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Más de 15.00 pacientes confían cada año su salud a los doctores Martínez Hervás Pepe Marín
El cardiólogo granadino mejor valorado en toda España que cuida los corazones del Granada CF
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El cardiólogo granadino mejor valorado en toda España que cuida los corazones del Granada CF

El pasado 7 de noviembre el doctor Miguel Ángel Martínez-Hervás Alonso fue distinguido con el Doctoralia Awards por ser el cardiólogo mejor valorado en nuestro país por pacientes y profesionales

María Dolores Martínez

Domingo, 1 de diciembre 2024

El pasado día 7 se hacía entrega en el Círculo de Bellas Artes de Madrid de los XI Doctoralia Awards, con los que se distingue a los profesionales de la sanidad privada mejor valorados de nuestro país. Entre los galardonados se encontraba el doctor granadino Miguel Ángel Martínez-Hervás Alonso, reconocido por sus pacientes y compañeros de profesión como el mejor cardiólogo de España, gracias a las 1.361 opiniones acumuladas en esta plataforma. Para este gran especialista en pruebas de esfuerzo, electrocardiogramas, hemodinámica y ecocardiografía esta distinción supone ante todo «una satisfacción por todos los comentarios que he recibido en la plataforma. Me siento muy agradecido por ello, pero hay que seguir adelante con humildad».

No es fácil ser seleccionado entre 549 aspirantes, como tampoco lo es sumar más de 15.000 pacientes cada año en su propia consulta, realizar un número importante de cateterismos en el HLA Hospital Universitario La Inmaculada y ganarse la confianza durante seis temporadas del Granada CF para que la dirección le siga confiando el corazón de sus jugadores. Para Doctoralia Miguel Ángel es el cardiólogo más importante, pero para este joven doctor no hay mejor especialista en todo el mundo que su propio padre, con el que comparte nombre y vocación.

Curiosamente, la Medicina entró en la vida del progenitor de forma «totalmente casual», como ocurriría posteriormente con la Cardiología al conseguir plaza en Medicina Interna. Le asignaron esta especialidad en una rotación y tanto le gustó que decidió quedarse en ella en todos sus años de estudiante hasta trabajar en el Servicio de Cardiología del Clínico. «Tras acabar el colegio -recuerda el veterano facultativo- me admitieron en Farmacia, Medicina y Ciencias y cuando mi padre me preguntó qué quería hacer, le contesté que no lo sabía y me matriculé en Medicina, como podía haberlo hecho en Farmacia».

Padre e hijo en la primera consulta Ideal

Lo que comenzó siendo una simple elección se ha convertido en toda una pasión, hasta el punto de que sigue trabajando después de jubilarse hace tres años. «Mientras me sienta útil, sigo viendo a mis pacientes de toda la vida y los que me piden expresamente que lo haga».

A su dilatada y reconocida experiencia en la sanidad pública, en hospitales como San Rafael, San Juan de Dios o las consultas externas del SAS, hay que unir la gran labor desarrollada desde 1980 a nivel privado y también para las aseguradoras en su propia consulta. Desde la primera consulta en Alhamar (1981-1988), pasando por Nueva de San Antón (1988-1999), Recogidas 10 (1999-2022) y la actual clínica de Recogidas 8, donde comparte trabajo con su hijo, otros tres cardiólogos (ahora están también los doctores Daniel Castro, Pablo Santiago y Lucía Carnero)- dos neumólogos, un endocrino, dos enfermeros y tres administrativos. La sanidad pública y privada son «dos mundos muy diferentes» a nivel de Cardiología porque en la consulta «tienes tus pacientes y les dedico el tiempo que estimo conveniente y en lo público tienes los pacientes que te dan. Allí no te pueden buscar. Recuerdo que tenía peleas en los ambulatorios, habiendo cita previa, porque te ponían en muy poco tiempo muchos pacientes y algunas veces decía hasta aquí hemos llegado».

Las técnicas para evaluarlos han cambiado radicalmente en sus 40 años como especialista. Frente a la cantidad de pruebas que se piden actualmente, el cardiólogo de entonces tenía que agudizar el oído y tirar de experiencia e intuición. «Antes tenías un tensiómetro, un fonendo y una radiografía y con eso tenías que apañarte. Si pedías una ecografía te la hacían a los cuatro o cinco meses y ahí se acababa todo. La Medicina se ha encarecido terriblemente y si no pides más pruebas de la cuenta hasta parece que eres un mal médico».

Todavía se emociona recordando cuando, haciendo una guardia en un servicio de urgencia en Atarfe, «llevé a un paciente con parada cardiaca hasta Traumatología en una ambulancia que era una Citroen 8. Desde allí le hice respiración boca a boca y masaje cardiaco. Un poco más y me tienen que encamar a mi también. El paciente sobrevivió y a los pocos días, estando de guardia de nuevo, vino a verme y a darme un abrazo. Eso es algo espectacular».

