Cinco cosas que te habrán pasado si trabajas en un 'coworking'

En un coworking puede pasar prácticamente de todo. En este tipo de espacios coinciden durante muchas horas varias personas con profesiones muy distintas. Comparten oficina, salas comunes y gastos de agua, luz e internet con el objetivo de ahorrar gastos. Este es un sector en auge; de hecho, ya se alquilan espacios en casi todas las ciudades. Quienes trabajen en uno seguro que han vivido situaciones tan curiosas como estas.

1. Probar comida de otro táper

Una de las más probables es haber comido del táper de alguno de los compañeros de oficina. Y es que tras pasar muchas horas juntos -portátil con portátil- es lógico coger algo de confianza como para probar la comida del vecino o picar del plato ajeno.

2. Aprender algo nuevo

Compartir jornada con otras personas da para mucho. Cafés en las zonas comunes para despejar la mente o conversaciones improvisadas en cualquier punto de la oficina. Con todas estas ocasiones, es muy frecuente que tus compañeros te hayan contado algo del proyecto que llevan entre manos o te hayan explicado -como si tú fueras un experto en la materia- el trabajo que están realizando. Así es normal que aprendas cosas nuevas sobre profesiones completamente distintas a la tuya. Quién sabe si con el paso del tiempo serás capaz de echar una mano a un diseñador gráfico, a un abogado o a un programador web.

3. Hacer amigos

Con el paso del tiempo, las relaciones con tus compañeros de oficina es normal que progresen y os conozcáis mejor unos a otros hasta el punto de lograr una verdadera amistad. Quizá alguien también haya encontrado el amor.

4. Cerrar algún negocio con un compañero

Aunque el amor todavía no se haya cruzado en tu camino sí que es probable que hayas coincido con una persona perfecta para echarte una mano en el negocio. Y es que grandes proyectos con fantásticos resultados pueden salir de la unión -en la oficina- de un redactor y un diseñador, por ejemplo. Por eso es muy frecuente que hayas contratado o te hayan buscado para trabajar en algún proyecto determinado.

5. Montar una fiesta improvisada

El autónomo es un ser trabajador por naturaleza. Un luchador que tiene por costumbre pasar más horas en la oficina dando el callo que en su propia casa. Entre el horario y la compañía a quién no le han apetecido unas cañas después de una dura jornada. Si trabajas en un coworking es probable que hayas acabado montando una fiesta improvisada en la oficina. Y en el caso de que todavía no lo hayas hecho, no esperes más. Te lo mereces.