![Familias y empresas aguantan la desaceleración económica con un mínimo repunte de los impagos](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/11/24/banca-rc-kXFI-U210820466493m0-1200x840@RC.jpg)
![Familias y empresas aguantan la desaceleración económica con un mínimo repunte de los impagos](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/11/24/banca-rc-kXFI-U210820466493m0-1200x840@RC.jpg)
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La resistencia del mercado laboral se ha convertido en el mejor escudo frente a la desaceleración del crecimiento económico y al impacto de las subidas de los tipos de interés en los hogares españoles. Uno de los datos que mejor refleja esta situación es el ... de la morosidad, que los bancos han logrado mantener a raya, pese a algunas señales de alarma como el reciente repunte, aunque limitado, en el segmento hipotecario.
Los últimos datos del Banco de España reflejan que la situación se repite en septiembre, con la morosidad del crédito anclada en el 3,56%, igual que el mes anterior. Una referencia en la que mucho tiene mucho que ver el frenazo registrado en los impagos. En concreto, apenas aumentaron en 20 millones de euros en el mes, hasta los 42.081 millones de euros. Y la cifra es inferior a los 43.159 millones de cierre de 2022.
Además, esta vez, la cartera crediticia creció hasta 1,183 billones de euros, por encima de los 1,182 billones de julio, aunque inferior a los 1,21 billones de finales del pasado ejercicio.
En todo caso, los datos indican que familias y empresas, por lo general, están haciendo frente a sus cargas financieras, a pesar de que la desaceleración es cada vez más palpable, en un momento en el que el PIB creció un 0,3% en el tercer trimestre respecto al anterior (un 1,8% en variación interanual, frente al 2% del trimestre precedente).
La merma en el saldo de dudosos contrasta con el duro discurso que el Banco de España ha reforzado en los últimos meses para advertir al sector de la urgencia de hacer mayores provisiones frente a futuros shocks. Es decir, temen un incremento de los impagos y un deterioro del valor de los activos por la desaceleración del crecimiento económico y quieren que las entidades aumenten al menos en la misma proporción su colchón ante los riesgos que se avecinan.
No obstante, la realidad es que ese temido repunte de la mora no termina de llegar, a pesar de que los denominados préstamos en vigilancia especial -aquellos que aún no son morosos, pero empiezan a mostrar los primeros síntomas- han crecido en los últimos tiempos.
Esta misma semana, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, reconocía que «el endurecimiento de las condiciones financieras no ha tenido reflejo aún en un deterioro adicional de la cartera crediticia y, por lo tanto, en unas mayores provisiones». Pero insistía en que «dada la incertidumbre reinante, es de esperar un deterioro de esa calidad y por ello los supervisores recomendamos que los bancos se refuercen» en sus políticas de capital.
Según los datos del supervisor, las provisiones del total de entidades de crédito se elevaron a 30.192 millones de euros en septiembre, lo que supone un descenso del 0,11% con respecto al mes anterior y una caída del 7,8% con respecto a septiembre de 2022.
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