Su mayor legado

Pese a crecer al lado de un cardiólogo, Miguel Ángel Martínez-Hervás Alonso nunca se sintió presionado por su padre para seguir sus pasos. Incluso, siendo todavía un estudiante valoró esta especialidad médica más como una posibilidad porque «no es nada sencillo llegar a cardiólogo por el proceso selectivo al que te enfrentas. No quería pensar mucho en ello para no agobiarme, pero en realidad era un sueño que no decía en voz alta».

En esas valoraciones tan positivas recibidas a través de Doctoralia se percibe el cariño y el respeto de sus pacientes, pero también el gran trabajo que su progenitor ha realizado con él en lo profesional y en lo personal. «Me ha enseñado a ponerme al otro lado de la mesa y a tratar a las personas como a mi me gustaría que me tratasen para que nunca se sientan como uno más en una lista».

Junto a la enfermera Carmen González Palencia en las dependencias del Granada CF Ideal

Tratar un corazón es algo muy delicado y, en su opinión, «queda mucho trabajo preventivo por hacer porque hay un gran porcentaje de personas que no se cuidan. Muchas veces los que más lo necesitan son los que no vienen o lo hacen obligados por un familiar porque saben que les vas a intentar cambiar su modo de vida. Es la típica persona con una barriga redonda tipo manzana, que nunca se ha medido la tensión, no se ha hecho una analítica, no se mueve para nada y fuma, hasta que debuta y lo hace por todo lo alto».

El doctor Google

El perfil de los pacientes cardíacos tratados por padre e hijo ha variado considerablemente a lo largo de los años. «Por edad, ahora miran más cosas por internet y preguntan mucho al doctor Google. Es una cuestión de brecha generacional. Los pacientes de mi padre tienen una edad superior de media y los míos son un poco más jóvenes, pero una reflexión interesante es que casi todos los pacientes que me visitan con más de noventa años son flacos, y no porque se pongan a dieta sino porque el que no está flaco se baja del tranvía antes».

Otro salto importante entre padre e hijo es el que se refiere a la ampliación y modernización de la consulta de Cardiología, que ha pasado a incrementar su oferta con un gran equipo de especialistas en Neumología, Endocrinología y Nutrición. «Una cosa que tuve muy clara es que cuando un hijo hereda un negocio familiar, muchas veces lo estropea, y había que hacer algunos cambios para no quedarse estancados. El funcionamiento de la típica consulta de un médico en un piso tiene fecha de caducidad y va quedando tapada por clínicas y hospitales». Con la agenda muy llena por parte de los dos cardiólogos «había que ampliar para dar servicio a esa demanda de pacientes y el primer paso era ampliar el número de cardiólogos». Las demás especialidades, como es el caso de la nutricionista Blanca Servillera, han caído por su propio peso. «Fue la primera persona de otra especialidad en incorporarse a la clínica porque mis pacientes me preguntaban constantemente cómo debían perder peso cuando yo se lo proponía. Luego vino la Neumología, fundamentalmente por el estudio de la disnea, y la Endocrinología porque muchos pacientes nuestros precisan de control de diabetes».

A diferencia de su padre, Miguel Ángel sí ha tenido la oportunidad de trabajar en el quirófano gracias a la formación en hemodinámica que comenzó en 2017 en Málaga gracias al doctor Luis Íñigo. Su trabajo en este campo de la Cardiología le ha llevado a ser uno de los profesionales más demandados actualmente en el Hospital de la Inmaculada, donde trabaja junto al doctor Daniel Castro. «Es una muy buena oportunidad de solucionar las lesiones en las arterias. Casi todas las angioplastias e implantes de stent que hacemos son para personas con factores de riesgo. Es una satisfacción muy grande cuando después de un rato, generalmente largo, la arteria fluye como debería».

El corazón del Granada

Colaborar con el Servicio Médico Oficial del Granada CF, dentro del equipo de Dioni González, y velar por la salud cardiaca de la plantilla masculina y femenina y la del Recreativo es todo un orgullo y una experiencia «divertida por tener la oportunidad de conocer a los jugadores de cerca, pero fundamentalmente intensa porque el trabajo hay que hacerlo en muy pocos días. En pretemporada tenemos que hacer un montón de reconocimientos en un rato. Luego pasa un tiempo y, de pronto, va a terminar el mercado de fichajes y me llaman una mañana pidiéndome que vea al jugador ese mismo día. Acabo haciéndolo a horas muy raras, como me ocurrió un 1 de enero a las nueve de la mañana».

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