus compañeros a los que les puedes vender tu trabajo. Quién sabe. Algún día también pueden ser clientes tuyos.

Además, con los otros freelance de la oficina compartida se pueden establecer relaciones comerciales o asociaciones temporales para futuros proyectos más grandes.

Aprendes mogollón

Y, sin duda, convivir con otras personas sirve para aprender algo nuevo: desde unos pinitos con el Photoshop hasta unos consejos básicos para ahorrar en contabilidad. Es importante aprovechar la experiencia para conocer cómo se desenvuelven los demás. Aprendiendo de ellos, será más fácil mejorar.

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